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Patrimonio tumba por segunda vez la propuesta sobre la torre gótica Patrimonio tumba por segunda vez la propuesta sobre la torre gótica
Las obras de restauración de la torre gótica continúan

Patrimonio tumba por segunda vez la propuesta sobre la torre gótica

Deniega a Alcañiz la retirada de los yesos que recubren los elementos góticos
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La Comisión Provincial de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón ha vuelto a rechazar la retirada de los revestimientos de yeso barrocos que recubren los elementos ornamentales de la torre gótica de la iglesia de Santa María La Mayor, cuya restauración continúa. Es la segunda vez en menos de cinco meses que el organismo autonómico aplica los mismos criterios conservacionistas en relación al recubrimiento que recubre los elementos góticos de la planta baja de la torre. 

La negativa de la Comisión provincial persiste, a pesar de que el Ayuntamiento de Alcañiz modificó su propuesta inicial limitando la intervención y aviniéndose a mantener los elementos decorativos de época barroca considerados más relevantes, esto es, los florones que se superponen al capitel y las hornacinas de la puerta de acceso, que en el proyecto inicial también se proponían retirar, pero que el Ayuntamiento finalmente estuvo de acuerdo en mantener, ante la negativa de la Comisión de Patrimonio de suprimir los yesos. 

Sin embargo, la negativa se ha repetido aplicando el mismo argumentario que en verano pasado: que no se pueden retirar unos elementos arquitectónicos históricos para enseñar otros, aunque en este momento histórico los que están por debajo se consideren más relevantes que los de época posterior. A juicio de la Comisión de Patrimonio Cultural, eliminar los ornamentos de época barroca de la planta baja para descubrir los góticos sería una intervención “irreversible”.

Revestimientos

El Ayuntamiento de Alcañiz planteó la retirada de los revestimientos de yeso barrocos que recubren la piedra original de la planta baja de la torre gótica, cuya rehabilitación continúa adelante. Alcañiz había solicitado permiso para proceder a la retirada de estos yesos con los que se cubrieron en el siglo XVIII todos los elementos góticos originales de esta torre campanario, en la que ya se ha realizado un estudio arqueológico paralelo a las obras de restauración. 

Los elementos que se quieren sacar a la luz en el interior son similares a los que se aprecian desde la calle en una de las ventanas de la torre: arquivoltas y otros elementos decorativos de época gótica. Mientras desde el exterior son visibles, en el interior están completamente tapados por yeso barroco. Según fuentes de la actuación, no descubrirlo ahora que la torre está en obras sería “una oportunidad perdida”; sería parecido, añaden, “a si en la techumbre de la catedral de Teruel no se hubiera autorizado la retirada de los yesos barrocos”.

La ventana oeste

Por otra parte, durante las catas efectuadas en la ventana oeste de la torre se descubrieron unas primitivas arquivoltas que los especialistas consideran elementos de un interés suficiente como para justificar la eliminación de los revestimientos posteriores. Su eliminación dejaría al descubierto una ventana de mayores dimensiones a las inicialmente previstas en el proyecto. Sin embargo, la negativa de la Comisión de Patrimonio deja también en el aire esta intervención, que afectaría al conjunto de la planta, puesto que existen en esta parte cuatro ventanas simuladas de yeso. Una de ellas es la que ocultaría las arquivoltas e iconografía decorativa encontrada, y se cree que las restantes también pueden esconder otros elementos decorativos.

Todos estos ornamentos primigenios, junto con otros decorativos de tipo geométrico, se sitúan en la planta baja, en una de las salas de mayores dimensiones de la torre, una sala que se enlució cuando en el siglo XVIII , con la reforma barroca, decidió aprovecharse como sacristía.

Las catas arqueológicas también tratan de determinar quien fue el impulsor de la construcción de esta torre campanario que en origen tuvo 25 más de altura de los 46 que presenta actualmente. Aunque está documentado que la mayor parte de la torre se levantó en el siglo XIV, algunos datos indicarían que la parte inferior se ejecutó a la vez que el templo gótico del que formó parte inicialmente -luego derruido y sustituído por la iglesia barroca actual- y ésto adelantaría el inicio de su construcción a los últimos años del siglo XIII. 

Simbología gótica en catas

Las prospecciones arqueológicas en paredes y techos realizadas el año pasado en la planta inferior -estas sí, autorizadas por la Comisión de Patrimonio Cultural- permitieron descubrir elementos ornamentales con más de siete siglos de antigüedad, entre ellos uno de estilo geométrico. De la misma manera, sobre la clave de esta planta apareció simbología gótica original, y entre otras cosas la figura de un personaje que, por el momento, no ha sido identificado, aunque parece representar a un prelado de la Iglesia católica.

Inversión de 558.000 euros

Las obras de restauración de la torre de las campanas (nombre popular con el que se conoce la torre gótica de la iglesia de Santa María) siguen adelante y deberían terminar a finales de este año 2019, que concentrará la fase más importante de la obra, cuantificada en 558.012 euros.

El objeto de la intervención es dejar preparada la torre para la visita del público, y aunque su valor arquitectónico la hace interesante por sí misma, el proyecto de restauración incorpora la musealización  de las plantas baja, primera y segunda, en donde se expondrán piezas artísticas y arquitectónicas para las que aún no se ha encontrado un espacio apropiado. 

Las tres salas se consideran el espacio adecuado en el que exponer, por ejemplo, las tablas góticas que ahora están colgadas -y son visitables- en la sacristía de la iglesia. Al hacerla visitable hasta la planta más alta (son 43 metros de altura),  se realizará una intervención en las escaleras. El ancho de los peldaños se reduce en dos tramos entre la planta primera y la segunda hasta los 45 centímetros, en concreto entre los peldaños 84 y 85 y entre el 100 y el 101. El proyecto contempla dos soluciones diferenciadas para ensancharlos.