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Sergio Cerezos, torero: “Quiero estar en la próxima Feria del Ángel. Soy de aquí y me he jugado la vida cada tarde Sergio Cerezos, torero: “Quiero estar en la próxima Feria del Ángel. Soy de aquí y me he jugado la vida cada tarde
El torero turolense se hizo esta foto en la capital mexicana durante la entrevista con DIARIO?DE?TERUEL

Sergio Cerezos, torero: “Quiero estar en la próxima Feria del Ángel. Soy de aquí y me he jugado la vida cada tarde"

“La soledad te puede asesinar, pero yo me hice amigo de ella”
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F.J.B.

Cuando la plaza de Teruel está a punto de salir a concurso y un nuevo empresario ha de gestionar el coso, y cuando el único torero turolense parece haber encontrado apoderado después de un tiempo en absoluta soledad, a uno le da por preguntar al diestro de Los Cerezos sobre toros, toreros, Teruel y vida y valorar con ello su momento como matador de toros. Marco su número de teléfono. 

6…3…9…1…8…

-¿Cerezos?

-Sí, Al aparato. ¿Qué pasa Belmonte?

-¿Dónde te encuentras? Quería quedar contigo para hablar un poco sobre tu carrera y sobre el toreo y dejar hecha una entrevista para el DIARIO DE TERUEL  

-Pues en este momento estoy paseando por una de las plazas con más encanto del centro de México DF. Acabo de llegar desde España y estoy aún con el jet lag.

-¡Leche!, hazte un selfie y me lo mandas. 

Hecho. Pero voy acompañado. Me hacen las fotos y te las mando aunque aquí ahora es de noche. No sé cómo quedarán. 

-Pásamelas. Las utilizaré para ilustrar la entrevista… Entonces, nuevo viaje a México. Supongo que tu carrera le debe mucho a este país...

-Todo. México me salvó hasta de mí mismo. En los toros porque me abrió muchas de sus plazas como novillero y en lo personal porque me descubrió la suerte que en el fondo he tenido de haber nacido en un país como España. Lo digo por las necesidades básicas de las que nuestro país disfruta pero que no valoramos en su justa medida. Y me dio también otra perspectiva de la familia. Comencé a entender lo mucho que quiero a mi gente. México ha marcado un antes y un después en mi existencia.

-¿Terminarás viviendo allí porque además creo que has encontrado también el amor de una mujer muy bella?

-(Risas) ¿Esto te lo tengo que contestar? Sí, soy muy afortunado y me siento bendecido, como dicen aquí, de haber conocido a Lidia. Ella es modelo profesional pero sobre todo es la persona que me completa. Aporta mucho a mi vida porque ha entendido lo difícil que es mi profesión y me ofrece estabilidad para dirigirme con juicio en todo. Hasta toreo distinto desde que estoy con ella. Y a la pregunta que me hacías al principio te diré que es muy difícil. Tengo un modo de vida que me apasiona. Teruel, sus bosques, su frío, la caza de la que soy muy aficionado... Me costaría un mundo renunciar a eso.  

-Has toreado en muchas de sus plazas. Querétaro, Torreón, Aguascalientes, Durango, Puerto Vallarta… incluso en el coso de Insurgentes del México DF. Y con mucho éxito.

-Toreé 36 novilladas en dos temporadas y eso me hace sentir un profundo agradecimiento por ese país. Por otra parte sentí al acabar ese segundo año que había encontrado el camino que no me daba España y curiosamente al volver muchos reconocieron mi esfuerzo y hasta me dieron valor en Valencia, a cuya escuela taurina había pertenecido, por el hecho de estar amparado en el nombre de quien me abrió las puertas de México. Hablo de Arturo Gilio, una figura del toreo en este país. De repente les parecí bueno por llevar el marchamo de semejante nombre. Y yo era el mismo. ¡Cuánta hipocresía!

-Pero no fue fácil. Solo tenías apalabrada una novillada cuando llegaste.

-Verás… Tengo marcadas algunas fechas que no se me van a olvidar. Un 31 de diciembre toreaba en Puerto Vallarta y al día siguiente, Año Nuevo, en Querétaro. Fueron nueve horas de viaje desde un lugar a otro. Sentí de un lado tristeza por la soledad y la ausencia de mi familia y de mis amigos pero orgullo por estar toreando en fechas tan indicadas porque ese era mi sueño. Mi sueño…. Me volvió a pasar en Durango otro 1 de enero pero ya de matador de toros. Esas dos fechas no las olvido.

