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Entrevista a Andrea Carrilero, luchadora de artes marciales: “Si pierdo e incluso si gano, salgo llorando porque me exijo mucho” Entrevista a Andrea Carrilero, luchadora de artes marciales: “Si pierdo e incluso si gano, salgo llorando porque me exijo mucho”
Andrea Carrilero (dcha.) propina una patada a su rival en un campeonato de la Comunidad Valenciana

Entrevista a Andrea Carrilero, luchadora de artes marciales: “Si pierdo e incluso si gano, salgo llorando porque me exijo mucho”

Kick boxing, K1, boxeo, fitness y especialmente, muay thai son las disciplinas que practica
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Por Gonzalo Saz

Andrea Carrilero es la viva representación turolense de las artes marciales. Muay thai, K1, kick boxing, boxeo y fitness son todas las disciplinas que practica esta joven de veintidós años. En busca de una oportunidad en el mundo de las artes marciales, inculcado por su familia, tuvo que emigrar a Valencia, donde compaginó sus estudios de Ciencias del Deporte con la lucha. En la capital del Turia se labró un nombre como luchadora de este deporte, del cual quiere ascender al máximo nivel, y para ello ha llegado a entrenar en Tailandia, cuna del muay thai y demás artes marciales. Su objetivo es el de poder competir en el país asiático y hacerse un nombre en el olimpo de esta disciplina. Exigencia, esfuerzo y superación son tres palabras que no se escapan de la mente de la Princesa Guerrera, sobrenombre por el que es conocida Andrea, y es que para ella el deporte es su vida. 

- ¿Cuándo empezó y con qué modalidad?

- Empecé en 2014 con muay thai porque mi padre es profesor y siempre ha hecho thai. Empecé por enero o febrero y ya en octubre fue mi primera pelea, que es cerca porque normalmente pasan dos años hasta que empiezas a pelear, y en mi caso fueron ocho o nueve meses. También hago boxeo, kick boxing, K1 y fitness. El caso es que nunca me había gustado, porque iba a las competiciones y odiaba ver sangre y tanta agresividad. Además, yo hacía gimnasia rítmica, y no era para nada mi deporte. Pero mi padre me llevaba los fines de semana al gimnasio, y poco a poco me fui enganchando, y al final es que no puedo estar un día sin entrenar esto.

- En relación con sus inicios, ¿cómo fue su primer combate?

- Perdí, pero pensaba que iba a estar más echada para atrás, más nerviosa. Siempre estoy para adelante, pero claro la chica era más mayor, como quince o veinte años más que yo, porque yo tenía dieciocho años. Ella tenía más experiencia, porque normalmente empiezan en peleas que no gana nadie, como un entrenamiento, y yo me metí a la aventura.

- Desde 2014 hasta ahora ha habido una larga progresión. ¿Cómo la vivió?

- Muchísimos parones, porque empecé en Teruel y me fui a vivir a Valencia, y ahí lo dejé. Volví a pelear, me lesioné y volví a dejarlo. Me cambié a otro gimnasio, y lo dejé otra vez. En serio, llevaré un año y medio o dos seguidos, que es cuando más he competido. La mayoría de peleas las tengo este año, pero con lesiones. Lesiones de entrenar llorando, pelear con lesiones de “no puedo”... y aun así ganar casi todas.

- ¿Ha ganado algún título importante a lo largo de su carrera?

- Gané un título nacional de muay thai, donde me dieron un cinturón, luego tengo como 16 peleas en amateur, y 3 en neoprofesional, que es una disciplina ya sin protecciones, y la próxima que tengo es en neoprofesional también, pero ya veré si llego, porque estoy lesionada. Luego tengo el bronce nacional en muay thai, y otro bronce nacional en kick boxing.

- Habla de que está lesionada. ¿Qué es lo que le ocurre?

- Tengo una rotura de isquiotibiales, que me duele en la rodilla, y una rotura de inserción de cuádriceps. Pero llevo un año igual, que me curo y luego me lesiono. Porque si tuviera que parar para recuperarme, no entrenaría ni un mes al año, y luego pierdes ritmo, y si pierdes el campeonato autonómico, luego no vas al nacional.

- Su padre es también su entrenador. ¿Cómo es entrenar con él?

