Susana Lozano, doctora en Historia Medieval: “Las violaciones se usan como arma de guerra, es una táctica de desmoralización que se sigue empleando”

Susana Lozano es doctora en Historia Medieval y da clases de Enseñanza Secundaria en un instituto de Zaragoza. Intenta que a sus alumnos les pique el gusanillo de la historia pero sobre todo les enseña a tener un pensamiento crítico con todo lo que les rodea. Ofreció una ponencia sobre la mujer en la guerra durante el Curso de Historia Medieval de la Fundación Santa María de Albarracín. 

- La participación de la mujer en la guerra es un aspecto bastante desconocido, ¿no es así?

- Nuestra historia no es de la mitad de nuestra sociedad, las mujeres no tienen cabida y hay que preguntarse donde están, en la guerra y fuera de ella.  

- ¿Y donde están?

- Hay intelectuales que desplazaban completamente a las mujeres del plano de la guerra, como si fuera algo para lo que ni física ni mentalmente están preparadas. Es una forma de acoso y derribo hacia las mujeres ya desde la antigüedad hasta hace bien poco. En el plano literario, en el ideario colectivo, la mujer sí participa en la guerra a través de tres modelos, la figura de las amazonas, mujeres salvajes que combaten; las doncellas guerreras cuyo modelo es Juana de Arco, que toma unos roles masculinos de forma muy puntual y a veces por necesidad. El último modelo que se mantiene en el ideario colectivo de la Edad Media es el de las mujeres sitiadas que ante la ausencia de varones toman las riendas. Por otra parte hay mujeres que están formadas en la guerra e incluso escriben tratados y, si las hubo que los hacen, también habría las que lo leyeran.

- Los fueros eran lo que regulaban el comportamiento de la sociedad, ¿qué referencias hay de la mujer en la guerra?

- Hay muchos fueros que establecen las huestes para hombres y mujeres, en algunos, como el de Sahagún se establece la participación de ambos y si aparece el femenino es porque se daba por sentado. También hubo mujeres que participaron en las Cruzadas, como Leonor de Aquitania, que es la esposa del rey y sirve de estímulo para que otras mujeres acompañen a esos séquitos Tierra Santa. 

- ¿Cómo fue su presencia en el frente?

- Hubo casos de mujeres que estuvieron dirigiendo, con auténtica autoridad, como Urraca, mujer de Alfonso I El Batallador que iba a caballo al mando de su séquito. También hubo mujeres que combatieron en situaciones más extremas, como los asedios, y su participación en revueltas se atestigua hasta en la revolución industrial.

- ¿Qué papel tuvo en la retaguardia?

- Hay que pensar en la mujer no solo como persona con responsablidad en temas de logística, sino también en la mujer cosificada que se convierte en objeto de intercambio o se usa para sellar un pacto. Las propias violaciones se usan como arma de guerra y son un atentado contra toda la sociedad.

- Eso es una constante hasta en las guerras actuales, ¿no?

- Es una táctica de humillación y desmoralización que se sigue haciendo. Pero cuando se describe la guerra, este tipo de cosas que a veces son detonantes, tampoco se mencionan, y si se hace es por encima, pasa desapercibido.

- ¿Por qué la mujer ha sido invisible a lo largo de la historia?

- La historia está hecha por hombres y escrita por los vencedores, que también son hombres. Se hace la historia de forma tan sesgada y tan posicionada que quedar en el anonimato es muy sencillo.

- ¿Cree que la mujer ha ganado peso y visibilidad o que queda mucho aún por hacer?

- Vamos cada vez a mejor, esto es un debate que sale a menudo en las aulas, ellos creen que hay grandes avances, pero todavía hay cosas que deben de conseguirse. Que la mujer sea desde hace 40 años un tema de la historia para empoderar su figura y sacarla a la luz es un logro considerable. 

- En esto sí se ha mejorado.

- En los últimos 40 años los historiadores están haciendo un buen trabajo para mostrar una historia más real que la que se estaba haciendo en tono masculino, se ha sacado a muchas mujeres a la luz. Hacer la historia de la sociedad contando con hombres y mujeres, como realmente es, es un paso adelante.  

- En algunas series y películas históricas de los últimos tiempos se le está dando a la mujer un papel más relevante, al menos cinematográficamente hablando, ¿no cree?

- Sí, se están eliminando esos tópicos de mujer en segunda fila, frágil o débil. Es que hemos asumido unos roles que aunque no son ciertos desmontarlos cuesta y esas series y libros ayuda y es un compromiso de todos. La mujer vive en guerra, al igual que el hombre, no vive al margen, tiene que estar ahí porque además también la sufre.

- Es profesora de Secundaria, ¿qué papel tiene las aulas para eliminar el machismo?

- Tanto maestros como profesores de secundaria tenemos una capacidad de cambiar esas mentalidades, tenemos que combatir lo que ven en la tele y los roles que muchas veces se repiten en las casas. La labor docente de hacer a chicas y chicos críticos con su sociedad, capaces de luchar por lo que ellos creen y que se sientan iguales a todos los demás creo que es una de nuestras labores. Aparte de los conocimientos, los valores que les podamos transmitir son importantísimos.