-Porque España, ni siquiera Aragón o Valencia, te ha dado sitio ni oportunidad

-Teruel lo ha hecho. Y Cella. Y en las dos plazas he triunfado y estoy agradecido. Pero creo que es verdad aquello de que nadie es profeta en su tierra. También es verdad que en México tenía el aval de un nombre como el maestro Gilio que me abrió muchas puertas, algo que no ocurre aquí. Pero donde me pusieron respondí. Y triunfé de novillero. Me gustaría que ahora como matador, mi nuevo apoderado pudiera abrirme puertas para yo responder y dar la cara. Confío en eso.

-¿El toreo es injusto… y es cruel?

-Mucho. En la Escuela Taurina de Valencia nos hablaban de la dificultad que entraña esta profesión pero nunca pensé que fuera tanto. Y nunca pensé que me sacrificaría hasta el extremo de recorrer medio mundo para torear. He vivido en Francia, en Portugal y en México. Todo por un sueño en el que he puesto mi vida entera y mi juventud. Por eso siento que el toreo es muy injusto. Conmigo porque no me ha permitido la lucha, porque ni siquiera he tenido la oportunidad cierta de ponerme en circulación. Eso me ha llevado casi a la desesperación. Si no fuera porque uno tiene mucha fuerza mental sería para volverse loco por la frustración. Pero no ha sido así. Soy fuerte y soporto bien la injusticia, y aunque tengo la convicción de estar luchando solo contra un molino no me importa pasar como Quijote. 

-Hablábamos de lo injusto que es el toreo… Pero hay odio hacia él visto que la gloria no ha llegado.

-La verdad es que el destino me ha puesto muchas trabas. Muchas. Eso, si lo canalizas bien te hace muy fuerte. Y yo soy fuerte hasta el extremo de saber navegar en la más profunda soledad porque así me han repartido las cartas. Y hablo de la soledad densa, esa que te tiene arrinconado contra la pared cuando nadie cree en ti que no seas tú mismo. ¡Y cuidado…! la soledad te puede asesinar pero yo me hice amigo de ella y por eso no siento ningún resquemor hacia el toreo por supuesto. Ni siquiera contra la industria del toreo aunque es cierto que tanto sacrificio no recompensado haya generado en mí sentimientos encontrados. Quizá por eso nunca me río cuando toreo. Esto nunca lo había dicho a nadie. Fíjate en una cosa. En 2010 tomo la alternativa en Teruel y triunfo. Esa noche todo el mundo me quería, la habitación del hotel parecía la Gran Vía de Madrid en hora punta. Pero unas semanas después estaba tirado en una ciudad de México sin un duro en mi bolsillo. Me di cuenta de que todo es efímero en el toreo y eso creó en mí una serie de contradicciones en la cabeza que no sé si aún he resuelto.

-Pues si se torea como se es o cómo se está, algo de esto debe aflorar en tus faenas.

-A veces he toreado con más rabia que amor. Eso es así. Lo he descubierto con el tiempo. Y he descubierto que te tienes que encontrar a ti mismo para que todo fluya de forma natural. Mira…, yo no voy a tener más cojones que José Tomás ni voy a tener la sensibilidad que tiene Morante pero tengo personalidad y eso te da alguna posibilidad de triunfo. Lo entendí. Joselito me ayudó a ello. Me dijo en una ocasión una frase que me cambió todo: “Si te hace feliz, hazlo”. Se refería a torear por las dudas que estaba teniendo. Y entendí que a torear hay que salir satisfecho de poder hacerlo e ilusionado, cosa que por primera vez sentí en la última tarde que tereé en Teruel y ya después en México. Disfruto toreando porque soy yo mismo, como cuando empecé a torear casi de niño y me divertía cogiendo la muleta. El problema es que después escuché a todos menos a mí mismo. Tú tienes que hacer, tú tienes que corregir, tú tienes que… Y perdí el norte y me perdí yo.

-Antes hablábamos de lo injusto que es el toreo pero cómo funciona de verdad la Fiesta por dentro

-Los toreros solo somos una pieza del puzle y hay que encajar en el sistema. Sirves en tanto en cuanto se busque tu perfil. Hay dos o tres artistas, dos figurones, un par de toreros dominadores, otro par de banderilleros, alguno para las corridas duras… Así de sencillo. Y ya no hay más porque ya no encajas como pieza de su puzle. Eso es profundamente injusto porque torerazos como López Chaves, Castaño u otros de semejante categoría se desprecian y no tienen sitio porque el sistema tiene rechazada y proscrita la competencia y la rivalidad. Las temporadas están hechas desde enero y los huecos rellenos y sin posibilidad de conseguir espacio porque el puzle no te lo ofrece. Solo alguna tarde y un milagro hace que ese espacio se abra a ti porque se necesite alguien para su proyecto empresarial. Y a torear sin parar, y a ser objeto de cambios de cromos con otro proyecto empresarial...   

