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INTA logra la inserción de cinco alumnos del curso sobre Industria Alimentaria INTA logra la inserción de cinco alumnos del curso sobre Industria Alimentaria
Los alumnos del primer curso de FP Dual denominado Operaciones auxiliares de elaboración en la industria alimentaria, en las aulas de INTA

INTA logra la inserción de cinco alumnos del curso sobre Industria Alimentaria

Las empresas Turotrans y Caracierzos de Santa Eulalia participan en la primera edición
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INTA Ingeniería y Servicios Cárnicos ha conseguido la inserción laboral de 5 de los 8 alumnos participantes en la primera edición del curso de Formación Profesional (FP) Dual que otorgaba el certificado de profesionalidad de Operaciones auxiliares de elaboración en la industria alimentaria. Para su desarrollo, ha contado con la colaboración de dos empresas de Santa Eulalia del Campo dedicadas a elaborados de pato, Turotrans y Caracierzos, que comercializan sus productos bajo las marcas Tierra Mudéjar y Almizate, respectivamente. Dado el éxito de la iniciativa, está prevista una nueva edición que dará comienzo a mediados de febrero.

La dedicación de INTA al sector agroalimentario le ha permitido desarrollar en el último año la primera edición del curso, que comenzó con 8 contratos de formación y aprendizaje en dos empresas de Santa Eulalia. 

La responsable de Formación de INTA, Magaly Rodríguez Ramírez, explicó que ambas tenían como denominador común la dificultad para encontrar trabajadores dispuestos a residir en la localidad y comprometidos con el futuro de la empresa, lo que dificultaba crear un entorno de estabilidad laboral. Por ello, no tuvieron ninguna duda en sumarse a la propuesta.

En los inicios fue necesario salvar varias dificultades, añade, como el alojamiento en Santa Eulalia, el transporte al lugar de estudio en las instalaciones de INTA en Teruel, los horarios de trabajo y de estudio, o el desconocimiento del idioma de algunos alumnos. “Pero en pocos días, gracias a la colaboración de muchos, se obró el milagro de dar inicio al curso”, comenta Rodríguez.

En su opinión, la Formación Profesional Dual es un modelo formativo que ahora empieza a calar en Teruel, y que está siendo aplicada en numerosos países de Europa y del mundo como punto de partida para un aprendizaje permanente, “que goza de gran prestigio social y cuenta con una amplia implicación del mundo empresarial”, argumentó.

Uno de los participantes, Hamidú Toure, egresado de Turotrans, recomienda firmemente este tipo de formación a otros jóvenes en su situación. “Me ha ayudado a poder insertarme en la empresa. En estos momentos, me siento seguro en cualquier actividad que me pidan mientras que en los inicios mi desconocimiento era total. Ahora sentimos que formamos parte de la empresa y estamos muy agradecidos de esta oportunidad”, asegura.

También las empresas participantes valoran positivamente esta experiencia. La gerente de Caracierzos, Mari Carmen Lamadrid, explicó que “la actual demanda del producto nos obliga a crecer, primero con más trabajadores y luego, ya veremos. Pero es difícil encontrar personas con deseos de trabajar y de establecerse en la zona”, precisó.

Añadió que “se nota mucho la diferencia” cuando reciben a un trabajador sin formación. Por eso, la FP Dual les ha permitido “moldearlos” a las necesidades de la empresa al estar recibiendo formación teórica y práctica a la vez. “En la medida que avanza el proceso, todo va mucho mejor. Y al finalizar el curso, tenemos trabajadores formados, estables y con contratos indefinidos, que es a lo que aspiramos”, asegura.

Caracierzos, que comercializa sus productos bajo la marca Almizate, se dedica a la producción de foie gras desde 1988 a partir de un ciclo cerrado, aplicando el principio “de la granja a la mesa”. “Basamos la calidad de nuestros manjares en la materia prima, fruto de la cría de patos bajo las más estrictas normas de calidad e higiene y con una alimentación natural que garantiza un producto artesano y exquisito”, explica. 

En sus instalaciones cuenta con sala de despiece, obrador y una pequeña sala conservera en la que elabora sus productos, como bloc, mousse o confit, entre otros.

El gerente de Turotrans, Juan Manuel Torres, explica que la empresa, que comercializa sus productos bajo la marca Tierra Mudéjar, lleva vinculada a la crianza de patos desde 1988. “Durante varios años hemos estado trabajando en la cría y cebado de los animales y hemos adquirido una gran experiencia en estos procesos”, dijo.

Actualmente, ha evolucionado hasta cerrar todo el proceso productivo, desde el primer día de vida del animal hasta la comercialización, lo que incluye la cría, el cebado y la elaboración de derivados, “consiguiendo así una completa trazabilidad”, apunta.

