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No llegó el milenarismo

Los de mi generación, como los de todas las generaciones, recordamos algunos momentos inolvidables de la televisión. De todos ellos -que son muchos- yo me quedo con Fernando Arrabal en el programa La Noche de TVE, a finales de lo 80.

El escritor y cineasta, de chinchón hasta la orejas, reclamaba durante una tertulia con eruditos que dejaran hablar a la “minoría silenciosa, a la minoría selecta”, mientras anunciaba que él era “el representante de Dios y de la Vírgen María y de los apóstoles judíos”.

Con un Fernando Sánchez Dragó -el presentador- al borde del ataque de nervios, Arrabal, con su inolvidable chaqueta amarilla, se ponía de pie para anunciar, con voz de trapo por culpa del alcohol, que el milenarismo iba a llegar: “El milenarisme...hablamos del milenarismo, cojones ya; el milenarismo va a llegaaaar...”

Pero la cosa no acabó allí e insistió en seguir hablando de “ese horrible mundo, positiviste; ahora vamos a llegar a un mundo espiritualiste en el cual vamos a saber, nosotros los pobres, nosotros los humillados, nosotros los que no estamos con el poder... (dijo algo más, pero fue ininteligible) nosotros somos el camino, la verdad y la vida”, añadió.

Abandonando la silla y sentándose en la mesa de la tertulia -que estuvo a punto de derribar- siguió farfullando hasta que se puso de pie y le desveló a uno de los colegas de programa que a la minoría silenciosa no se le deja habar porque es “católica, fea y sentimental. Es judía”.

Y entonces se quitó los zapatos y anunció otra gran verdad: “Yo estoy diciendo las cosas más importantes”, para rematar con un ‘cara a cara’ con otro tertuliano:?“Campillo, tú estás haciendo una interpretación marxista-leninista”.

El otro día vi un vídeo de un programa de la tele de ahora de un tertuliano diciéndole a otro que le iba a matar durante una bronca futbolera. Ninguno de los dos parecía borracho.

El milenarismo (creencia en que existirá, antes del día del juicio final, un reino de paz establecido por Jesús que durará mil años y será benéfico y pacífico) no ha terminado de llegar a este mundo que a veces parece un Chiringuito.