- Todo el mundo me dice: “Qué envidia”. Pero la presión en casa está a todas horas. En el tema de nutrición no es muy exigente, porque yo me llevo bastante bien con eso, pero conozco a deportistas que les entrenan sus padres, y también están metidos en el tema de la nutrición y no les dejan comer nada. Yo porque se llevar todo eso, pero tengo muchísima presión, por ejemplo ahora en noviembre, mi padre ha confirmado que iré al campeonato pese a que estoy lesionada, sin decir yo nada, y es así siempre. También de entrenar coja y llorando, y él animando y presionando, pero bien. Luego mi madre que es mi psicóloga. Al fin y al cabo mi familia me ha inculcado el deporte, porque ella es profesora de aquaeróbic, mi padre es profesor de thai, han tenido un gimnasio 25 años, esto me viene de pequeñita.

- Ha estado en Tailandia que es la cuna del muay thai. ¿Cómo fue la experiencia?

- He ido ya cuatro veces, y solo para entrenar. No he competido porque solo voy tres semanas y no me llega para que me busque una rival y competir con ella. Porque ahí van los mejores de cada país, porque Tailandia es donde nació el muay thai. Entonces no me da tiempo a competir, pero sí a entrenar, y cambias de una hora o dos al días, a seis o siete al día, y con las mejores luchadoras del mundo, y luego también afecta la humedad. Después llegas aquí con un fondo físico que te sobra todo.

- ¿Cuáles son sus objetivos a corto y largo plazo?

- Tenía idea de vivir en Tailandia unos meses, para competir, pero me frenan las lesiones porque me lesiono muy rápido, así que igual voy solo un mes a probar y ya me vuelvo. Luego voy a hacer las oposiciones de Policía Nacional, que lo veo compatible totalmente con el deporte, que es mi prioridad. Entonces seguir ganando, a ver si las lesiones me respetan, pero es que me exijo tanto que me sobrecargo. Me dicen que no compita y así no me lesionaré, pero es que sin competir no me esfuerzo y a mi lo que me gusta es la competición.

- Compite en varias disciplinas. ¿A qué se debe?

- Al ser chica en artes marciales, que es un deporte mayoritario de hombres, con mi peso, con mi experiencia, es muy complicado encontrar rivales solo en una disciplina. Luego la gente que hace muay thai dice que lo demás no, porque en muay thai prácticamente no hay reglas, y dicen que en las demás disciplinas no pelean. Pero creo que para ganar experiencia hay que pelear en varias disciplinas, y cuanto más mejor, porque todo va complementando. 

- ¿A quién tiene como referentes?

- Mi padre porque es mi entrenador y mi madre que es mi psicóloga, me hace enfocarme, olvidarme de los problemas, pensar positivo... y luego mi padre está todos los días aguantando mis lesiones, mi mala leche, mi todo. Luego también hay una chica, que me gustaría pelear con ella, pero que tiene como 100 peleas, así que con tiempo. Es Iman Barlow, un chica de Inglaterra, que la vi una vez en la televisión y me impactó, desde entonces hasta me he comprado sus pantalones, y claro me gustaría enfrentarme a ella.

- Tiene el sobrenombre de Princesa Guerrera. ¿De dónde viene?

- Me lo puso mi padre, porque empezó a decirlo y luego todo el mundo me llamaba así, también me hicieron un top con ese nombre, y desde entonces ya se creó. También me dicen que cómo puedo subir al ring y cambiar tanto. Porque soy pequeñita, con cara de niña buena, la voz dulce... luego subo y cambio totalmente.

- Además de las artes marciales, ¿a qué dedica su tiempo libre?

- Estudio, he acabado la carrera este año de Ciencias del Deporte y mi tiempo libre es ir al gimnasio. A veces voy de fiesta pero prefiero ver la televisión que irme de fiesta. En uno o dos años he cambiado mucho, la fiesta ya no me llama, tampoco lo de beber y salir.

- Si no se hubiera dedicado a las artes marciales, ¿qué habría hecho?

- No lo sé, deporte seguro. Fitness, que me encanta y que también lo practico todos los días. Igual cuando se me pasen las lesiones y la época de competir en thai, que es más o menos a los treinta años, entonces igual me decanto por el fitness. 

- ¿Cómo es Andrea Carrilero?

- Tengo mucho carácter, no me dejo vencer por nada, dejo las adversidades fuera. También soy muy exigente conmigo misma, porque me exijo mucho más de lo que hace mi padre. Si pierdo, incluso si gano, salgo llorando, porque me exijo mucho y trato de hacerlo perfecto, y no siempre se puede. Siempre creo que puedo dar más y me frustro, aunque luego veo los vídeos y me veo bien, pero en el momento lo paso mal.