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¡¡¡No nos restauréis!!! ¡¡¡No nos restauréis!!!
El director del Museo de Arte Sacro de Teruel, Pedro Luis Hernando, junto a los restos del retablo del Seminario en la exposición

¡¡¡No nos restauréis!!!

Una exposición-instalación en el Museo de Arte Sacro recuerda los efectos que tuvo la Batalla de Teruel en el patrimonio artístico
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Coincidiendo con el 80 aniversario de la Batalla de Teruel, el Museo de Arte Sacro de Teruel ha querido hacer su pequeña contribución a la memoria de los efectos de la contienda con la exposición-instalación ¡No nos restauréis!, que se puede ver esta semana en la entrada de este centro cultural, en el Claustro del Obispado, y que muestra el estado en que quedó el patrimonio artístico del Seminario.

Tomando la frase esgrimida en su día por el entonces obispo de la Diócesis de Teruel y Albarracín, Damián Iguacén, este montaje quiere hacer un llamamiento para que no se olvide lo ocurrido y también para mostrar los efectos que tuvieron los bombardeos en el patrimonio.

En el centro del Claustro se pueden ver varias piezas mutiladas que en su día pertenecieron al retablo central del Seminario de Teruel, flanqueadas por algunas fotografías del antes y el después de la Batalla de Teruel. En varias columnas, más imágenes antiguas acompañadas por algunos textos sobre lo ocurrido durante este episodio de la Guerra Civil. Mientras, se escucha el sonido de bombardeos.

El director del Museo de Arte Sacro de Teruel, Pedro Luis Hernando, explicó que cuando se creó el Museo Diocesano había alguna de estas imágenes que procedían del Seminario que estaban expuestas y en obispo Damián Iguacén las acompañó de un texto en el que se pedía que no se restauraran para llamar la atención sobre las consecuencias de las guerras.

Posteriormente, cuando se restauró el museo, estas piezas se guardaron y Hernando ha considerado que este 80 aniversario era un buen momento para mostrarlas de nuevo y hacer reflexionar. Ha preparado esta propuesta expositiva, junto con el artista José Prieto.

“Lo importante de una guerra no son las obras de arte y el patrimonio si no las personas. Este es un aspecto pequeño pero conviene recordar. Es la excusa para llamar la atención sobre que estas cosas no deben de caer en el olvido. De vez en cuando hay que recordar y reflexionar sobre estas barbaridades de toda guerra”, comentó.

El responsable del museo aseguró que se trata de piezas irrecuperables por el gran deterioro que sufrieron: no tienen cabeza o brazos o los capiteles y columnas están partidos. “Impactan porque uno se imagina los impactos que tuvieron que recibir algunas de estas imágenes que son de una madera durísima y algunas casi no se pueden levantar entre dos personas y, sin embargo, están destrozadas”, comentó.

Hernando valoró la decisión que en su día se tomó de guardar estos restos, algo que en otros lugares no se hizo, porque es un documento histórico valioso sobre lo ocurrido. 

En el caso del Seminario, quedarán unas 40 o 45 piezas entre las esculturas de las imágenes sagradas, las columnas y capiteles pertenecientes a su retablo mayor. Un conjunto que calificó como “interesante” para recuperar la memoria. 

Pero, el experto en Historia del Arte recordó que este es solo un ejemplo de lo que ocurrió, que se perdió mucho más patrimonio en toda la provincia de Teruel. Uno de los aspectos muy señalados sería en de las imágenes de la Virgen, a las que se tenía mucha devoción o los cruceros y peirones que quedaron destrozados. “Hay mucho patrimonio perdido. Si es verdad que, a través de las fotografías antiguas y de los inventarios como el Inventario de Cabré de principios de siglo, se ha hecho mucho trabajo para la recuperación de esa memoria del patrimonio desaparecido, pero es cierto que muchas iglesias están prácticamente vacías cuando eran verdaderas joyas artísticas”, explicó.

Para poner un poco de luz y seguir investigando sobre este tema también está previsto organizar unas jornadas en el Campus de Teruel en primavera. Participarán la profesora Ascensión Hernández, que trabaja en un aspecto muy curioso del patrimonio que se llama patrimonio incómodo sobre piezas contenido político, y Concha Lomba, catedrática de Historia del Arte que se dedica a cuestiones sobre patrimonio y destrucción de la Guerra Civil.

Se hablará sobre cómo se destruyó el patrimonio durante la contienda, sobre el valor que tenía, lo que se conservó y lo que se restauró.

Además, habrá una tercera comunicación que ofrecerá el propio Pedro Luis Hernando quien hablará sobre el citado retablo del Seminario para conocerlo un poco mejor.