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María Jesús Alija, Pediatra: “Contra la obesidad hay que dejar alimentos procesados y volver al puchero” María Jesús Alija, Pediatra: “Contra la obesidad hay que dejar alimentos procesados y volver al puchero”
La doctora María Jesús Alija participó en el Memorial Jerónimo Soriano en Teruel para hablar de obesidad infantil

María Jesús Alija, Pediatra: “Contra la obesidad hay que dejar alimentos procesados y volver al puchero”

La especialista insiste en que, además de comer menos y hacer ejercicio, hay otros factores como el estrés
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La obesidad infantil fue uno de los temas con los que abrió ayer el Curso de Actualización en Pediatría Memorial Jerónimo Soriano de Teruel. María Jesús Alija, especialista de la Unidad de Endocrinología Infantil del hospital de Guadalajara, analizó aspectos que no siempre se tienen en cuenta cuando surge este problema.

- ¿Hay que cambiar un poco las ideas preconcebidas sobre la alimentación, en los casos de obesidad no funciona lo de comer menos y hacer más ejercicio?

- Hemos pasado de una época en que pensábamos que era solo eso a que hay muchos más factores y cada día vamos descubriendo más. Hay una predisposición que está ahí, el que tiene tendencia la tiene pero hay muchas cosas que puedes hacer. Lo más importante es que tenemos que diferenciar entre lo estético sin complicaciones y la obesidad en sí, que es una inflamación continuada y eso a la larga tiene complicaciones. 

- ¿Por qué cada vez hay más niños con problemas de obesidad?

- Hemos pasado a comer de una manera muy distinta. Todo lo comemos procesado y ahí es donde está el problema. Si tuviera que dar un mensaje sería ese: primero fuera bebidas azucaradas, muchísimo menos alimento procesado y más la alimentación del puchero de toda la vida.

- ¿Todas las grasas son malas?

- Hay que desmitificar un poco las grasas. La carne que come ahora el niño es el filetito de pechuga sin nada de grasa. Ya ningún niño se come un guiso de carne con su trocito de grasa... El jamón de la tierra, con sus vetitas de grasa, pues fantástico. El pobre cerdo, parece que pasó a considerarse malo y a ningún niño se le da carne de cerdo y no es tan mala. Esa grasa es buena y es saludable. Es decir, nos quitamos esa y de repente metemos todas las grasas trans que vienen en el bollo, hidrogenada y que no sabemos de dónde sale y esa nos la comemos con total soltura.

-¿Hay que educar a los padres en ese cambio?

- Sí. Estamos en un momento que aunque suene duro yo lo entiendo. En cualquier cadena de alimentación rápida tienes menús por 1 euro, 2 euros, 4 euros. Y no es eso lo que cuesta. A lo mejor hay que empezar a dar otro paso más y hacer lo que han hecho los holandeses: bajo el precio de mis frutas, de mis verduras y entonces las hago asequibles a la población. En España estamos en otro nivel, pero en culturas anglosajonas el comprar fruta y verdura es prohibitivo. Una familia necesita un estatus importante para que sea la base de su alimentación. 

- ¿En España la crisis ha generado también que se coma peor por el precio de algunos productos?

- Sí. Por aquí está el problema, tenemos que cambiar el chip pero desde todos los puntos de vista. Y las primeras medidas, a nivel de política social.

- ¿Picar entre horas es uno de los grandes fallos con los niños?

- Hemos pasado de una cultura en la que se comía en la mesa, en familia y no se picaba hasta la hora siguiente a ahora que comes en el coche yendo al trabajo, meriendas en el coche porque tienes una extraescolar, cenas no sé donde, como has merendado tarde y casi no has cenado te tomas el vaso de leche con galletas para coger el sueño... es común, pero en adultos y en niños. Eso tiene un componente de estrés, de tomarte la vida de otra manera, que todo eso influye. 

- ¿Le damos suficiente importancia al sueño?

- Estoy convencida de que va a ser la siguiente batalla, el dormir. El sueño reparador y con horas suficientes que es otra de las cosas que nos hemos olvidado. Pensábamos que era solo no dormir y a nivel hormonal desencadena una serie de respuestas que perpetúan esto y cada vez está más relacionado con la obesidad, con el sistema inmune, con todo esto.

- ¿Una persona con un problema grave de obesidad tiene que comer de forma diferente a alguien a quien le sobran unos kilos?

- Claro, el que le sobran unos kilos, todavía mucha de esta respuesta metabólica y hormonal apenas se ha puesto en marcha y lo bajas enseguida. El que ya tiene toda esa respuesta perpetuada y de años es mucho más difícil y más persistente en el tiempo y mucho más ingrato.

- ¿En el caso de los niños es complicado hacerles entender todo esto?

- Lo primero es cambiar el ambiente. Tú no puedes mandar un mensaje de que tiene que comer así y al mismo tiempo el hermanito está comiendo el bollo. Tenemos que cambiar a nivel familiar y social, darnos cuenta de la importancia que tiene el saber comer. Son niños que tienen que ir acompañados y que ese cambio tiene que ser familiar, sin dramatizar. Si un día tiene un cumpleaños, va. Pero la base de tu casa tiene que ser de otro tipo.