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Las reservas de caza cumplen 50 años de funcionamiento Las reservas de caza cumplen 50 años de funcionamiento

Las reservas de caza cumplen 50 años de funcionamiento

Tres de los ocho espacios que hay en Aragón están en Teruel
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Las reversas de caza en Aragón cumplen 50 años de vida. La Comunidad Autónoma de Aragón gestiona ocho reservas de caza, cinco de ellas se encuentran en el Pirineo. Una exposición itinerante sobre la especie más emblemática de las reservas pirenaicas, el sarrio, recorrerá todas ellas. Las Reservas Nacionales de Caza fueron creadas en España en el año 1966 a partir de una ley con la finalidad de fomentar, conservar y proteger la población de diversas especies, debido a sus valores y excepcionales posibilidades venatorias, relacionadas con el aprovechamiento cinegético, informa una nota de prensa del Ejecutivo aragonés
Actualmente, la comunidad Autónoma de Aragón gestiona ocho reservas de caza, cinco de ellas se encuentran en el Pirineo, donde la especie más emblemática es el sarrio (Rupicapra rupicapra pyrenaica), salvo en Garcipollera que es el ciervo (Cervus elaphus).
En Teruel, las Reservas de Caza de las Masías de Ejulve y Beceite centran su actividad cinegética en la cabra montés (Capra pyrenaica), mientras que en la Reserva de Caza de Montes Universales la principal especie cinegética es el ciervo (Cervus elaphus). La Reserva de Caza de Tortosa-Beceite, es gestionada conjuntamente entre las tres comunidades autónomas adyacentes, Aragón, Cataluña y Comunidad Valenciana. En total la superficie de las reservas de caza ocupa cerca de doscientas mil hectáreas (189.406 ha).
En Aragón las primeras reservas en el Pirineo aragonés. Las Reservas Nacionales de Caza de Los Circos, Viñamala y los Valles, fueron creadas entre los años 1966 y1972. Unos diez años después, se produjeron ampliaciones y se terminaron de definir entre 1988-1991, con la segunda fase de estas ampliaciones.
Mantienen el nombre y el funcionamiento como Reservas Nacionales hasta la Ley de Caza de Aragón (Ley 5/2002, de 4 de abril, de Caza de Aragón), que las transforma en Reservas de Caza simplemente y añade en el Pirineo, la de la Garcipollera, que hasta ese momento ha sido un Coto de Caza de Nacional (figura legal inédita).

La delimitación territorial de las reservas de caza pirenaicas, la vigilancia, la aplicación de medidas de gestión cinegéticas basadas en criterios técnicos y la dotación de personal de guardería específico y de personal técnico, dieron lugar a un aprovechamiento cinegético ordenado de las poblaciones cinegéticas (en origen fundamentalmente sarrios y jabalíes) lo que ha supuesto indudables beneficios económicos, tanto directos como indirectos, en los municipios que las componen y que ha garantizado el disfrute cinegético de dichos territorios por parte tanto de los cazadores foráneos como de la población local.

El espíritu de conservación de la naturaleza y aprovechamiento racional de los recursos naturales que inspiró su declaración, ha supuesto un importante referente en el mundo forestal, cinegético y de la conservación de la biodiversidad en nuestro país, y su modelo posee hoy en día plena vigencia.
El pasado 14 de diciembre, se celebró un acto conmemorativo en la localidad de Panticosa, presidido por el director general de Gestión Forestal, Caza y Pesca, Ángel Berzosa, el director del Servicio Provincial del Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad de Huesca, José Miguel Malo y el alcalde de la localidad, Ricardo Laguna. Para conmemorar el 50 aniversario se reunieron todos los agentes que, de una u otra manera han participado o contribuido en la gestión, el mantenimiento y la conservación de las Reservas Pirenaicas de Caza: guardas, vigilantes, directores, cazadores, representantes de los ayuntamientos, y de todos aquellos que han tenido relación con estos importantes espacios cinegéticos y de desarrollo rural.

Con este motivo, se presentó un video documental donde se refleja la historia de las reservas, las actuaciones que se realizan en las mismas, con la participación mediante entrevistas a muchos de los guardas de las reservas (tanto antiguos como actuales) que contribuyeron y contribuyen al mantenimiento de las Reservas de Caza hasta nuestros días como modelo de gestión cinegética.