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La crónica del discurso del presidente en la primera jornada del debate de la Comunidad: Lambán ante La crónica del discurso del presidente en la primera jornada del debate de la Comunidad: Lambán ante
Imagen general del hemiciclo durante la intervención de Lambán

La crónica del discurso del presidente en la primera jornada del debate de la Comunidad: Lambán ante "la berrea de los ciervos"

80 minutos de intervención
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Por Ángel A. Giménez

Al presidente aragonés le quedan dos días de debate sobre el estado de la Comunidad y (estirando) ocho meses de gestión, hasta las elecciones autonómicas del año que viene. Que Javier Lambán siga al frente del Gobierno dependerá de que durante este tiempo resista a "la berrea de los ciervos".

Calificar el discurso inicial de un debate como el que ha comenzado hoy en las Cortes de Aragón es un juego entre partidos políticos cuyo resultado se repite siempre: para el grupo parlamentario que apoya al Gobierno es el limpio reflejo de una gran gestión; para los grupos de la oposición es todo lo contrario. Luego están los matices.

Obviamente, tras la intervención de 80 minutos de Lambán, esas antagónicas formas de verlo han circulado por las cámaras de televisión, por las emisores de radio, por la sala de prensa y por los comentarios privados.

Había expectación en el Palacio de la Aljafería por averiguar qué diría el presidente de la comunidad a ocho meses de las elecciones, ya que ha logrado un hito meritorio, aunque no aislado: para la izquierda se está derechizando; para la derecha, es un rehén de las izquierdas radicales.

Más allá del territorio en el que se mueva Lambán, la realidad de la política aragonesa sí que puede considerarse una isla: a pesar de las discrepancias, los presupuestos y la mayoría de las iniciativas (sigue pendiente la renta básica) han ido saliendo, lo que en opinión del presidente y líder socialista ha configurado "un prodigio de normalidad". O estabilidad.

Hablar de "prodigios de normalidad" en un contexto plagado de móviles en modo grabadora, tesis, másteres y fechas electorales dispersas resulta sin duda prodigioso, así que a ello se ha aferrado Lambán para repasar resumidamente el balance de estos tres años de novena legislatura, al que ha llegado, ha dicho, "en un momento saludable".

No ha sido sencillo, como ha recordado el jefe del Ejecutivo aragonés, y más cuando los populismos acechan como reemplazo de la socialdemocracia o del liberalismo. Para Lambán, no obstante, Aragón ha resistido.

Y no será sencillo, ha advertido también, especialmente si se mira a Cataluña, con cuyo conflicto y sus probables o improbables soluciones se ha mostrado crítico.

En su opinión, tienen que tomar la palabra todas las comunidades en una suerte de diálogo multilateral que supere "la incapacidad" del que entablan Madrid y Barcelona.

Desigualdad, bolsas amplias de pobreza infantil, la tensión catalana, efectos de la crisis aún llameantes... El contexto es más que difícil, y por ello, Lambán ha emplazado a reconstruir el "contrato social" desde el consenso.

El presidente también ha hecho gala de aragonesismo. Aragón será pieza clave en el engranaje constitucional, en el aprovechamiento de las exportaciones, en el futuro de la economía española o en la viabilidad de las políticas sociales. Por sintetizar: "Es el tiempo de Aragón".

Lambán, de hecho, ha cerrado su intervención, leída íntegramente, con apelaciones al tiempo.

Por un lado, "el tiempo de la berrea de los ciervos"; por otro, "el tiempo de pensar en Aragón".

El primero es propio del otoño, y en otoño acabamos de entrar; el segundo...

"El tiempo de pensar en Aragón" es el que el presidente ha pedido para vencer el "ruido" que provocan quienes "carecen de argumentos alternativos" o están sumidos en la "impotencia". "El tiempo de Aragón", vaya, puede ser siempre o puede ser ahora.

Las urnas de mayo de 2019 decidirán cuál de esos tiempos, según lenguaje de Lambán, es el que debe durar.

El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve; los presidentes de las diputaciones zaragozana y oscense, los secretarios generales de UGT y CCOO en Aragón, la diputada nacional Susana Sumelzo, representantes de CEOE y Cámara de Comercio como Fernando Callizo o Manuel Teruel...

Ellos, los diputados/as de las Cortes y los periodistas ya lo saben: los ciervos han empezado la berrea.

En otras palabras: se avecina la campaña electoral