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Ramón Barrera, coach y comunicador: “Aprender es probar cosas, es retarte y es cambiar; yo aprendo porque cambio” Ramón Barrera, coach y comunicador: “Aprender es probar cosas, es retarte y es cambiar; yo aprendo porque cambio”
Ramón Barrera el pasado fin de semana en Teruel

Ramón Barrera, coach y comunicador: “Aprender es probar cosas, es retarte y es cambiar; yo aprendo porque cambio”

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El coach y comunicador Ramón Barrera fue el encargado de clausurar el pasado fin de semana el I Congreso autonómico de arte y emoción en educación celebrado en Teruel, dedicado a explorar nuevas técnicas de aprendizaje y educación a través del arte y las emociones.

-¿Qué es aprender?

-Para mí aprender es cambiar. Siempre estamos obsesionados con aprobar con las notas, pero habría que elegir menos aprobar y más a probar.

-¿Por qué?

-Porque se trata de eso, aprender es probar cosas, es retarte y es cambiar, yo aprendo porque cambio mi pensamiento y sobre todo porque cambio mi comportamiento y mi manera de hacer las cosas. Cuando aprendemos incorporamos y cuestionamos. No es un cambio de 360º, puesto que incorporar para mí ya es cambiar.

-La sociedad en la que vivimos, a pesar de tener las mayores oportunidades de la historia por las posibilidades que le ofrece la tecnología, tampoco es proclive al aprendizaje, ¿no le parece que nuestro mundo anima más al adoctrinamiento que al pensamiento libre? Porque aprender no solo se aprende en la escuela.

-Por supuesto, se aprende en cualquier lugar. Aprender es también ser curioso, contemplar, escuchar, y cuestionarte. Planteas el tema del adoctrinamiento y es cierto que muchas veces queremos imponer las cosas. Para mí el aprendizaje está también vinculado a que las personas sean autónomas y a generar en las personas una capacidad crítica desde su capacidad de valorar dónde hay oportunidades y enseñarles a decidir por sí mismos, no a sustituir.

-¿Qué es para usted el libre albedrío?

-Para mí el aprendizaje está muy vinculado a la libertad. Creo que aprender es hacer sentir libres a la gente, entendiendo que la libertad pasa porque cuando yo elijo algo también renuncio a otra cosa. Esa es la libertad, elijo porque renuncio, y para mí aprender es también ver la posibilidad de que seamos libres dentro de lo que se puede ser libre.

-En uno de los talleres que se impartieron en el congreso, una de las participantes comentó que conforme uno se hace mayor nos sentimos más sujetos a las normas.

-Bueno, es cierto que hay un proceso vinculado al pudor, de qué pensarán los demás. Con los niños la ventaja es que cuando empiezan en el colegio se sienten tan libres y tan capaces de no callarse y de atreverse a todo, pero cuando somos mayores nos da vergüenza, pero para eso está preguntar. Para mí aprender está vinculado a preguntar, un niño nace preguntándolo todo.

-¿Por qué tenemos tanto miedo a reconocer nuestra ignorancia en público?

-Para mí es una cuestión de vulnerabilidad, ya que la confianza está vinculada a eso. Y nos falta tener confianza muchas veces en nosotros mismos y sentirnos vulnerables. Para mí aprender es también reconocer que no sabes, que es un paso muy sano y en el campo de la educación parece que tú tienes que ser poseedor del saber y es muy complejo porque parece que no puedes reconocerlo libremente.

-¿Sabemos aprovechar las nuevas tecnologías de la comunicación para poder tener un aprendizaje continuo? A veces la impresión que da es que nos embrutecemos y nos atontamos con el móvil.

-Veo mucha inquietud en las familias de cómo se están utilizando las tecnologías. Y es verdad que hay un desajuste importante de cómo lo vive una nueva generación y cómo lo ha vivido la que ahora son padres o profesores, y muchas veces nos está costando acoplarlo, pero hay que pensar que estas tecnologías han venido para quedarse y es una herramienta que como tal hay que trabajarla e incorporarla a la vida. Lo que pasa es que la información la tienes ya al alcance de un clic y lo interesante es que esa información la conviertas en conocimiento, que es lo que la hace valiosa. Lo importante es que la gente sepa buscar la información, la procese y la cuestione, y que entre todos generemos también esa información. A mí una palabra que no está en el diccionario pero que me gusta mucho es la “exteligencia”.

-¿Qué significa esa expresión?

-Para mí es algo clave en el siglo XXI. La información es necesaria y va a estar ahí, pero la exteligencia es la capacidad de aprender de y con otros, y tener la capacidad de interactuar, que para mí es importantísimo. Eso hace que las personas sepan trabajar con otras.

-El problema no es la herramienta, es el uso que se hace de ella, ¿verdad?

-Por supuesto, para mí es una herramienta más y hemos conseguido tantas cosas con el uso de herramientas, lo que pasa es que hay que saber darles uso y enseñar a la gente las posibilidades y el potencial que tienen.