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Santiago Gascón, guionista de las Bodas de Isabel de Segura: “El personaje de Isabel es una feminista del siglo XIII, una mujer fuerte” Santiago Gascón, guionista de las Bodas de Isabel de Segura: “El personaje de Isabel es una feminista del siglo XIII, una mujer fuerte”
El guionista de Las Bodas, Santiago Gascón, en el balcón del Ayuntamiento

Santiago Gascón, guionista de las Bodas de Isabel de Segura: “El personaje de Isabel es una feminista del siglo XIII, una mujer fuerte”

El autor de los textos reconoce que durante la representación le emociona ver la reacción del público
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Santiago Gascón, guionista de Las Bodas de Isabel de Segura, destaca la fuerza de este personaje y reconoce que es difícil innovar cada año pero que buscan siempre dar cabida a todos los actores y actrices participantes.

- ¿Con qué nos va a sorprender este año la representación?

- Creo que el personaje de Isabel de Segura es una feminista del siglo XIII. Cuando nos planteamos el guion la primera vez yo decía: En pleno siglo XIII, una chica que es la única heredera de una casa importante, si consigue que el padre le de un plazo es que es una mujer fuerte porque la mujer se casaba con quien le mandaban. Cinco años, una chica casadera rechazando pretendientes tenía que tener mucho carácter y las cosas muy claras. Y vamos a ver esa Isabel.

- ¿Qué aportan este año los actores que interpretan a Isabel y Diego?

- Cada año son distintos, la escena del balcón que es el mismo texto desde hace 20 años siempre es diferente. Este año los veo bastante asentados y sabiendo lo que quieren, seguros de sí mismos. 

- ¿Qué novedades va a haber?

- Más que novedades, este año se han recuperado escenas de otros años. Una escena que a mí me gusta mucho, que solo se ha hecho una vez en Teruel, es la disputa entre las monjas de Sijena y las monjas de Casvas. Nos inventamos una historia porque las monjas sacaban dinero porque enterraban a los nobles en su monasterio. Como Teruel es zona recién conquistada y con una boda tan importante, acuden unas y otras y se disputan a los muertos de la casa de Azagra. Me gusta porque es uno de los pocos espacios que tenía la mujer y que podía mandar. Y otra escena que se hizo el primer año es la de una condesa viuda por tres veces que da consejos a sus damas casaderas y las lleva a Teruel porque según ella: “De bodas salen bodicas”. Son dos escenas divertidas.

- ¿Con tantos años haciendo los guiones es complicado introducir novedades y cambiar?

- Sí. Respetamos una serie de cosas: el documento de letra antigua que es solo un esquema de guion: dos jóvenes de familia noble, ella era hija única, él era segundón que se tenía que ir a hacer fortuna a la guerra... Con las fechas ya puedes decir qué guerras había como la batalla de las navas de Tolosa o la de Mouret. Luego el Fuero de Teruel es riquísimo para nuevas escenas de juicios, de cosas del mercado,... El Fuero de Teruel es mucho más creativo de lo que nos podíamos pensar y muy inspirador. Luego las necesidades que surgen todos los años para incluir más gente. Un año que tuvimos muchísimas mujeres dije: hagamos de la necesidad virtud y la primera escena del jueves arrancaba con Las mujeres deshabitadas que se quejaban de que los maridos estaban en la guerra o muertos o heridos o inútiles y que necesitaban que llegaran hombres para repoblar Teruel.

- ¿Cómo se documenta para la elaboración de los guiones?

- Alrededor de la Fundación hay muchas personas que o son historiadores o les gusta muchísimo la historia. Siempre vienen con cosas que llaman la atención, por ejemplo, los funerales de Diego hacen el correr des armes: el funeral de un caballero aragonés que arrastraban los pendones por el suelo, rompían las espadas. Eso no necesita texto pero tiene una fuerza narrativa muy fuerte. A mí me gusta mucho leer y la historia y procuramos que lo que se nos ocurra pueda ser posible.

- ¿Qué es lo más complejo a la hora de enfrentarse al guion cada año? 

- Lo más complejo al empezar a imaginarlo es que no tenemos un teatro, lo que llaman los actores la cuarta pared donde están todos detrás y van saliendo. Aquí es a la intemperie: por los lados y por todos los sitios. Actores y actrices profesionales me dicen que no se atreverían a hacer teatro así. Es muy difícil. Les tienes que plantear de dónde vienen, por dónde salen, qué hacer y que no sean escenas muy estáticas, que de juego a que la gente se mueva. Al contrario del teatro comercial, tenemos más actrices y actores y es un problema para el sonido pero es necesario.

- ¿Qué siente cuando ve las escenas?

- Siempre noto que han elevado el texto y me produce mucho orgullo. Me digo: Cuántos dramaturgos hay que tengan a 5.000 personas viendo la obra de teatro y un público tan entregado.

- Mucha gente está llorando.

- Sí. Me emociono porque a lo mejor tengo a dos abuelos delante que están llorando y estoy escuchando el texto pero veo la reacción que produce en la gente. Somos muy inconscientes, tanto los actores como yo, menos mal que los directores son profesionales. Yo no paso nervios. Creo que lo resuelven todo muy bien y que siempre mejora el texto.

- ¿Cuál es el secreto de que año tras año la gente responda así y se siga emocionando?

- Es una leyenda que emociona a todo el mundo. Especialmente a Teruel, pero no solo a Teruel. Me llama gente de cualquier sitio y lo ve por la tele y sigue emocionando muchísimo. La historia toca temas muy universales y lo que mejor funciona en literatura: el amor y la muerte. Además, rompe porque es que no se mueren, se escapan a otra realidad. Eso se ve en Teruel cuando termina todo y salen al balcón y dices: Aquí no ha muerto nadie se han escapado por un beso porque no podían vivir en este mundo. Es algo que lo tenemos todos muy dentro y nos toca a todo el mundo.