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Ocho chavales cambian las mochilas del cole por los giganticos de la Comparsa de Gigantes Ocho chavales cambian las mochilas del cole por los giganticos de la Comparsa de Gigantes
Los nuevos giganticos en su primer recorrido callejero. Bykofoto/Antonio García

Ocho chavales cambian las mochilas del cole por los giganticos de la Comparsa de Gigantes

Bautizados los cuatro nuevos miembros del grupo que son llevados por niños de entre 8 y 12 años de edad
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Cuatro giganticos se sumaron este domingo a la Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Teruel con motivo de las celebraciones de la Festividad de San Jorge, patrón de Aragón, que se encargarán de llevar a partir de ahora niños. Los chavales que los cargaron sustituyeron sus mochilas del cole, que pesan casi lo mismo cuando van llenas de libros, por unos giganticos que el Ayuntamiento de Teruel ha recuperado y que datan los años 50 del pasado siglo.

El de este domingo fue un día de fiesta para la Comparsa de Gigantes y Cabezudos, que ha visto crecer de nuevo la familia con otras cuatro incorporaciones, en este caso unos gigantes más pequeños que los tradicionales y a los que se llama giganticos. 

Es una figura que ya existe en otros sitios y que se suma por primera vez a la comparsa turolense, incorporando de esta manera a los niños en la misma, ya que serán los encargados de llevarlos puesto que pesan mucho menos que los gigantes.

Jorge Martín, de la comparsa, explicó que de esta manera los niños han podido incorporarse al grupo participando en la salida de los gigantes. En términos similares se expresó el concejal de Fiestas, Javier Domingo, quien dijo que “faltaba dar ese paso y así la tradición está más viva”.

Los cuatro nuevos giganticos portados por niños fueron bautizados  en un acto que tuvo lugar frente a la puerta del Ayuntamiento de Teruel y que estuvo muy concurrido, a pesar de que  poco antes había llovido y a primera hora la mañana era desapacible.

Cuando llegó la hora del bautizo, salió el sol y los gigantes y cabezudos fueron desde San Martín hasta la plaza de la Catedral para recibir a los nuevos miembros de la comparsa, que aguardaban dentro de la Casa Consitorial.

Para el bautizo, los ocho gigantes hicieron un pasillo frente al Ayuntamiento en medio de la expectación de los niños y del público, se abrieron las puertas y salieron los cuatro nuevos giganticos: El Indio, La Abuela, El Perillán y La Princesa, que interpretaron su primer baile en solitario con la pieza musical La zorra de Lechago.

Nuevos músicos

El grupo de música tradicional de la Escuela Antón García Abril fue el encargado de acompañar en su bautizo a estos nuevos personajes. En esta ocasión, además, se sumaron al grupo como músicos tres nuevos niños, según destacó el responsable del mismo, José Manuel Alba.

Tras el bautizo en la plaza de la Catedral, donde se repartieron caramelos para los niños mientras los gigantes y giganticos hacían sus bailes, la comitiva recorrió distintas calles del Centro Histórico en medio de la algarabía de los más pequeños, abriendo el paso los cabezudos y seguidos de las nuevas incorporaciones.

Las cabezas de estos cuatro giganticos fueron encontradas de forma casual en un almacén del Ayuntamiento de Teruel y datan de los años 50 del pasado siglo. El concejal de Fiestas explicó que  las cabezas han sido restauradas en Stilart y que la estructura y los vestidos también se han hecho en Teruel, mientras que Teresa Fabregat ha regalado los pendientes y collares que llevan los dos personajes femeninos.

De las cuatro cabezas, tres eran de gigantes, mientras que la del Indio correspondía a un cabezudo pero en este caso ha sido reciclado en gigantico como los otros.

A diferencia de los gigantes, el tamaño de estos giganticos es más pequeño, de cerca de dos metros y medio, según explicaron los miembros de la comparsa, mientras que su peso oscila entre los 10 y los 12 kilos para que los puedan llevar los niños.

Algunos de los chavales que los cargaron  comentaron que se habían entrenado haciendo deporte y llevando la mochila del colegio.

En total fueron ocho niños con edades entre 8 y 12 años los encargados de llevarlos en su primera salida, alternándose a lo largo de todo el recorrido y de los bailes. Una de las mayores, Paula Alba, de 12 años, comentó que le hacía “ilusión” salir en la comparsa llevando uno de estos gigantes pequeños, y que se había preparado “practicando los bailes en casa” y cargando la mochila del colegio, que con libros pesa unos 9 kilos y medio, prácticamente lo mismo.

Blanca Llorens, de 9 años y que se encargó de llevar el gigantico de La Abuela, comentó que se había tomado muy en serio la preparación y los ensayos. A pesar de haber sido bautizado este gigantico con el nombre de La Abuela, el domingo ya circulaban otros motes como La Vieja y La Bruja.

El Indio lo llevó Mario Puerto, de 9 años, quien comentó que cuando se lo propusieron no dudó en aceptar y que se había preparado haciendo deporte.

Otro de los niños que se metió debajo de los giganticos para cargarlos y bailar con ellos a cuestas fue Javier Fandos, también de 9 años, que comentó que le hacía “ilusión” participar y que se preparó cargando “la mochila del cole, que me pesaba mucho”.

El concejal de fiestas incidió en la importancia de que los niños se incorporen a la comparsa para llevar estos nuevos giganticos y mostró su “orgullo” de que la misma vaya creciendo y cada vez esté “más viva”. Domingo anunció que en junio acudirán al Encuentro de Gigantes de Aragón que se celebrará en Fraga, y que viajarán con los giganticos, cuya restauración, construcción de la estructura de aluminio y elaboración de los vestidos ha requerido de una inversión muy pequeña.

Con estas nuevas incorporaciones, la comparsa se compone actualmente de 8 gigantes, 4 giganticos y 19 cabezudos, aunque estos últimos no salen todos y en esta ocasión lo hicieron solo ocho.

Tradición y cantera

La incorporación de los cuatro nuevos giganticos ha supuesto abrir paso a los niños dentro de la Comparsa de Gigantes, ya que son 8 los chavales encargados de llevarlos para poder ir alternándose durante todo el recorrido.

Con edades entre los 8 y los 12 años, todos se mostraban ilusionados con esta experiencia y dispuestos a seguir con la tradición, habiéndose preparado a conciencia durante el último mes para ser capaces de llevarlos a cuestas así como para hacer los bailes que representan a lo largo de su recorrido. El concejal de Fiestas, Javier Domingo, destacó precisamente la “ilusión” con que estos chavales se habían tomado este trabajo.

Jorge Martín, de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos, destacó que los gigantes, con los giganticos nuevos, hayan pasado a ser doce, convirtiéndose así en “una de las comparsas más numerosas de Aragón”.

Martín comentó que estas incorporaciones habían sido “en parte casualidad porque al encontrar las cabezas nos preguntamos qué hacíamos, y decidimos hacer estos giganticos, que era lo que faltaba en la comparsa al igual que los hay en otros sitios de Aragón”. Aseguró que de esa forma “los pequeños, que son los que más van a disfrutar”, también se suman al grupo recorriendo con los mayores las calles de la ciudad. La estructura de los giganticos está hecha de aluminio para aligerar el peso y que los chavales puedan llevarlos. Los grandes pesan entre 40 y 50 kilos, y 30 los que menos.