-Porque se hace difícil hasta la preparación en el campo. Eso no había ocurrido nunca con un matador de toros.

-Lo es. La crisis que ha atravesado España ha quitado de esto  a muchos ganaderos y los que han quedado se han tenido que reconvertir. Y una de esas nuevas prácticas es que alquilan las vacas de tienta o las venden para que una cosa que antes era solo necesidad a la hora de seleccionar el ganado ahora se haya convertido en negocio. Evidentemente si no tienes dinero o un buen padrino que te abra las puertas del campo vas listo.

-Y luego se te exige como a un tío que ha matado un puñado de toros y ha tomado parte en cientos de tentaderos antes de empezar la temporada.

-No te voy a decir el nombre pero si el número. Hubo un matador hace un par de temporadas que retornaba a los ruedos y mató a puerta cerrada treinta toros. Treinta toros no los he visto yo ni en postales. Súmale a eso las vacas de tentaderos constantes y entenderás que en la plaza esté siempre seguro y solvente. Y luego a ti se te mide bajo el mismo prisma con una docena de tientas en la espalda y un par de toros matados a puerta cerrada. Es verdad que esto no le tiene que importar al que paga una entrada. Digo al público en general. Pero sí al aficionado más culto que sabe como funciona esto.  

-Sergio, ¿uno no piensa con todo esto en abandonar, en echar el cierre a un sueño aunque sea tan bello y deslumbrante?

-Lo he pensado y lo pienso pero ocurre que creo en mí, que aún siento la ilusión del principio y eso me da fuerzas. Aunque parezca que se me arrincona. Ahora recuerdo la temporada en la que corte tres orejas en la feria de Teruel. Declararon triunfador a Castella que probablemente hizo la mejor faena pero triunfador al uso, o sea el que más orejas cortó, fui yo y nadie me tuvo en cuenta a la hora de conceder los trofeos de la feria. Me dolió en el alma pero supongo que Castella vestía más la gala de entrega de esos premios y el marketing para su nombre sumaba en esa temporada.  

-¿Qué es el fracaso para ti?  

-La renuncia a la lucha. Entregarse. En mi caso sería no haber conseguido la oportunidad que todo torero merece. No ya triunfar o debutar en Madrid que eso sería la leche. Creo que la merezco como todos los toreros que han tomado la alternativa y lucho por ella. Y si un día ha de llegar tengo otras actividades que han de llenar mi vida. 

-Tengo en mi poder unas hojas escritas de tu puño y letra que me entregaste antes de tu primer viaje a México como novillero hace ya unos años. Escribes sobre injusticia, soledad, miedos… ¿Siguen estando vigentes aquellas palabras?

-He calmado a la fiera. (Risas). Es obvio que somos lo que nuestro pasado nos ha forjado y esos sentimientos hay que tenerlos pero en el cajón. Y solo sacarlos como impulso no como venganza. Es lo que te decía antes: Torear con rabia o torear con amor. 

-¿Los toreros son gente especial, tienen un espíritu distinto al de los demás?

-Todo aquel que está dispuesto a entregar su vida por un sueño es diferente a los demás. En el toreo y fuera de él. Y yo admiro a los toreros por su filosofía de vida. Es muy parecida a la filosofía samuray. He leído mucho de eso. Honor, dignidad, sacrificio, nunca el fracaso, nunca la rendición… 

-Y hablas del miedo a la muerte… ¿Qué pensaste la tarde en la que murió Víctor Barrio? Tú habías toreado unas horas antes en ese mismo ruedo.

-Nunca he tenido miedo a la muerte. La miro desde lejos y hablo con ella como hacía Juan Belmonte. Le digo que no se fije en mí. Pero me hablas de Víctor. Fíjate… Yo esa tarde no pensé en dejarlo como han dicho otros toreros. Será porque a mí me han cogido muchos toros pero nunca de gravedad. Pero sí hay algo que me produjo un escalofrío y que me heló la sangre. Yo no querría por nada del mundo que mis seres queridos vieran mi muerte como ocurrió con el pobre Víctor. Eso fue terrible. Y luego hay algo por lo que le debemos estar agradecidos los toreros que como yo torean menos. Su sacrificio demostró que esto es de verdad, que la sangre de una figura es la misma que la de un torero que torea menos y que por muy poco que te vistas de luces mereces algo que hay quien te niega. Respeto. 

