Monroyo disfruta de su tercer Encuentro de Magia y Cultura cargado de 'trickyñuelas'

El Encuentro de Magia y Cultura de Monroyo sigue ganando adeptos entre artistas y público, tal como durante este fin de semana se pudo comprobar en la tercera edición del también denominado festival Trickyñuela que dinamiza el Matarraña y llena de vida y alegría las calles de esta localidad patrimonial.

Las actividades arrancaron el pasado viernes con el acto inaugural en el salón cultural, con algunas actuaciones de los participantes a modo de aperitivo. Por la noche llegó la Cantera Mágica, con los espectáculos juveniles de Sofía Cebrián y Silván Marín, de Monroyo y Aínsa (Huesca).

El sábado a mediodía hubo un show de talentos emergentes, seguido del Circonfuso de Mas de las Matas, un espectáculo de “bus stop-magia”. Por la tarde, el polideportivo se tiñó de sonrisas con un show de la Compañía Jacinto Sifón Fontana, de Valencia, a base de “fontanería, circo y poesía”. Después, el aguavivano David Valencia, conocido por el diseño de las famosas alfombras de serrín que lucen en la localidad bajoaragonesa cada 28 de agosto, deleitó con un espectáculo de magia infantil.

La noche fue para el Dúo Lollypop, de Argentina y Barcelona, que pusieron sobre las tablas de la plaza del Ayuntamiento su espectáculo Vinsash de clown, y de los Skizophonis de Reus (Tarragona), que agradaron con su “jazz Manouche”, una técnica musical con raíces gitanas creada por una persona que solo tiene tres dedos en una mano.

La mañana del domingo estuvo dedicada a talleres. Los hubo de magia infantil, a cargo de Mark Samaniego y David Valencia; de magia para adultos, impartido por El Mago de Oh!; de flamenco, por Xavi de la Torre; de clown, cortesía de Lollypop; y de circo y malabares gracias a Jacinto Sifón Fontana.

Por la tarde, en el salón cultural, se celebró la gala final con actuaciones de los participantes en el evento y una cena de clausura popular con venta de bocadillos y refrescos.

Tercera edición

El evento nació en 2022 de la mano de El Mago de Oh!, un personaje encarnado por Miguel, que llegó hace unos años a Monroyo. Para devolver parte de lo que el pueblo le ha dado en su proyecto vital, sugirió al ayuntamiento la idea de hacer un festival de artes escénicas y el primer año surgió algo “pequeñito” pero con mucho corazón y que quedó muy bien. “Entonces éramos cinco artistas y cada uno hizo una actuación, y el domingo se impartieron talleres también”, describió.

Ya en 2023 el elenco creció y “estamos muy contentos porque hay mucha calidad”, dijo Miguel, quien confesó que el certamen es posible gracias a la “amistad entre artistas” que conviven durante un fin de semana en una casa, comen juntos y se relacionan.

Como novedad, este año se abrió un espacio de artistas emergentes para quien, de forma improvisada y en el último momento, deseara aportar su granito de arena artístico.

En cuanto a público, “estamos muy contentos y cada año nos sorprende más la cantidad y variedad de gente que viene, que además es muy agradecida”, valoró el organizador.