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Hemeroteca: 1968-2018: Medio siglo de las rebeliones en las calles que cambiaron el mundo Hemeroteca: 1968-2018: Medio siglo de las rebeliones en las calles que cambiaron el mundo
La información internacional en las distintas ediciones de Lucha era muy relevante en aquel 1968

Hemeroteca: 1968-2018: Medio siglo de las rebeliones en las calles que cambiaron el mundo

A lo largo de este año se han recordado los grandes acontecimientos de hace cinco décadas que provocaron profundas transformaciones sociales
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El Mayo del 68, el asesinato de Martin Luther King y de Robert Kennedy, la primavera de Praga o la invasión de Checoslovaquia. Los hitos de hace 50 años se han asomado a lo largo de este 2018 desde los libros de historia para recordarnos ese mundo en blanco y negro convulso, ese en el que se gestaron los cambios de un proceso imparable que nos ha determinado cómo somos hoy. La rebelión en la calle de los estudiantes en varios países fue uno de los elementos determinantes de aquel momento histórico que, para algunos historiadores, supuso un punto de inflexión en la Historia, y cuya importancia se ha reivindicado en este año que despedimos.

Aquellos acontecimientos tuvieron una repercusión llamativamente amplia en este periódico, el Lucha en 1968, con una cobertura destacada, tanta que la información internacional engullía prácticamente las noticias locales en las ediciones del periódico. Era fácil ver en aquellos días una página completa dedicada al asesinato de un Kennedy, a miles de kilómetros de Teruel, y un seguimiento exhaustivo del caso, pero no encontramos un tratamiento parecido en ninguna información local. 

Fuera porque entonces era más fácil cubrir esas noticias con información que llegaba de las agencias, a pesar de la distancia, o por la importancia que el medio le daba a estos hechos y por tanto así lo trasladaba a los lectores, el caso es que en aquellos periódicos encontramos amplia información, incluso gráfica, de las noticias que cambiaban el mundo.

Un ejemplo de ello es el asesinato de Martín Luther King campeón de la libertad racial en Estados Unidos como leíamos en la portada del 6 de abril de 1968 cuando se informaba de su asesinato. El periódico ofrecía todos los detalles del hecho, en el marco de las manifestaciones anteriores y posteriores en la calle contra la discriminación racial, así como de los motines, incendios y saqueos tras el asesinato de King. La noticia compartía protagonismo en la portada con otras de carácter también internacional, como la trayectoria del vehículo espacial “Apolo o la reunión del presidente norteamericano Johnson con el secretario general de la ONU para tratar la paz en Vietnam.

El periódico recogía además una “elegía de urgencia” sobre el asesinato del líder por los derechos raciales, firmada por Eloy Fernández Clemente en la que decía, entre otras cosas: La sombra del hermano muerto / se ha acrecentado ahora hasta cubrirles de vergüenza / al joven pueblo primero y poderoso de la tierra/.

Se hacía eco en aquella elegía de que los periódicos habían quitado sus esquelas / porque Vietnam empieza ya a aplacarse / y Honolulú o Praga esperan / las manos de ministros que vienen a estrecharse. / El gran mundo se entiende / en reuniones grandes. Se refería así a la primavera de Praga, que pocos meses después se vería truncada por la invasión de la URSS.

En aquel abril España conseguía el triunfo en Eurovisión de la mano del La, la, la de Massiel y poco después, leeríamos sobre el Mayo francés, aquella revolución que empezó con los estudiantes en la calle y acabó poniendo en pie de guerra a todo el país, para reivindicar los derechos sociales.

El prisma con el que se veían las revueltas en el país vecino era el previsible, como se comprobaba al leer los titulares que le dedicaban en este periódico: Francia, en calma, pero paralizada por las huelgas. El Gobierno, con grandes sacrificios financieros, concederá excepcionales ventajas a los trabajadores en lucha. Los agitadores comunistas disponen de armas “para intentar hacer imposible el retorno a la paz civil”‘. 

Apenas unos días después la prensa volvía a llenarse con noticias internacionales con el asesinato del senador Robert Kennedy. Primero leíamos que estaba gravemente herido después de recibir ocho tiros. El asesinato se produjo en un hotel en el que el senador estaba reunido con sus seguidores,  tras la victoria en las primarias demócratas de California. Cuando al día siguiente el periódico publicaba que finalmente Robert Kennedy había muerto, unas líneas más abajo el periódico decía: Johnson anuncia que se estudiarán las causas de la violencia en el país. Apeló al Congreso para que apruebe la ley sobre control de las armas de fuego. Un control del que todavía se habla, décadas después, especialmente cuando las matanzas llenan de nuevo los periódicos.

Pasaron los días y en agosto de aquel año el Lucha recogía cómo acabó la primavera de Praga, esa que el gobierno checo inició con su política de apertura y reformas frente al control de la esfera soviética. Una política de apertura que permitió, recuerdan los historiadores, una breve pero esperanzadora fase de tolerancia, libertad y dinamismo cultural. Esta despertar fue cortado de raíz por la intervención de las ropas soviéticas y del Pacto de Varsovia.

