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El turolense Alberto Arnau, líder de los Visitantes, presenta su nuevo proyecto musical, Abismo El turolense Alberto Arnau, líder de los Visitantes, presenta su nuevo proyecto musical, Abismo
Abismo, el nuevo proyecto musical de Alberto Arnau

El turolense Alberto Arnau, líder de los Visitantes, presenta su nuevo proyecto musical, Abismo

Su primer LP se llama Canciones satánicas
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Lo que tenía que suceder ha ocurrido. Después de más de 20 años al servicio del rock and roll y cinco discos editados con Visitantes, ha llegado el momento de que el turolense Alberto Arnau salde cuentas con el mismísimo demonio. Las almas para el Diablo nunca han sido baratas y el maligno se ha cobrado tributo en forma de Canciones Satánicas, un espléndido y atípico disco que inaugura el nuevo proyecto musical de Arnau, Abismo. 

Son ocho canciones que tienen poco que ver con lo que hasta ahora había hecho el turolense. Casi imposibles de etiquetar, se mueven entre el rock ecléctico, el hard rock o la música progresiva, con una atmósfera gótica que traslada al cine de terror de serie B y unos sonidos que traen ecos de Nick Cave o de Tom Waits, recogiendo una herencia de asimetría estructural que se reconoce bien en el pianista francés Erik Satie, empeñado en sorprender y excitar al cerebro con cadencias compositivas no repetitivas, atípicas y, en ocasiones, regidas por el azar en apariencia. 

Canciones Satánicas, grabado por Abismo en El Sótano de Pamplona, con Iker Piedrafita a los mandos, ya está a la venta a través de las redes sociales y del sello Maldito Digital. Aunque es un proyecto unipersonal, Abismo (Alberto Arnau) lo defenderá en directo con una banda compuesto además por Venom (Vega Molina) al bajo, De Salem (Rocío Alonso) a la guitarra y L’Empalieur (David Pascual) a la percusión. 

El debut sobre los escenarios estaba previsto para ayer en la sala Paberse de Valencia, aunque las inclemencias meteorológicas obligaron a aplazar la cita para el 2 de noviembre. Abismo tiene previsto tocar además el 10 de noviembre en la Sala Creedence de Zaragoza, el 24 de noviembre en El Purgatorio de Ciudad Real, en una fecha de marzo todavía por confirmar en la Sala Maravillas de Teruel y, a finales de ese mes, en La Mala de Madrid. 

Nacimiento en 2017

El proyecto de Abismo y de Canciones Satánicas arrancó cuando, a principios de 2017, Alberto Arnau comenzó a escribir unas canciones que tenía en la cabeza, “bastante oscuras y un poco deprimentes, cosas que nada tenían que ver con Visitantes y que no hubiera tenido sentir grabar con ellos”, asegura. “Las escribí en un momento en el que no estaba muy bien de ánimo y de algún modo me sirvieron de terapia. Poco a poco fueron creciendo hasta que finalmente me decidí a grabarlas”. 

Eso fue en julio de 2017 en el estudio navarro de El Sótano, con Iker Piedrafita, productor del último trabajo de Visitantes, Esplendor, Demencia y Olvido. Piedrafita produjo las canciones y grabó de forma virtual la compleja orquestación de los temas, que incluye chelos, violines, piano clásico u órgano hammond. En directo esos sonidos se interpretarán a través de un teclado. El valenciano Loco Ivan ha formado parte de la banda durante los ensayos y la puesta a punto de los temas, y acompañará a la banda al menos durante los primeros conciertos de su gira.

Una rara avis

Desde el punto de vista creativo Canciones Satánicas es una rara avis se mire por donde se mire. Incluye una excelente cover de Viajando al fin de la noche de Los Suaves, un aterrador Me dice Satán –cuyo videoclip, no menos terrorífico, fue grabado en Sarrión–, canciones con aires distópicos como Los zombies de la cripta, un irreverente  Vivir, o canciones catastrofistas como Belleza apedreada, Amor vampiro o Regreso al abismo, que hablan sobre algunas de las peores cosas de las que somos capaces los seres humanos. “A toro pasado me recuerdan un poco a esas películas de monstruos o ciencia fcción de serie B de los años 50, en blanco y negro”, explica Arnau. 

Melódicamente y armónicamente tampoco son temas de rock o hard rock al uso, y la cuidadosa producción, con orquestaciones clásicas y coros, dotan al disco de cierta “oscuridad y solemnidad”, cómo apunta Venom, (Vega Molina), una guitarrista de Ciudad Real afincada en Teruel que forma parte de la banda, tocando el bajo en algunas canciones y la guitarra en otras. “No tienen un modo o algún tipo de escala predominante, pero en general rompen con lo establecido, en el sentido de que estás oyendo unos acordes y, aunque el oído te pide una resolución, la canción va por otro lado que no esperabas”, cuenta Molina, que apunta que “en ese sentido me recuerda a Satie”. 

De este modo muchos de los temas evitan las secuencias habituales en el rock de I-IV-V y los esquemas repetitivos y en bucle, sin echar mano de la estridencia o la extravagancia. “A la hora de componer este tipo de canciones se trataba de hacer lo que me pedía el cuerpo, y si en este momento me pedía eso... ¿por qué no?”, afirma Alberto Arnau, para quien “no se trataba, en este caso, de hacer canciones con la calculadora, sino con el corazón, buscando atmósferas y ambientes. Es casi lo esencial de Canciones Satánicas”. 

Aunque desde luego no puede decirse que sea un disco de baladas, el tempo general es más lento del que Alberto Arnau tenía acostumbrados a sus seguidores. “Las quintas roqueras y los riff rápidos desaparecen en Abismo”, explica Arnau. “Porque lo que estas canciones pedían era orquestaciones, arpegios, bajos, teclados y cosas más sutiles... casi podría decirse que lo contrario que Visitantes”. Esto ha supuesto cierto problema para Vega Molina, que viene del heavy y está acostumbrada a que sus dedos vuelen por el mástil. “En las atmósferas oscuras y haciendo sonar armónicos me siento cómoda, pero cuando toco heavy, blues o hasta country estoy acostumbrada a tocar más rápido y ahora tengo que contenerme. Pero por eso mismo ha sido muy enriquecedor formar parte de este proyecto”.  

Con tanto cambio y atipicidad resta por saber si Alberto Arnau no tiene miedo a defraudar a sus seguidores de anteriores bandas, como Visitantes o Almas para el Diablo: “Miedo ninguno, porque además Visitantes sigue vivo, pero una cosa no quita la otra. Podría grabar también un disco de blues, que es una de las cosas que me apetece, y no pasaría nada”. “No he hecho esta música pensando en un seguidor en concreto, pero estoy seguro de que habrá a quien le guste Canciones Satánicas”, afirma.

Además de la estética del disco y del merchandising de Abismo, de cuyos aspectos visuales, diseño de concepto, fotografía, vídeo y diseño gráfico es responsable el valenciano Javier Reaktiu, la banda también explotará su vis tenebrosa en directo: “Tendrá cierta puesta en escena, acorde con la música, de oscuridad, terror y cierta elegancia. Es una música muy teatral que da pie incluso para ambientar el escenario, e intentaremos sacarle partido”. 

En Teruel habrá que esperar hasta marzo para escuchar Canciones Satánicas en directo, pero ya es posible adquirirlo a través de las redes sociales de Abismo, Alberto Arnau o Maldito Digital. Conviene tomarlo con calma y paciencia, pues cada vez que se escucha gana en matices. No es un disco de los que se consumen en una sola escucha, porque al sabor del azufre tarda uno en hacerse.