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Miles de personas exigen que no cierre la térmica mientras no existan alternativas Miles de personas exigen que no cierre la térmica mientras no existan alternativas
Una panorámica de la manifestación del sábado en la localidad de Andorra. Bykofoto / Antonio García

Miles de personas exigen que no cierre la térmica mientras no existan alternativas

Turolenses de todas las comarcas participan en la manifestación de Andorra
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Miles de personas se manifestaron el sábado en las calles de Andorra para exigir al “Ministerio para la Transición Ecológica injusta” que no autorice la desconexión de la central térmica mientras no existan alternativas económicas sobre la mesa capaces de absorber los más de 500 empleos que se perderán en la planta el 30 de junio de 2020, cuando Endesa haga efectivo el cierre anunciado tras negarse a hacer las inversiones ambientales para alargar la generación eléctrica en un contexto político de descarbonización acelerada de la economía.
También pidieron a la propia eléctrica y al Gobierno de Aragón que no les deje “tirados” y no permitan “que esto se hunda”, planificando nuevas inversiones y atrayendo empresas que levanten el ánimo de una población que comienza a pensar ya que su única opción es emigrar para labrarse un futuro.
La convocatoria atrajo a más de 6.000 personas, según aseguraron el comité de empresa de Endesa en la térmica y la plataforma que aglutina a las subcontratas que dan servicio a la planta, organizadores de la movilización. La mayoría de los manifestantes procedía de Andorra y municipios colindantes, pero también hubo una nutrida presencia de vecinos de la capital turolense y de todas las comarcas de la provincia gracias al llamamiento realizado por la coordinadora ciudadana Teruel Existe y las organizaciones empresariales, sindicales y agrarias del territorio.
“O esta provincia se abre (al resto de España) en infraestructuras y se crea un futuro industrial que dé lugar a que podamos tener empresas, trabajo y gente que pueda vivir aquí, o nos vamos al carajo”, manifestó Blanca Villarroya, de Teruel Existe.
La movilización fue un éxito rotundo y dignificó a los habitantes de un territorio que, desde la gran manifestación en Zaragoza del año pasado, han ganado en sentido de unidad. 
“Somos pocos en población pero tenemos un corazón muy grande; cuando surge un problema tenemos que estar todos a una”, valoró el presidente del comité, Hilario Mombiela.
El último golpe severo que ha encajado la provincia es el anuncio de cierre de Endesa tras décadas de monocultivo del sector minero-eléctrico en la zona. Ello, unido a un severo déficit de infraestructuras y telecomunicaciones, dificulta ahora la llegada de empresas que contribuyan a la reconversión económica de la cuenca minera.

“Transición Ecológica injusta”
Los vecinos culpan a Endesa y también a la Administración, especialmente al “Ministerio para la Transición Ecológica injusta”, como lo rebautizó un joven estudiante del IES Pablo Serrano, Alejandro Ciércoles, quien al final de la manifestación, de vuelta a la plaza del Regallo donde comenzó, leyó un comunicado en el que acusó al Gobierno de querer acabar a toda prisa con el carbón y “jugar con la gente de esta comarca”.
El joven instó a aprovechar el “poco tiempo” que queda para encontrar alternativas e hizo un llamamiento a la solidaridad, “porque unidos somos más fuertes”.
En la misma línea se expresó Laura Villén, cuya lectura del manifiesto oficial abrió el acto. Ella es una de las jóvenes que ha tenido que marcharse de Andorra “ante la falta de oportunidades”, por lo que instó a la ciudadanía –jubilados, autónomos, trabajadores, parados, jóvenes– a levantarse “del sofá para pelear por nuestro pueblo, nuestra comarca y nuestra provincia” y propiciar “que traigan empresas”.
“¿Qué va a ser de mi padre que trabaja en una contrata? ¿Qué será de mi tío, que trabaja en la central? ¿Qué va a pasar con nosotros, que de alguna manera dependemos directa e indirectamente de la central?”, se preguntó la joven ante una plaza del Regallo repleta, abanderada por el mítico monumento al minero y al labrador que ayer portaban una camiseta con el lema “No al cierre de la central”. A sus pies, un ataúd de cartón en el que podía leerse: “Por el futuro de la comarca y provincia. Luchamos. Basta ya”.
“Si no hay trabajo acabaremos con pueblos desiertos en los que cerrarán las escuelas porque no habrá niños para llenarlas, se quedarán sin médicos porque no querrán venir a poblaciones desiertas, se quedarán sin emprendedores porque no habrá motivos para emprender. Seremos pueblos condenados al fracaso porque no somos capaces de poner solución”, advirtió.
Y animó a “seguir unidos para que nos escuchen esos de Italia que quieren cerrar la central, esos de Madrid que quieren dejarnos tirados y sin empresas”.

¿Por qué se va papá tan lejos?
Tras la lectura del manifiesto arrancó una breve manifestación por las calles principales del pueblo encabezada por una pancarta, con el lema “Queremos poder elegir dónde vivir”, portada por niños y jóvenes de Andorra.
Los pequeños llevaban globos y bolsas de basura negras, color del carbón que ahora les arrebatan y del luto por una comarca que está abocada a la desaparición si nadie lo remedia.
Además, de sus cuellos colgaban carteles que evidenciaban la problemática: “Si quieres jugar, que no sea con mi futuro”, “¿Por qué se va mi papá tan lejos? ¿En Andorra no se trabaja?”, “Hola, soy un niño. Quiero un futuro”, “Rendirse no es una opción” o “Si vienes por Andorra tráenos trabajo”, en clara alusión a la clase política, representada ayer por todos los partidos del arco parlamentario aragonés que recibieron tímidos pitos cuando hicieron acto de presencia en la plaza al concluir el recorrido.