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La trufa negra es la reina de un mercado que plantea abrirse a otras variedades La trufa negra es la reina de un mercado que plantea abrirse a otras variedades
Numeroso público asistió a las sesiones celebradas ayer en Sarrión

La trufa negra es la reina de un mercado que plantea abrirse a otras variedades

La unión del sector y el impulso a la investigación son claves de cara al futuro, según los expertos
Cruz Aguilar

Hay mercado para más toneladas de trufa negra en el mundo ya que la que hay en la actualidad no es suficiente para abastecer la demanda. Por eso, los truficultores no deben de tener miedo en incrementar la producción anual ni tampoco en introducir nuevas especies puesto que aunque la Tuber melanosporum es la reina, no todo el mundo puede acceder a ella y hay otras variedades a las que habría que sacarles más partido culinario, según explicaron ayer los expertos en Sarrión. El tema se abordó durante la mesa redonda organizada en el marco del encuentro internacional Mediterráneo organizado por el proyecto Incredible (Innovation Networks of Cork, Resins and Edibles in the Mediterranean basin) que promueve redes de innovación en el ámbito mediterráneo que trabajen y contribuyan a la transferencia de conocimiento en los productos forestales no maderables, como la seta y la trufa.

Entre las variedades de trufa a las que los especialistas les ven futuro están la Tuber aestivum o de verano que, aunque tiene un precio muy alejado de la melanosporum, se recolecta en una temporada diferente y además puede generar otros recursos asociados, como el trufiturismo. En este sentido se pronunció Josep María Serentill, presidente de Fetruse, la Federación Española de Setas y Trufas de España, quien indicó que pese a que la Tuber brumale “está desprestigiada”, no se comercializó más durante la pasada campaña “porque no había”, aseguró. Por eso, matizó que no debe haber miedo ni a producir más cantidad de negra ni del resto: “Nos vamos a complementar y sobre todo hay que promocionarla”.  Serentill fue aún más allá y precisó que incluso la trufa china ha sabido ganarse un hueco en el mercado y vender cada año cientos de toneladas pese a su más que cuestionable valor culinario.