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Guadalaviar cartografía la realidad del día a día de sus vecinos Guadalaviar cartografía la realidad del día a día de sus vecinos
Los vecinos de Guadalaviar, señalando sobre el plano los lugares especiales a nivel personal tanto del casco urbano como de los alrededores. Pablo Ibáñez

Guadalaviar cartografía la realidad del día a día de sus vecinos

La acción, que se expone en el pueblo, se enmarca en el proyecto Naturalizarte
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Cruz Aguilar

Los lugares de reunión de los vecinos de Guadalaviar, sus zonas de trabajo o los espacios por los que sienten una mayor vinculación afectiva están ya fijados sobre un mapa. Durante dos meses, un equipo de investigadores ha trabajado en elaborar el mapa geográfico de lo cotidiano en esta localidad de la Sierra de Albarracín y lo ha hecho a través de los testimonios de algunos de los vecinos. Ahora, el trabajo está expuesto en el salón de actos del Ayuntamiento y se podrá visitar hasta el próximo 1 de diciembre.

Cartografía de la vida cotidiana de un pequeño pueblo de montaña se inserta dentro del proyecto Naturalizarte, que se está llevando a cabo este año en Guadalaviar y cuenta con el apoyo de la prestigiosa Fundación Daniel & Nina Carasso, así como el Gobierno de Aragón y la Comarca Sierra de Albarracín.

Una de las novedades del proyecto es que son los propios habitantes del pueblo los que hablan de sí mismos. Entre los aspectos positivos en los que coinciden sobre la vida en el medio rural está la existencia de redes densas que permiten ayuda mutua, confianza y relaciones fluidas. “Desde las ciudades el que todo el mundo sepa de tu vida se ve como algo negativo, pero ellos lo valoran en positivo, si tienen algún problema enseguida hay alguien que les echa una mano”, comenta Félix Rivas, miembro de Atelier de Ideas sociedad cooperativa  y antropólogo encargado de dirigir el proyecto.

Entre las conclusiones que saca el investigador tras desarrollar el trabajo está que la mayor parte de las personas entrevistas (7 de 8) han pasado largas temporadas fuera del pueblo: “Se desmonta el mito de que la gente que vive en el pueblo no ha salido apenas de allí”, destaca.

Por otra parte, llama la atención que las mujeres están presentes en todos los espacios habituales, incluidos el bar, la plaza, la granja o el huerto, mientras que hay algunos en los que la presencia masculina es testimonial o incluso inexistente, y Rivas citó la Iglesia o el salón del Tele Club, donde las mujeres hacen gimnasia de mantenimiento. 

El comisario de arte contemporáneo y responsable del proyecto Naturalizarte, Fran Quiroga, indicó que el trabajo pretende comprender cómo es la vida en los entornos rurales y en ello juega un papel fundamental la cotidianidad. “A través del día a día se pueden ver esas micro acciones, esos elementos que pueden ser considerados banales, pero que son la respuesta a esa materialización de esas otras formas de vivir”, manifiesta. Por otro lado, ayuda a conocer los tiempos y lugares donde hacen vida los habitantes de Guadalaviar, las horas que pasan atendiendo a los animales, en el huerto o tomando unas cañas en los bares. 

La instalación que ahora se puede ver en el Ayuntamiento de Guadalaviar, y que posiblemente itinerará por otros lugares en un futuro, se presenta en dos partes, por un lado están las imágenes y algunas de las frases destacadas por los entrevistados.

Por otro lado, hay un mapa en el que los vecinos entrevistados y otros muchos han colocado los espacios del pueblo que para ellos son relevantes. En este sentido el antropólogo indica que en el mapa se señalaron los espacios utilizados para trabajar y los que se destinaban al ocio y establecer relaciones. “Un aspecto interesante es que estos lugares están igual en el interior del pueblo como diseminados por los alrededores, cultura y naturaleza se mezclan, la gente de Guadalaviar no distingue entre la naturaleza y el núcleo poblacional”, dice.

En un primer momento fueron las ocho personas entrevistadas las que marcaron sus puntos de interés sobre el mapa, aunque luego todos los asistentes a la inauguración de la muestra, que tuvo lugar el pasado día 28 de noviembre, añadieron sus lugares especiales.

Félix Rivas precisa que para seleccionar a las personas a entrevistar tuvieron en cuenta varios aspectos, como la edad, para que fuera lo más representativa posible, o que la mitad de ellas fueran hombres y la otra mitad mujeres. A cada uno de ellos se les hizo una entrevista personal y se les tomó un retrato en el lugar que ellos decidieron. “Nos comprometimos a enseñarles los paneles con las frases destacadas antes de montar la exposición y eso creó una gran sensación de confianza”, especifica Félix Rivas.

Además, se realizó un taller sobre espacios y tiempos de la vida cotidiana en el que cada uno de los participantes –que eran sobre todo mujeres– narró lo que había realizado durante toda la jornada anterior. Después, todos juntos dieron un paseo por diferentes lugares del pueblo, cada uno de ellos elegido por uno de los asistentes. 

Entre el equipo de investigación de Cartografía de la vida cotidiana de un pequeño pueblo de montaña está Recreando Estudio Creativo, que se han encargado del diseño gráfico y de la instalación y Pablo Ibañez, fotoperiodista que ha realizado las fotografías.