En torno a los actos que se están desarrollando con motivo de la celebración de la Semana Modernista en Teruel, del 13 al 19 de noviembre, este martes se presentaba en el Ayuntamiento de la capital el vestuario confeccionado para una pareja de jóvenes tenistas de la época, con la presencia de José Manuel Valmaña, concejal de Promoción Turística, Raquel Esteban, directora de la Fundación Bodas de Isabel, el equipo de confección y los actores que dan vida a los personajes.
En este caso el vestuario consta de dos trajes, uno femenino y otro masculino, que corresponderían a dos jóvenes deportistas de principios del siglo XX. El deporte era en aquella época una actividad restringida a las clases sociales más altas, convirtiéndose en una moda a la que dedicaban mucho tiempo y energía. Según documentación de la época, existía un “Sporting Club”, donde los jóvenes turolenses de principios del siglo XX practicaban deportes como el patinaje sobre ruedas, la bicicleta, el esgrima o la equitación. El tenis era un deporte aún poco conocido en Teruel, por lo que los personajes, “Heinrich Schomburgk” y “Dorothea Köring”, son dos tenistas alemanes que aprovechando su presencia en España, promocionaban en Teruel las virtudes de este nuevo deporte.
Para el planteamiento y diseño del vestuario se ha contado con un amplio equipo de confección que ha estado detrás de la realización de estas reproducciones, proceso supervisado en todo momento por el equipo de la Fundación Bodas de Isabel. En el caso del traje femenino, la confección ha sido realizada por Ana Escriche, modista que realiza gran parte del vestuario de la Fundación Bodas de Isabel, y que ya tenía experiencia en esta época pues en ediciones anteriores ha realizado vestuario para personajes como “La Volpini” o el fotógrafo “Domingo Uriel”. El traje consta de enaguas, falda, blusa, chaqueta y fajín. Para el traje masculino se ha contado con la confección del sastre Ricardo Maícas, que ha adaptado los patrones actuales a la estética de principios del siglo XX. En este caso las piezas son, pantalón de talle alto, camisa y chaqueta. En ambos casos se complementa el conjunto con un sombrero “canotier”.
El vestuario de estos deportistas, aunque parezca extraño para nuestra visión actual, era similar al que estos jóvenes llevarían en su vida cotidiana, pero en tonos claros, según las referencias encontradas, explica Raquel Esteban. En la confección se ha pretendido que sean lo más “cómodos” posible para facilitar el movimiento.
Como siempre en este tipo de recreaciones de indumentaria antigua, uno de los temas más complicados es encontrar los tejidos adecuados y adaptar el patronaje y el gusto estético actual a los de hace más de un siglo. Para este caso se han buscado tejidos naturales, adecuados para el clima frío y de colores crudos que encajen bien en el conjunto.
Jorge Lanzuela, estudioso de la indumentaria tradicional especialmente en Aragón, ofrece este martes a las 20 horas en la Cámara de Comercio una conferencia sobre los usos tradicionales en el vestir popular de la época, así como las costumbres arraigadas de la zona, que determinaban la ropa utilizada para los eventos importantes y los ciclos vitales de la población en ese momento y sus diferencias con la “moda internacional” que utilizaba la burguesía, y comenzaba a diferenciar de manera importante las clases sociales. Entre otras cosas, se hablará del traje de cristianar que también se ha confeccionado como novedad este año para el bautizo que se celebrará el domingo por la mañana en la Plaza del Torico.
Durante el proceso de confección del vestuario también ha aportado su punto de vista y se ha contado con su asesoramiento.
