Raúl Suevos, coronel de Infantería y antiguo agregado militar en La Habana: “La fascinación de la izquierda con Cuba es un problema de fetichismo”

El coronel de Infantería y antiguo agregado de Defensa en La Habana, Raúl Suevos Barrero, impartió la semana pasada una conferencia en el Casino de Teruel para hablar sobre la revolución cubana al cumplirse sesenta años del triunfo revolucionario. Cuba y la revolución siguen fascinando, aunque como reconoce Suevos, es un problema de “fetichismo” ante lo que ha sido un Estado fallido con un problema grave pendiente de resolver.

- ¿Qué representa Cuba para los españoles?

- Un problema familiar y unas relaciones como son todas las de familia, histéricas. España no ha sido todavía capaz de desengancharse anímicamente de Cuba, y Cuba tampoco.

- ¿Y para el mundo?

- Yo creo que hoy en día ya muy poco. Representó mucho en vida de Fidel Castro, porque él era la Revolución y Raúl es otra cosa distinta. Representó muchísimo en la época de los sesenta, y muy por encima de lo que realmente era Cuba. Ahora yo creo que no tanto aunque siga posiblemente por la obcecación de los norteamericanos con el tema del bloqueo.

- Se han cumplido sesenta años de la Revolución.

- Sí, el pasado día 1 de enero se cumplió la entrada de los barbudos en La Habana.

- Y sigue fascinando ese proceso revolucionario a pesar de que acabó en una dictadura. ¿Por qué cree que se da esta situación, que no deja de ser un paradoja?

- Yo creo que es porque es la historia de David y Goliat; fue la primera vez que alguien fue capaz de hacerle frente a los Estados Unidos y durante sesenta años, y eso fascina lógicamente; y luego hay unas connotaciones de la época de la guerra fría, puesto que tiene una influencia tremenda. Para las izquierdas occidentales Cuba representaba mucho y a Fidel lo adoraban, posiblemente sin saber realmente el  ídolo al que estaban adorando.

- ¿Por qué con la Perestroika no hubo cambios en Cuba?

- Todo el mundo creía que iban a cambiar y Cuba entró en el llamado periodo especial que fue un periodo terrible.

- ¿Traicionó Fidel Castro la revolución?

- Yo creo que no porque nunca le fue fiel en ningún momento, Fidel fue fiel a sí mismo.

- ¿Y al Che Guevara?

- El Che fue un buen compañero al que conviene tenerlo al lado al comenzar la revolución, pero cuando acaba hay que quitárselo de encima. El Che era lo mismo, partidario de la revolución permanente, y pasados los años cuando empieza a ir a África e Iberoamérica, a Fidel le vino muy bien que desapareciese.

- No solo él sino otros muchos como Camilo Cienfuegos.

- Todos, curiosamente todos los que podían en cierta manera estorbarle desaparecieron y los que no, pues acabaron en la cárcel.

- Sospechoso.

- Quizás casualidad, no lo sé. Aquí en la época de la guerra civil el general Franco también fue afortunado con las desapariciones, nunca se sabe.

- ¿Hubiera podido evolucionar Cuba hacia otro modelo político o estaba abocada hacia un régimen autoritario?

- Fidel siempre había dicho que no era comunista, lo negó muchas veces como San Pedro, pero a partir de los tres meses de revolución, con la reforma agraria, entra en una ruta de colisión con Estados Unidos que conduce a Bahía Cochinos y después a la crisis de los misiles y a los créditos de la Unión Soviética.

- A las izquierdas democráticas siempre les ha fascinado el régimen cubano, cuando en realidad ha sido una dictadura.

- La fascinación de las izquierdas con Cuba es un problema de fetichismo. En todos los movimientos, sean de izquierdas o de derechas, siempre es bueno tener referentes aunque solo sea desde un punto de vista propagandístico. En ese sentido, la revolución cubana siempre fue muy atractiva tenerla como referente y la figura de Fidel sobre todo, hasta el último día. Cuando él deja el poder se convierte en el soldado de las ideas. Será lo que se quiera, pero no cabe duda de que el atractivo personal de Fidel como líder mundial del siglo XX es incuestionable, nos guste o no.

- Como otros líderes autoritarios que ha habido en toda la historia, que atraen el interés aunque no se comparta su ideología.

- Claro, pero este es de izquierdas. Tenemos el caso de Vargas Llosa, que estaba enamorado entonces, y la intelectualidad de aquella época lo estuvo en general.

- García Márquez fue otro ejemplo, eran intelectuales que criticaban las dictaduras.

- Sí, pero no criticaban la de Fidel Castro. Está el factor bloqueo, los norteamericanos desde mi punto de vista se equivocaron muchísimo y lo siguen haciendo. Sinceramente creo que si el bloqueo se hubiese levantado, de alguna manera hubiese cambiado el régimen. 

- ¿Cómo es la Cuba de hoy y hacia dónde se dirige?

- Iba a decir que terriblemente pobre, pero creo que ahora Venezuela está incluso peor. El cubano de a pie cuando se levanta por la mañana toda su obsesión vital es saber qué se lleva a la boca.

- ¿Hay que ver Cuba también como un Estado fallido?

- Absolutamente, siempre lo fue, hasta en los mejores momentos cuando recibía el apoyo de la Unión Soviética. Fidel dejó todo absolutamente diezmado, un erial. Sobre el futuro de Cuba, no lo saben ni ellos y creo que pasa por la desaparición de la generación de la Sierra.