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Hemeroteca: Otras polémicas por ermitas en Molinos, Villafranca del Campo y La Codoñera

El periódico recogía entonces litigios entre la Iglesia y otros ayuntamientos
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El periódico contaba también aquellos días, dentro de ese “conflicto de las ermitas” como así lo recogían, el litigio entre Molinos y el Obispado de Teruel por el campanario, pero en este caso a la inversa. Daba cuenta el periódico de que ambos mantenían un enfrentamiento en los tribunales por la propiedad del campanario y de una ermita, la de San Nicolás, recuperada por una escuela-taller. En este caso, el Obispado había presentado una demanda contra el Ayuntamiento para que desalojara la ermita, y también por haber registrado a su nombre el campanario, decía el periódico. El Consistorio municipal aprobó, con la ausencia de los concejales de la oposición populares en un pleno celebrado a principios de año, la inscripción el campanario y varias ermitas del pueblo en el registro de la propiedad a nombre del Ayuntamiento.

También citaba el periódico entre los casos polémicos de entonces el que enfrentaba al Obispado de Teruel con el Ayuntamiento de Villafranca del Campo por la propiedad de una ermita, litigio en el que el juez había dictaminado a favor del Obispado pero el Consistorio había recurrido la sentencia.

El último pueblo en sumarse aquel año 1993 al conflicto de las ermitas fue La Codoñera: El Ayuntamiento de La Codoñera se dio cuenta de que las ermitas de la virgen de Loreto y Santa Bárbara están inscritas en el Registro de la Propiedad de Alcañiz a nombre de la Parroquia cuando el mes pasado (noviembre de 1993) fue a pedir una copia en el Registro para rehabilitar la capilla de la Virgen de Loreto, según publicaba el periódico a punto de acabar aquel año, el 30 de diciembre.

Este rotativo continuaba así ofreciendo los detalles de la historia, y detallaba que el alcalde entonces, José Luis Lorenzo, había remitido una carta al Arzobispado de Zaragoza, reclamando la propiedad de las ermitas: Lorenzo mostró su enojo por la actuación efectuada por el Arzobispado de Zaragoza primero por su apropiación indebida de las ermitas y segundo por la forma de hacerlo en 1984, sin avisar a nadie de lo que estaba haciendo. “Esas no son formas. Se tiene que dialogar y comunicarse las cosas”.

‘En caso de que no prospere la reclamación efectuada por el Ayuntamiento al Arzobispado de Zaragoza’ recogía el periódico, ‘José Luis Lorenzo no dudará en ir a la Justicia, máxime cuando existen documentos en el Consistorio Municipal que atestiguan que son propiedad del Ayuntamiento, mejor representante legal del pueblo de La Codoñera’.

Defendía además que ‘las ermitas de la Virgen del Loreto y de Santa Bárbara son del pueblo de La Codoñera porque ha construido las ermitas echando sus jornales, las ha mantenido y las sigue manteniendo’. 

Obispo de Teruel cuestionaba los usos no religiosos

En medio de la polémica, el Obispado de Teruel solo mostró su opinión en el periódico a través de un artículo de opinión firmado por el entonces obispo, Antonio Algora, en el que no citaba ningún caso concreto de los pueblos con los que mantenía litigio. Se refería a cuestiones históricas, empezando por reprochar que se ha desatado en nuestra tierra un afán de algunos ayuntamientos por inscribir edificios religiosos en sus inventarios municipales que no es normal, y criticaba el interés de algunos por querer en más de un caso convertir en salones culturales los lugares de culto, o simultanear actividades culturales profanas y religiosas en el templo de un santuario o ermita. Nuestro pasado rechaza sin paliativos estos usos, recogía en el texto publicado en el periódico.