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Pablo Sebastià, autor del thriller Reikiavik: “Según el género del libro que tengo entre manos me inspiro en un escritor u otro” Pablo Sebastià, autor del thriller Reikiavik: “Según el género del libro que tengo entre manos me inspiro en un escritor u otro”
Pablo Sebastiá, escritor del thriller de alta tensión ‘Reikiavik’

Pablo Sebastià, autor del thriller Reikiavik: “Según el género del libro que tengo entre manos me inspiro en un escritor u otro”

El autor ha presentado el libro en el marco del Festival Aragón Negro
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Pablo Sebastiá es licenciado en Derecho por la Universidad Jaume I de Castellón, pero su verdadera vocación siempre ha sido la escritura. Este viernes el castellonense ha visitado Teruel en el marco de  la sexta edición del Festival de Aragón Negro para presentar su quinta novela, Reikiavik, un thriller tecnológico que no dejará indiferente al lector.

- ¿Qué puede contarnos del argumento de su nueva novela? 

- Reikiavik es un thriller de alta tensión con algunas pinceladas de novela negra y otras de ciencia ficción. Atraviesa paisajes como Islandia, Escandinavia, Holanda, Bélgica, Alemania, Francia, España e Italia. La mitad de la novela transcurre en Barcelona, en una Barcelona muy claustrofóbica y corrupta y la otra media por todos estos países que he nombrado. El protagonista es un albino de casi dos metros de altura, fortachón, un tipo saludable que va siempre acompañado de un perro, de un gigantesco rottwailer que físicamente es perfecto, pero que pesa 60 kilos. Y bueno parece que a la crítica le está gustando mucho, porque mantiene en vilo desde la primera página y está generando opiniones muy buenas de gente que está gratamente sorprendida de leer una novela diferente a lo que normalmente hay en el mercado.

- ¿Cómo ha estructurado el libro?

- Los pasajes impares transcurren en la actualidad, en Barcelona y los pares en el pasado reciente, por toda Europa. Los impares es una novela claramente negra, mientras que los pares tienen algo de novela científica, de thriller tecnológico, incluso de novela de espionaje de alta tensión. Entonces hay gente que dice que es como leer dos novelas en una que poco a poco se van buscando hasta que al final del libro se encuentran en el momento y lugar preciso.

- ¿En qué se diferencia este libro de sus novelas anteriores?

- Son muy distintas. La semana pasada estuve en un club de lectura y me preguntaron cómo era posible que Reikiavik fuera una novela tan diferente a la anterior, La sonrisa de las iguanas. Y les dije que eso tiene que ver con mis gustos lectores. Mi escritor favorito, Eduardo Mendoza, tiene libros de novela negra, ha escrito comedia, ha escrito thriller y ciencia ficción. La mayoría de la gente lo recuerda por sus novelas cómicas, sin embargo, Mendoza tiene un libro de ciencia ficción que se titula El último trayecto de Horacio Dos que es una obra maestra o La verdad sobre el caso Savolta que es una maravillosa novela negra. Entonces, siguiendo un poco sus pasos, yo también escribo una vez una novela negra, otra vez escribo una novela bárbara como es La sonrisa de las iguanas y luego un thriller tecnológico como es Reikiavik y quien sabe en el 2020 qué publicaré. A mi me gusta mucho variar los géneros.

- Es curioso porque normalmente nos encontramos que los escritores de novela negra son unos puristas de este género, no les gusta mezclar...

- A mi me gusta mucho entremezclar géneros, sí. En la pasada edición de la Feria de Novela romántica de Benicassim se hicieron una serie de mesas sobre cómo cruzar géneros de novela negra y novela romántica y las dirigió el escritor zaragozano Juan Bolea. De aquellas mesas redondas saqué ideas muy interesantes. A mi me gusta mezclar géneros, lo hago desde siempre y creo que es algo que enriquece las novelas. Habrá escritores que me llevarán la contraria y que dirán que hay que ser purista y mantener siempre los cánones del género, bueno... Para gustos los colores.

- ¿Hay algún escritor en el que se haya inspirado a la hora de escribir la novela?

- Según el género del libro que tengo entre manos en cada momento me inspiro en un escritor u otro. Cuando escribí La sonrisa de las iguanas tenía en mente al británico Tom Sharpe todo el rato, mientras que ahora, al escribir Reikiavik, pensaba en Phillip Carrick y en el neozelandés Bernard Beckett. Son escritores cuyo thriller me gusta mucho y también las pinceladas de ciencia ficción que han aportado a sus novelas.

- La novela negra es un género muy extendido, tanto es así que a veces ha sido tachada como un género simple y de consumo.

- Hoy en día sí que es el género que más lee la gente, pero hace diez años no era así. Antes se leía mucha novela histórica y pseudohistórica de estas de templarios, tesoros ocultos... Ahora, la novela negra se ha subido a la cresta de la ola desde que la puso de moda otra vez Stieg Larsson, pero bueno esto es como todo, son olas que traen géneros, aunque yo creo que la próxima será la de la novela romántica, porque después de tantos años leyendo novela negra, tan dura, con crímenes de bajos impulsos, la ley del péndulo te lleva de un lado a otro y probablemente lo que triunfe dentro de un par de años sea la dulce novela romántica. Después quién sabe lo que triunfará. A lo mejor vuelve la novela histórica o quizá llegue de una vez, que todavía no ha llegado para quedarse la ciencia ficción.

- Por curiosidad, ¿qué le llevó a cambiar el derecho por la escritura?

- Estudié derecho por mi padre, una carrera que odiaba cuando la estudié y con la que veinte años más tarde aun tengo pesadillas. Pero a mi me ha gustado escribir desde pequeño y un día uno de mis cuentos breves se convirtió en una novela larga y ese libro lo vio un editor, que me pidió otro y poco a poco me fui metiendo en el mundo profesional.