Así lo contaba este periódico el 21 de agosto de 1968: Tropas rusas y del bloque comunista han invadido Checoslovaquia titulaba en portada, señalando que el gobierno checo había pedido que nadie se oponga a las fuerzas invasoras. Y también apuntaba en aquella portada: Versión rusa de la ocupación de Checoslovaquia: Se trata de “ayudar a las fuerzas armadas de este país ante la amenaza de los contrarrevolucionarios”.

Y en octubre de aquel año, el día 3, la portada del periódico destacaba los violentos disturbios estudiantiles en México, que habían provocado, según los datos iniciales, 20 muertos, 75 heridos y 500 detenidos, primer balance del sangriento suceso.

Las rebeliones en la calle, fueran en París, en México o en Río de Janeiro, tenían varios puntos en común. Como explicaba Miguel Ángel Ruiz Carnicer, profesor del departamento de Historia Moderna y Contemporánea de la Universidad de Zaragoza en una conferencia organizada en Andorra el pasado mes de noviembre: “Los estudiantes se reconocen a sí mismos, son protagonistas del cambio”. 

Este historiador impartió la charla final del ambicioso ciclo organizado por el Centro de Estudios Locales de Andorra (CELAN) este año para recordar algunos de los principales hitos de los que en este 2018 se ha cumplido medio siglo. El programa incluyó varias charlas y una exposición, y de todo ello recogen información en su página web.

Este año se caracterizó por ser la única vez en el siglo XX que contempla 30 años de crecimiento económico ligado a la redistribución social y económica. “El 68 es producto del bienestar, no de la pobreza: soñar mundos se puede hacer cuando la supervivencia está garantizada”, señaló en su intervención Ruiz Carnicer. Y de ahí que hubiera un enfrentamiento con los sistemas políticos que “ahogan la libertad” como el régimen soviético, el PRI, el régimen francés o el gobierno norteamericano.

Año contradictorio

El 68 fue un año “contradictorio” apuntaba Ruiz Carnicer. Contradictorio porque por un lado es el triunfo de los valores contrarios a la sociedad establecida, contra el modelo capitalista, liderado por jóvenes y por otro lado, el consumismo utiliza la movilización social para mantener la lógica del capitalismo (la industria del consumo en música, moda, psicodelia, escapismo personal y goce individual frente a ideología comunitaria).

Para Carnicer hay dos miradas sobre el 68. Una piensa que fue un fogonazo de brillantez, pero no incluyó transformaciones y por tanto fue un intento fracasado. Y otra defiende que no se consiguieron objetivos políticos pero se pusieron las bases de la transformación social, cultural y política posterior, un cambio profundo que incide en la sociedad actual, una revolución cultural antropológica, moral y psicológica.

El ecologismo y la importancia del medio ambiente, la integración de la diversidad sexual o el feminismo, aclara, son estela del 68.

El legado

De todo aquello, hoy nos ha quedado un legado que para el profesor se resume en “hacer de la vida cotidiana una obra de arte, un manifiesto político” y eso supone visibilizar cuestiones como el movimiento LGTB, reivindicar frente a los valores religiosos a la mujer como dueña de su cuerpo o la libertad sexual. 

También ha quedado un deterioro de la autoridad, una “revolución antiautoritaria” y contra la jerarquía porque se ponen en cuestión los partidos, el carácter sagrado del Parlamento y se “ridiculiza la rigidez y la solemnidad”. Aparece además una “cultura de la nueva izquierda” con elementos nuevos como tomar la calle, las movilizaciones y la creación de mecanismos de participación. “El 68 busca otras alternativas y no es de extrañar que un referente sea el Che Guevara” porque encarna los valores de “juventud, idealismo, arrojo y falta de respeto a las opciones jerárquicas”.

Añade elementos que llegaron para quedarse como el interclasismo -la identificación generacional con códigos comunes-, la relativización de los bloques militares, “los jóvenes no se identifican con ninguno de los dos bandos, se definen como antiautoritarios”, o el movimiento verde y medioambientalista, contra las centrales nucleares.

El CELAN recoge como conclusiones del historiador: “No fue un intento de volver atrás sino la respuesta” a una sociedad cada vez más compleja, pero en todo caso “se trata de una revolución cultural a largo plazo. Son mecanismos que quedan ahí, asumidos: se inoculan en la sociedad factores que están en la raiz de transformaciones relevantes”. 

Hitos que cambiaron la historia

De aquel 1968 hemos destacado en este reportaje algunos de los principales acontecimientos históricos, pero la lista es larga: la represión contra Xengakuren en Japón; la ofensiva del Tet; el inicio del Mayo francés; el asesinato de Martin Luther King; la primavera de Praga; los enfrentamientos de los estudiantes con la policía en Polonia; el recital de Raimon en la complutense de Madrid; la marcha de los 100.000 en Río de Janeiro contra la dictadura militar; el asesinato de Robert Kennedy; la invasión de Checoslovaquia por el Pacto de Varsovia; la marcha de la plaza de las tres culturas en México; el movimiento Black Power en los juegos olímpicos de Méjico o la oficialización  de la teoría de la liberación en Medellín. Estos son algunos de los momentos que destacaban desde el CELAN, el Centro de Estudios Locales de Andorra, que han organizado en este año que despedimos la principal muestra retrospectiva en la provincia de aquel 1968.