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La provincia intenta recuperar poco a poco la normalidad y empieza a hacer balance tras las lluvias de los últimos días La provincia intenta recuperar poco a poco la normalidad y empieza a hacer balance tras las lluvias de los últimos días
Muchos turolenses se han acercado en las últimas horas a ver los ríos

La provincia intenta recuperar poco a poco la normalidad y empieza a hacer balance tras las lluvias de los últimos días

El embalse del Arquillo de Teruel, a rebosar
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La provincia de Teruel vuelve poco a poco a la normalidad. En las últimas horas no ha llovido y buena parte de las aguas de algunos ríos vuelven a su cauce, aunque en otros, como el Turia a su paso por la ciudad de Teruel, la gran crecida se produjo ayer y provocó cortes en caminos. El embalse del Arquillo estaba a las 21 horas del domingo al 98,6% de su capacidad y entraba mucha más agua de la que salía.

Los principales accesos, tanto a pie como en vehículo, hasta la pedanía de Los Ramones, en Olba, siguen cortados, aunque la treintena de vecinos puede ahora salir por la pista que comunica con El Barrio de los Giles con vehículos todoterreno. El camino ha sido limpiado por los propios habitantes de la pedanía, para dejar de estar incomunicados. De todas formas, esta salida solo es operativa –ya que es angosta y representa un gran riesgo– en caso de emergencia, según explicó ayer Susana García, habitante del municipio, por lo que hoy los niños no acudirán al colegio ni los adultos a sus trabajos. También sigue incomunicada la familia de Los Tarrascones, aunque desde la Delegación del Gobierno indicaron que están en continuo contacto con ellos y con los vecinos de Los Ramones para actuar en caso de producirse una situación de emergencia.

Ayer por la noche un chopo cayó en la N-420 a su paso por Villalba Baja y los agentes de la Guardia Civil estuvieron dando paso alternativo hasta que los operarios cortaron el chopo y lo retiraron de la calzada.

La N-420 sigue con paso alternativo a la altura de San Just, en Escucha, por los deslizamientos de tierra y malla de la parte superior del túnel. Los desprendimientos han afectado a varias vías provinciales y, según apuntó el presidente de la Diputación de Teruel, Ramón Millán, es posible que se repitan en los próximos diez días. “La experiencia nos dice que cuando se echa el terreno hay más desprendimientos y de mayor envergadura”, aseguró.

En la capital turolense el agua llegó ayer hasta el puente de la Moratilla, cuyo camino, por el que se accede también al Club de Tenis, estaba cortado. De hecho, una familia fue desalojada de esa zona y los coches que había retirados.

El Bergantes, que el sábado bajaba aún con un caudal de 63 metros cúbicos por segundo -el pico se registró la noche del jueves con 403 metros cúbicos por segundo- redujo aún más el volumen de agua el domingo (26 metros cúbicos por segundo).

A partir de este lunes los municipios comenzarán a evaluar daños y el presidente de la Diputación de Teruel indicó que se va a trabajar para habilitar partidas que ayuden a paliar los destrozos y también para mediar de cara a que otros organismos concedan ayudas para las reparaciones de infraestructuras.