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Los agricultores temen ya que el cereal de invierno no crezca por la falta de lluvia en la provincia Los agricultores temen ya que el cereal de invierno no crezca por la falta de lluvia en la provincia
Las labores de siembra se realizan sobre la tierra seca, como puede verse en la imagen tomada en Alfambra por Rufino Gómez

Los agricultores temen ya que el cereal de invierno no crezca por la falta de lluvia en la provincia

El sector asegura que nunca se había enfrentado a una sequía de tal magnitud
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Los agricultores aseguran que nunca se habían enfrentado a una sequía tan grave como la que atraviesa actualmente el campo turolense. En estos momentos, con la siembra prácticamente terminada, miran al cielo esperando unas lluvias que, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), no caerán durante todo el mes. De esta manera, afrontan la situación con “incertidumbre y desesperación” porque, sin precipitaciones, es probable que el cereal de invierno no llegue a nacer y que el dinero empleado se quede bajo tierra, junto a las simientes.

En la mayor parte de la provincia, la siembra comienza a mediados de octubre y se prolonga durante noviembre, dependiendo de la altitud. Este año, se han visto obligados a realizarla en seco porque apenas ha llovido desde que comenzó el otoño.

A pesar de esta circunstancia, aseguran que no habría problemas de nascencia si lloviera en los próximos días, aunque las previsiones de la Aemet no son halagüeñas.

“Si lloviera en los próximos 15 días, no pasaría nada porque la tierra está suave y nacería bien. Pero sin humedad y con heladas, la semilla germina pero no echa raíz y la planta no llega a nacer”, explicó el agricultor de Alfambra Carlos Abril.

Del mismo modo, el presidente de Asaja Teruel, José Manuel Cebollada, indicó que si lloviera en los próximos 15 días se podría salvar la cosecha, aunque se retrasara su nacimiento.

Así las cosas, el sentimiento de los labradores es de incertidumbre e incluso de desesperanza. Después de cuatro años consecutivos de malas cosechas en gran parte de la provincia a causa de la sequía, ahora temen que la inversión realizada en semillas, abonos, fertilizantes y combustible para esta campaña de siembra se quede enterrada.

“La siembra se ha realizado con unas condiciones del terreno muy malas. Hay miles de euros enterrados esperando que llegue una borrasca y que el cereal pueda nacer. Ahora, solo queda esperar y mirar al cielo”, indicó el secretario general de UPA Aragón, el turolense José Manuel Roche. 

José Manuel Cebollada indicó que, ni los agricultores más viejos recuerdan un año en que la cosecha no haya llegado a nacer, lo que temen que pueda ocurrir en esta ocasión.

“No nos hemos enfrentado nunca a un problema de esta magnitud. Con 15 litros de agua por metro cuadrado, la cosecha se salvaría, pero hace falta que caigan ya”, añadió.

En los lugares en los que se llevaron a cabo siembras tempranas para alimentar al ganado ante la falta de pastos, el cereal ha nacido pero también se está secando por la falta de lluvias. 

Los ganaderos de extensivo están soportando un importante sobrecoste en los gastos de producción porque se están viendo obligados a alimentar a los animales en el pesebre ya que no encuentran hierba ni en los ribazos.

Además del cereal, otros cultivos se están viendo seriamente perjudicados por la falta de precipitaciones, como el olivar. 

Ayudas

Las organizaciones profesionales agrarias se sienten “decepcionadas” por la respuesta dada desde las Administraciones ante la grave situación que ha creado la sequía en el campo aragonés, y especialmente, en la provincia de Teruel.

“Si no cambia el tiempo y no se toman medidas por parte de la Administración para paliar esta situación sin precedentes que vive la agricultura y la ganadería, se producirá una importante emigración desde el medio rural porque no se pueden mantener las explotaciones”, dijo Cebollada.

El secretario de UPA Aragón coincidió en señalar que “las Administraciones no han respondido ante uno de los ciclos de sequía más importantes de la historia y estamos decepcionados”.

Roche indicó que, después de 4 años de malas cosechas, la renta de los agricultores es negativa y depende por completo de las ayudas de la Política Agrícola Común (PAC). En este sentido, indicó que al menos este año no se esperan retrasos en el cobro porque el día 10 se empezó a pagar el 70% de las ayudas directas y el 21 de diciembre se abonará el 30% restante, mientras que las acompladas y agroambientales se abonarán en el primer trimestre de 2018. “No podemos vivir de lo que producimos sino de la PAC. De ahí que sea tan necesaria una reforma que equipare la renta de los agricultores turolenses con la del resto”, argumentó.