-¿Cómo son tus momentos previos antes de ir a la plaza?

-Soy un tío atípico. No lo paso especialmente mal. Es peor unos días antes, de hecho yo suelo ver la corrida en los corrales por la mañana porque me tranquiliza para bien o para mal. En la habitación me evado. Alguna de las veces que he toreado en Teruel incluso me voy a pasar el rato con mis perros y mi caballo y me despido de ellos (Risas). Pero sí hay un momento concreto que me hiela la sangre. La habitación está en absoluto silencio, yo sobre la cama y entra el mozo de espadas y dice las mismas palabras siempre: “¡Torero, vamos allá!”. Fíjate, te lo estoy contando y se me ponen los pelos de punta. Luego en el patio de cuadrillas es otra cosa, otro miedo. Ves las miradas de los compañeros. Sientes el profesionalismo. Algunos hasta empiezan a ganar la pelea con ellas. Sería digno de un estudio psicológico. 

-Hablamos antes de México pero Teruel es tu colchón, tu lugar de refugio, tu intimidad…

-Teruel ha sido el manantial de mi moral. Estar solo anunciado en su plaza me da una fuerza inmensa y me ayuda a enfocar mi día a día desde el momento mismo en el que me veo acartelado. Es fuerza pura y convicción de que ese va a ser mi momento. Y es el refugio de mis sinsabores en la Fiesta. Por eso me duele que haya habido quien dudara de mi amor por esta plaza y esta tierra y hasta de mi condición de turolense. ¡Coño! Llevó el nombre de mi pueblo en los carteles. Sergio Cerezos. No Sergio Blasco Iserte.    

-Por qué crees que ha podido ocurrir esto

-Hay quien tiene determinadas frustraciones personales y no tiene otra razón de vivir que arrojarlas contra los demás. Yo no he hecho daño a nadie. He estado orgulloso de llevar el nombre de Teruel por México, que es dónde más he toreado. Lo peor es que ser blanco de frustraciones te hace vulnerable a los ojos de los demás. Rajan de ti pero tú no puedes defenderte. Bueno… me han negado el pan y la sal pero ya no me importa. He madurado. 

-¿Tú crees que la gente te conoce como torero incluso en tu propia tierra? 

-No. He estado sujeto a formas impuestas. Yo me encontré a mí mismo el año pasado como ya te he dicho antes y ahora tengo otro sentimiento que me hace torear de otra manera. Yo creo que torear como ahora lo siento solo ha ocurrido en México durante el pasado invierno. Hubo una tarde en la que empezó a fluir todo y empecé a disfrutar de mi condición de torero. Era feliz toreando. Lo digo desde la absoluta humildad.

-Cuál es tu concepto en la lidia, quién te inspira, qué torero es tu referente…

Joselito ha sido mi referente en lo personal y en lo profesional. Es un tío de verdad. Sus formas toreras me inspiraron desde la Escuela Taurina de Valencia pero más la forma de dirigirse por la vida. Va de frente y de corazón. Es serio, firme y con principios éticos expresados también en la cara del toro y en la cara del propio sistema empresarial.

Antes de terminar quería preguntarte por el futuro del toreo

Nuestra generación podrá disfrutar de su grandeza. El futuro Dios dirá. Es verdad que la fiesta de los toros atraviesa un momento crítico pero tengo claro que mientras haya quien se exprese con sinceridad en la cara del toro y sea capaz de emocionar hasta lo indecible la Fiesta seguirá teniendo oportunidad.

-El antitaurinismo está instalado en el debate social… ¿Qué piensas de ello?

-Esta es la pregunta del millón, la que todo el mundo te hace. Mira, yo creo que se ha manipulado el pensamiento de la gente. Es fácil sacar rédito político y de imagen cuando atacas algo que lleva en su seno la muerte de un ser vivo. Atacar al toreo es fácil porque es fácil erigirse como paladín de una supuesta defensa de unos valores humanos que para mi entender desvirtúan la realidad. Los valores humanos son humanos y los animales no tienen esa condición por una razón: Tienen derechos pero no están sujetos a obligaciones como lo pueda estar yo o tú. A partir de eso hablamos ya de cosas distintas.  

-Para acabar… Quieres estar en la próxima Feria del Ángel. 

-Sí. Tengo derecho. He matado Pablorromeros y santacolomas, lo que nadie quiere. He salido a hombros varias veces. Soy de aquí y me he jugado la vida cada tarde porque lo he dado todo con mi corta preparación. Merezco un sitio en esta plaza y un respeto como matador de toros. Así lo ve también mi nuevo apoderado y en eso va a poner su tiempo y su trabajo.