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El Cefca muestra el salto dado en la observación del cielo desde 1217 El Cefca muestra el salto dado en la observación del cielo desde 1217
Un sonriente Alessandro Ederoclite momentos antes de iniciar la conferencia que impartió en el Servicio Cultural CAI

El Cefca muestra el salto dado en la observación del cielo desde 1217

Alessandro Ederoclite incide en la especialización que tienen los telescopios
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En tiempos de los Amantes de Teruel no había telescopios, pero la gente observaba ya las estrellas a simple vista y su contemplación debió de servir para que los enamorados como Isabel y Diego se comunicaran entre ellos mirando al cielo. Fue la introducción poética que hizo el  el astrofísico del Centro de Estudios de Física del Cosmos de Aragón (Cefca) Alessandro Ederoclite durante la charla que impartió este jueves en la CAI para hablar sobre cómo ha evolucionado la observación del universo desde el año 1217, y de qué manera hoy día los telescopios están tan especializados que cada uno está diseñado para el proyecto científico concreto para el que se construyó.

La conferencia, organizada por el Servicio Cultural CAI y el Cefca, es ya un clásico para las celebraciones de las Bodas de Isabel y todos los años cuentan con una gran asistencia de público atraído por temas del universo que se vinculan con la figura de los Amantes de Teruel.

La de el jueves tenía como objetivo hablar de cómo ha evolucionado la observación del cosmos desde el año 1217, cuando tiene lugar el retorno de Diego a Teruel, hasta nuestros días con proyectos como el que alberga el Observatorio Astrofísico de Javalambre.

Estas charlas son impartidas por los propios científicos del Cefca y el jueves le tocó el turno a Alessandro Ederoclite, un investigador italiano que desarrolla su labor en la unidad de datos del centro astrofísico turolense. 

Ederoclite, que impartió la conferencia ataviado a la usanza de la época medieval que rememora estos días la ciudad de Teruel, inició su intervención hablando de cómo en aquel tiempo no se utilizaban telescopios para mirar las estrellas, sino que las observaciones se hacían a simple vista. 

Unas observaciones que comentó que de buen seguro sirvieron a Isabel y Diego para comunicarse en la distancia durante el tiempo que el segundo estuvo en las Cruzadas mirando por las noches ambos a las estrellas.

“En 1217 el cielo se usaba simplemente para saber cuándo había que sembrar por la posición de las constelaciones y las estrellas, no había todavía un estudio académico, entre comillas, del cielo”, explicó el astrofísico italiano, quien recordó que en aquel tiempo el conocimiento que se daba por válido era la filosofía aristotélica que consideraba el cielo como algo que no cambiaba y en donde la Tierra era el centro del universo.

Hubo que esperar a la revolución científica con Giordano Bruno, Copérnico y Galileo en los siglos XVI y XVII para que todo cambiara. Fue Galileo en 1609 el primero que observó los cielos con la ayuda de un telescopio y que descubrió que la Vía Láctea estaba hecha de estrellas, vio los satélites de Júpiter, los cráteres de la Luna y las manchas solares.

Aquellas observaciones las hizo Galileo con un telescopio hecho con lentes y a partir de Newton, que nació el mismo día que murió el primero, se empezaron a construir instrumentos de observación con espejos. “Son los abuelos de los telescopios que se han ido desarrollando desde entonces a lo largo del tiempo hasta hoy”, comentó Ederoclite.

El científico aseguró que dentro de esa carrera a lo largo del tiempo para la observación de los cielos, ha sido en el último medio siglo cuando se ha producido el gran salto tecnológico. Una evolución que el investigador aseguró que no ha terminado por más que se piense lo contrario, ya que siempre hay alguien que dice que se ha llegado al límite y no es cierto.

A juicio de este astrónomo del Cefca, la tecnología observacional del futuro se seguirá apoyando en el uso de espejos, si bien precisó que los avances que se están produciendo apuntan hacia la instalación de elementos parecidos a filtros para separar la luz y poder medir longitudes de onda. Para ello se están desarrollando detectores que no necesitan disponer de una óptica delante, y que si funciona, “va a cambiar la astronomía por completo”.

Ederoclite explicó que en la próxima década se van a desarrollar básicamente dos grandes líneas de telescopios, los que son enormes de 30 y 40 metros y que permitirán estudiar objetos extremadamente débiles, y los telescopios del estilo de Javalambre, de gran campo y que permiten estudiar el cosmos en muchas longitudes de onda. Se refirió a este respecto también al telescopio que se está construyendo en Chile denominado Large Synoptic Survey Telescope.