El éxito de esta primera edición, en la que se ha conseguido que 5 de los 8 alumnos que iniciaron el curso haya pasado a tener un contrato de trabajo, ha llevado a los organizadores a preparar una segunda. 

“Lo primero que necesitamos es la disposición de las empresas del entorno para hacer contratos formativos. Luego, encontrar alumnos/trabajadores dispuestos y, para más inri, que tengan el perfil que buscan las empresas”, explica Magaly Rodríguez.

“Aunque no es fácil, pensamos que la experiencia de la primera edición nos puede ayudar a salir adelante en la siguiente. Este año tenemos previsto compatibilizar mejor las horas de trabajo con las de formación, atendiendo a las necesidades de las empresas”, puntualiza.

Ventajas para trabajadores y empresarios

La responsable de Formación de INTA, Magaly Rodríguez, sostiene que la FP Dual otorga “ventajas para todos” los participantes: alumnos, empresas y centros formativos.

Por un lado, los jóvenes se implican en el mundo laboral, adquieren responsabilidades, aprenden a trabajar en equipo, incrementan el desarrollo de las relaciones laborales y conjugan la teoría y la práctica. Como trabajadores, además de alumnos, obtienen cualificación profesional y gozan de total protección social, incluido el desempleo. 

Mientras se forma, cobra por el trabajo realizado en la empresa el 75% del salario mínimo interprofesional (SMI), que son las horas que trabaja. Además, si está en el Fondo de Garantía Juvenil y cumple los requisitos, puede también percibir una ayuda económica de acompañamiento.

Entre tanto, las empresas reducen los costos de la mano de obra cualificada y la adaptación, impulsan la cualificación específica, mejoran su productividad al adecuarse a las exigencias tecnológicas con rapidez, asimilan y transmiten valores profesionales, se vuelven más activas con respecto a sus propios recursos humanos y convierten el trabajo en una forma de cualificación, “por citar solo algunas”, argumenta.

La empresa tiene además incentivos económicos para participar en proyectos de FP Dual. Por un lado, dispone de reducciones en las cuotas empresariales de la Seguridad Social, que pueden llegar al 100% si la plantilla cuenta con menos de 250 trabajadores y del 75% si son 250 o más. Además, se bonifican las cuotas empresariales por un número de horas equivalente a los porcentajes de la jornada laboral empleados en la formación (25%). Las que conviertan en indefinidos los contratos de formación a la finalización del curso, se benefician de una bonificación de las cuotas por contingencias comunes a la Seguridad Social por un periodo de 3 años, que asciende a 250 euros mensuales (3.000 euros al año). 

Las ventajas se extienden a los centros formativos, que se adaptan con mayor rapidez a los cambios del mercado de trabajo en el que van a ejercer sus alumnos, orientan los temarios hacia la demanda de las necesidades de las empresas, estrechan vínculos, aúnan esfuerzos y facilitan el acceso de los jóvenes al mundo laboral, concluye Rodríguez.

Según la normativa vigente, el contrato para la formación y el aprendizaje se puede celebrar con trabajadores mayores de 16 años y menos de 25, que carezcan de la cualificación profesional obtenida y reconocida por el sistema de FP para el empleo del sistema educativo requerida para concertar un contrato en prácticas para el puesto de trabajo u ocupación objeto del contrato.

En INTA se aplica el modelo 2 previsto en la legislación desde el sistema laboral, donde las empresas ofrecen al joven una plaza laboral ligada a una actividad formativa que tiene como objetivo su cualificación profesional y que le permite obtener un certificado de profesionalidad al terminar el año a modo de contratos de trabajo para la formación y el aprendizaje.

Servicios

El Instituto de Técnica y Tecnología Alimentaria INTA, ubicado en el número 5 de la calle Málaga de la ciudad de Teruel, desarrolla tres líneas de servicios orientadas a satisfacer las principales necesidades del sector alimentario: formación, calidad y laboratorio agroalimentario.

Dentro del primer apartado, imparte certificados de profesionalidad y especialidades formativas de la familia de la Industria Alimentaria, coordinados a través de INAEM, formación dual y formación interna a empresas del sector alimentario, entre otras modalidades.

También se encarga de la elaboración, implantación, gestión y asesoría de diferentes sistemas de calidad de sus clientes, como APPCC, IFS, ISO 9001, etcétera.

Por último, realiza análisis microbiológicos y físico-químicos de alimentos y aguas potables, acreditadas como ISO 17025, para laboratorios de ensayo de alimentos.

Este abanico de actividades son las que le han permitido incorporarse a la Formación Profesional Dual.