Hemos asumido que internet es la mejor manera para encontrar soluciones rápidas a nuestros problemas del día a día. El caso de los despachos de abogados sigue la misma línea, pero existen algunos trucos que, como clientes, debemos saber identificar para que no nos engañen. ¿En qué debemos fijarnos si buscamos un abogado por internet?
Debemos tener en cuenta que, a pesar de las acciones que se están realizando constantemente para impulsar la seguridad en internet y facilitar las gestiones online, se trata de un canal donde cualquier empresa puede aparecer y, si sabe cómo posicionarse, suplantar, en este caso, a abogados de calidad.
El marketing online frente a la profesionalidad
En el ámbito de los buscadores lograr las visitas es lo más importante, porque muchas de ellas son potenciales clientes. Al final no es necesario ser un buen abogado -ni siquiera un abogado a secas- para tener una página que capte clientes necesitados de un asesor legal si sabemos cómo posicionar nuestra página.
Como consumidores tenemos que ser conscientes de ello y, cuando visitamos una página que nos está ofreciendo ayuda legal, saber identificar varios puntos importantes:
1. Si hemos llegado a través de un anuncio de Google debemos saber que estos aparecen por el mero hecho de pagar, por lo que no garantiza que el despacho sea de calidad. Podemos saber que es un anuncio de Google por el pequeño aviso que aparece en él mismo.
2. Si hemos llegado a través de una búsqueda que no es de pago, hay que revisar que no estemos ante un intermediario que cobra comisión por ‘pasar’ un cliente. Estos intermediarios son especialistas en SEO y lo único que hacen es vender los contactos a los despachos que les paguen, por lo que nunca sabremos si el despacho que nos manda el presupuesto es profesional o no o, lo que es peor, si está especializado en nuestro problema. El que más pague se lo lleva.
¿Cómo están contrarrestando esta situación los despachos de calidad?
Muchos despachos de abogados están viendo que sus posibles clientes están contratando otros despachos menos profesionales, o que estos intermediarios les exigen mucho dinero si quieren obtener los contactos. Ante esta situación, algunos de ellos están organizándose en grupos y se están esforzando en ofrecer un servicio más transparente y profesional -como en el ejemplo que ya conocimos de algunos abogados mercantiles-, ya que lograr aparecer en las primeras posiciones de google es muy costoso y, de esta manera, pueden compartir costes.
Aunque estos movimientos de respuesta por parte de los abogados que están perdiendo clientes todavía es pequeño, parece que va a aumentar. Si se realiza correctamente, este movimiento puede ser beneficioso para los clientes ya que puede permitir abaratar costes al eliminar intermediarios, y ofrecer despachos de ámbito local que, de otra manera, sería imposible que aparecieran en las búsquedas de internet.
Como clientes, lo que podemos hacer para obtener más calidad en el servicio ofrecido y evitar que aparezcan este tipo de intermediarios -que aumentan el coste que vamos a pagar al abogado que contratemos- es revisar que el despacho con quien contactamos a través de una página web es, o bien propietario de dicha página -página web directamente de un despacho de abogados-, o bien una unión de abogados profesionales que buscan posicionarse correctamente. Estas últimas se reconocen porque no esconden los datos de los despachos que aparecen en sus plataformas, a diferencia de los intermediarios que los ocultan para que el cliente no pueda ‘saltarles’ y pierdan la comisión.
