El enlace entre Isabel de Segura y el señor de Azagra, primer acto multitudinario de las Bodas 2019

El enlace entre Isabel de Segura y el señor de Azagra, preludio del drama de los Amantes de Teruel, ha sido en la mañana del viernes el primer acto multitudinario de las Bodas de Isabel, la recreación medieval que se celebra hasta el domingo en la capital turolense.

El hecho de ser día festivo -al coincidir la fiesta local del Sermón de las Tortillas con el Día de San Jorge se decidió trasladar el festivo local a este viernes de las Bodas- ha hecho que las calles ya estén llenas de gente ataviadas con ropajes medievales.

Se espera que 90.000 turistas visiten Teruel estos días para seguir la recreación, Fiesta de Interés Turístico Nacional, que presume de rigor histórico y de implicación tras alcanzar las 23 ediciones.

La historia de los Amantes de Teruel es la del amor romántico y trágico: un amor imposible por la diferencia de clase; una boda, la de ella, que sabe a traición; la muerte de él al ver perdida a su amada, y la de ella al contemplar a su verdadero amor muerto y darle el beso que en vida le negó.

Hasta 150 actores aficionados cuentan esta historia desde la noche del jueves y hasta el próximo domingo en toda la ciudad, en calles y plazas que se abarrotan, especialmente para las escenas principales como la de este viernes, la boda de Isabel de Segura con el señor con posibles, Pedro de Azagra, pero también la muerte de Diego, en la tarde del sábado, y la de Isabel la mañana del domingo.

Hasta cuatro pantallas gigantes ha colocado el Ayuntamiento en varios puntos para facilitar el seguimiento de la multitudinaria recreación en la que, además de los actores de las 16 escenas, participan activamente los vecinos, vestidos a la usanza medieval, hasta 17.000 estiman, y repartidos en grupos de época que se instalan en las calles.

Y contribuye a vestir la ciudad el mercado medieval en el que participan 280 puestos, lo que lo convierte en uno de los principales de este tipo de toda España, señalan los organizadores, y que este año ha tenido que dejar en lista de espera a más de un centenar de artesanos.

Un estudio de la Universidad Europea Miguel de Cervantes de Valladolid, encargado por la Fundación Bodas de Isabel, que organiza la recreación junto con el Ayuntamiento de la capital, estimaba estas grandes cifras, de vértigo para una de las capitales de provincia más pequeñas de España.

El estudio presentado el pasado año cifraba el impacto económico de estos cuatro días de recreaciones, en los que se desarrollan unas noventa actividades, en 15,8 millones, como mínimo. Y este año, aseguraba el concejal de Turismo, José Manuel Valmaña, “la percepción es que la asistencia va a ser mayor”, por la campaña de la ciudad que facilitó ser elegida por Ikea para presentar su catálogo y por las experiencias que tienen cuando asisten a ferias turísticas.

Allí acuden vestidos a la usanza del siglo XIII, con trajes elaborados a imagen de los que decoran la techumbre de la catedral, para procurar el rigor histórico, una exigencia que los turolenses se han puesto desde el inicio al llevar a cabo la recreación.

El evento tiene la consideración de Fiesta de Interés Turístico Nacional y trabaja para conseguir el reconocimiento internacional. Ese interés, el de otros países, es creciente en los últimos años, explican desde la Fundación, sobre todo desde países asiáticos o americanos, cuyos ciudadanos llegan con agencias de viaje que les ofrecen vivir la experiencia de adentrarse en una ciudad volcada para revivir el siglo XIII y el amor romántico.

El interés creciente se aprecia en el seguimiento de las redes sociales y se refleja en el esfuerzo de los organizadores también, por ejemplo, para facilitar que sea una fiesta para todos, con un ambicioso plan de accesibilidad para facilitar el disfrute de esta fiesta a personas con movilidad reducida o la traducción a pictogramas de la historia para acercarla a personas con dificultades cognitivas.