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La Feria de Aguaviva cierra la edición de su 25 aniversario con un balance La Feria de Aguaviva cierra la edición de su 25 aniversario con un balance
La Feria de Aguaviva ha conseguido atraer a una gran cantidad de visitantes. Sara Giner

La Feria de Aguaviva cierra la edición de su 25 aniversario con un balance "espectacular"

El certamen generalista registra una gran cantidad de visitantes durante el fin de semana
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Aguaviva disfrutó este fin de semana de uno de sus eventos anuales más tradicionales: la Feria de productos y servicios del medio rural, que se clausuró este domingo con un balance "espectacular", en palabras del alcalde de la localidad, Aitor Clemente. 

El certamen ha celebrado su vigesimoquinta edición y la celebra combinando los puestos más clásicos de artesanía y alimentación, con nuevas actividades para continuar atrayendo la atención de los visitantes. En concreto, las novedades de este año han sido espacios gastronómicos con degustación de vinos y una demostración de cocina con productos de la zona, así como varias exposiciones temáticas de fotografía, como Tierras Varadas de Miguel Sebastián u otra sobre el cine, a cargo de los alumnos del Colegio Público de Aguaviva. 

En la mañana del sábado, muchos de los expositores terminaban de colocar su género en los puestos mientras los ganaderos celebraban el XII Concurso de razas Ojinegra, Maellana y Rasa Aragonesa. A continuación, tuvo lugar la recepción de autoridades en el Ayuntamiento, hasta donde se acercaron alcaldes de municipios de la zona, así como el delegado territorial del Gobierno de Aragón en Teruel, Antonio Arrufat, quien firmó en el libro de honor del consistorio. A su salida, les esperaban los gigantes y los dulzaineros de Alcorisa, que ofrecieron un baile para todos los presentes en la plaza España. 

La Feria de Aguaviva se inauguró oficialmente a mediodía, cuando su alcalde, Aitor Clemente, descubrió un monolito en conmemoración por la vigesimoquinta edición desde su recuperación. Allí agradeció los esfuerzos de todos los participantes y organizadores por continuar con ella y aprovechó la ocasión para pedir apoyo para las ferias tradicionales. “En Teruel estamos muy poca gente y tenemos que organizarnos. No tenemos suficientes expositores ni suficiente capacidad de gente para que funcionen varias ferias simultáneamente. Por eso, creo que debemos apostar por mantener las ferias de siempre porque son las que mantienen el territorio vivo”, declaró el primer edil. 

Por su parte, el delegado territorial del Gobierno de Aragón, Antonio Arrufat, destacó que “la Feria de Aguaviva es un espejo de los servicios en el medio rural, y eso le da mucho valor, por eso se quiere captar ese mercado en otros lugares. Vuestro municipio se preocupó por recuperar población y ahí está la muestra de que trabajando todo es posible”. Además, recogió el testigo de la proposición del alcalde aguavivano y se comprometió a tratar el tema con los responsables de Industria.  

Artesanía y alimentación

Cientos de puestos coparon las calles de la feria, llenándolas de colores, olores y sabores que invitaban a detenerse frente a ellos. Quesos de oveja, cabra y vaca, longanizas y chorizos de jabalí, cecina de toro, panes, tartas, churros y pastas son solo algunas de las delicias que se pueden encontrar. También abundaban los puestos de venta ambulante de ferretería, ropa, accesorios y regalos, con decenas de propuestas. 

Pero entre los más tradicionales, no faltó a la cita el puesto de salchichas, que comenzó a vender bocadillos en cuanto estuvo lista la primera parrilla. Junto a él se ubicó otro de cervezas artesanales, muy apreciado por los amantes de este zumo de cebada. 

Este año, también se han incorporado elementos novedosos de espacios gastronómicos, como una degustación de vinos a cargo de Bodegas Tierramaestrazgo o una demostración de cocina a cargo de José Manuel Barrau que tendrá lugar esta tarde. Actividades que se combinan con otras enfocada a los niños, como un carretón organizado por la Peña Taurina o una orquesta y discomóvil para los más fiesteros. 

Sentido de pertenencia

La feria incluyó la exposición fotográfica Tierras Varadas de Miguel Sebastián, una muestra organizada por la plataforma El Bergantes no se Toca, que consta de 31 imágenes en la que se resume la despoblación de la provincia Teruel. Su autor, se encargó de realizar una charla explicativa acerca de las fotografías seleccionadas de su libro para la exposición, en la que resaltó que su trabajo habla del paso del tiempo y de lo “injusto” que ha sido en la zona. “Hemos advertido que la esencia de España son sus pueblos, pero esa geografía humana se diluye en los municipios que están desapareciendo. Estas imágenes me afloran el sentido de arraigo y pertenencia al pueblo”, comentó Sebastián. Y es que, a través de sus fotografías, se tratan temas como la minería, la educación rural y sus valores, el envejecimiento de la población o las festividades de los pueblos. 

Otra de las exposiciones que más curiosos ha atraído es la de animales, donde los pequeños disfrutan mirando los pájaros y los conejos, aprendiendo sobre las razas de ovejas o tocando a los ponys y asnos. Pero los trabajadores del campo también tienen su espacio, ya que disponen de una exposición de material y maquinaria agrícola y ganadero. 

Asimismo, los niños quisieron ser partícipes de la feria, y por ello organizaron la exposición Luces, cámara… Acción en el colegio, donde invitaron a conocer personajes del cine y inmortalizarse en un photocall preparado para la ocasión. 

En la jornada del domingo, el público adelantó su visita a la feria por la amenaza de lluvia, pero aun así hubo un importante número de visitantes. "La feria de Aguaviva tiene muy buena salud y está muy consolidada", apuntó Aitor Clemente.