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La Banda de Música de Andorra continúa trabajando tras 100 años de historia La Banda de Música de Andorra continúa trabajando tras 100 años de historia
La festividad de Santa Cecilia fue la culminación del centenario de la Banda de Andorra. CELAN

La Banda de Música de Andorra continúa trabajando tras 100 años de historia

La agrupación nació en 1917 con el esfuerzo y el trabajo de un grupo de jóvenes andorranos
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Corría el año 1916 en Andorra cuando un grupo de jóvenes interesados en la música decidieron empezar a trabajar para formar una banda en el municipio. No tenían ninguna formación musical, pero la ilusión por conseguir formar una agrupación les llevó a superar todos los obstáculos que les fueron surgiendo por el camino. Su primer concierto fue en la festividad de San Roque, el 16 de agosto de 1917, aunque según parece, no sin dificultades.

Durante todo el año 2017, la Banda de Música de Andorra celebró con diferentes actos el centenario del nacimiento de su formación, que aunque atravesó por algunas dificultades y parones, ha cumplido cien años en plena forma con alrededor de 35 componentes entre sus filas, además de los alumnos de la Escuela de Música. 

Para conmemorar el aniversario, la Banda de Música encomendó al Centro de Estudios Locales de Andorra (CELAN) la realización de un libro donde explicara los orígenes y la evolución de la agrupación. Y tras meses de trabajo, el pasado mes de noviembre en la festividad de Santa Cecilia, patrona de la música, el libro 100 años de música de Banda en Andorra fue presentado. 

Ese mismo día, el 22 de noviembre, también se inauguró una exposición homónima del transcurso de los años de la agrupación, se proyectó el vídeo 100 años de Banda. Recuerdos y se realizó un concierto con antiguos miembros de la banda en la Casa de la Cultura. Finalmente, el 25 de noviembre concluyeron los actos del centenario, con un concierto de la actual Banda de Música y  tres piezas en las que también se unieron los antiguos miembros de la formación en el Espacio Escénico del municipio. 

Fue una emocionante cita, que también contó con varios reconocimientos a Javier Martínez, fallecido trompetista y director de la banda durante unos meses y Celestino Ortén, director y primer profesor de la banda en 1987. Además, se presentaron tres nuevos músicos que ya forman parte de la agrupación.

Los orígenes

Relata el libro 100 años de música de Banda en Andorra, el interés de algunos jóvenes andorranos de tener una agrupación musical en su municipio. Fue uno de ellos, Auspicio Alquézar -cuenta su hijo, también llamado Auspicio- quién conoció en Los Olmos, donde trabajaba, a Francisco Garazo, músico militar retirado. 

Alquézar, junto con Ramón Cubero, fueron a convencer al músico jubilado para que les diera clases en Andorra, y llegaron al acuerdo de facilitarle una casa y el pago de la electricidad, además de cuatro pesetas por alumnos a cambio de las lecciones, explica el libro.

No era el único problema que la agrupación tenía que subsanar para comenzar sus clases. Necesitaban instrumentos, muy costosos para aquella época, con precios que rondaban las 2.000 pesetas. Detalla el texto, que fue el coadjutor del párroco de Andorra, mosén José Díez, quién les consiguió un contrato comunal de siega por 150 pesetas que ayudó a solucionar en parte su falta de recursos.

Después de meses de ensayo, la banda debutó el 16 de agosto de 1917 en San Roque, montados en un carro volquete tirado por caballerías ya que solo habían ensayado sentados y no sabían tocar desfilando, explica Alquézar hijo en el libro. 

Tras la muerte de Garazo en diciembre de 1919, mosén José Díez se puso al frente de la agrupación hasta 1924. Ese año, Joaquín Galve regresó de la Unidad de Música del Regimiento de Infantería de Almansa, donde se formó como músico, y tomó el relevo de Díez. 

Apenas cuatro años después, en 1928, la política separó en dos a la banda. Por un lado irían Los jaboneros, que serían los conservadores según indica el libro, a cargo de Joaquín Galve y por otro Los labradores, los liberales, dirigidos por Matías Cortés, otro exmúsico militar.

No fue hasta una vez finalizada la Guerra Civil, cuando la banda se reunificó bajo la dirección de Joaquín Galve, todavía con latentes disputas en la misma. En agosto de 1955 fallece Joaquín Galve, y según relatan en el libro, su hermano Ligorio Galve se encargó de la banda temporalmente para cumplir con los compromisos más inmediatos hasta pasadas las fiestas de septiembre de ese mismo año, cuando Juan Cubero se puso al frente de la dirección hasta 1965, cuando por diversos motivos la banda se disolvió.

En aquella época la banda acompañaba los actos públicos de Andorra, incluso se desplazaba a los pueblos vecinos para realizar actuaciones. Entre todas ellas, el libro 100 años de música de Banda en Andorra destaca “dos de las actuaciones más memorables de la historia de la banda”: la participación en las demostraciones sindicales de 1959 en Madrid y 1960 en Barcelona. En ambas ocasiones vestidos de mineros por ir en representación de una localidad eminentemente minera.

En 1968, la banda volvió bajo la dirección de Juan José Crusellas, componente de la agrupación antes de disolverse, que también se encargaba de la formación del resto de músicos. En esta nueva etapa, siendo alcalde Manuel Sauras, la banda pasó a ser de titularidad municipal, o al menos subvencionada. Sin embargo, las dificultades que atravesaba por la escasez de músicos, le hicieron volver a disolverse en 1976.

El regreso definitivo

La Banda de Música de Andorra volvió definitivamente el 23 de junio de 1981 con titularidad municipal, gracias al trabajo que desde el Ayuntamiento andorrano realizaron su alcalde entonces, Isidro Guia y la concejala de Cultura, Pilar Reina. 

El Consistorio, además, entendió el problema de relevo generacional que afectó a la agrupación años atrás. Por eso, se decidió poner en marcha clases de solfeo de forma gratuita, para lograr una cantera de futuros integrantes. Los encargados de la formación de la nueva banda y también de la enseñanza de solfeo y de los distintos instrumentos fueron Juan José Crusellas como director y Miguel Medina, como subdirector.

María Ángeles Tomás, coordinadora del libro 100 años de música de Banda en Andorra y socia del CELAN, fue una de esas pequeñas que aprovechó en 1982 la oportunidad de formarse musicalmente de manera gratuita. “Nos daban un manual que era un libro blanco que se llamaba Preparatorio y más o menos te costaba un par de meses estudiártelo y pasar la lección, y ya con eso nos daban el instrumento”, recuerda.

En total, la Banda de Música de Andorra, disponía de 22 instrumentos para dejar a sus alumnos. Aunque en los siguientes años fue adquiriendo más. “Tampoco teníamos una formación como ahora, que los niños aprenden un montón de lenguaje musical, nosotros aprendimos lo básico antes de empezar a tocar el instrumento”, continúa Tomás.

Relata además, que a ella le enseñaron “los dos que se habían apuntado antes, que ya tocaban un poco, pero era todo un poco autodidacta”. No obstante, la nueva banda fue todo un éxito, y en enero de 1982, 87 alumnos se habían inscrito en las clases de solfeo. Poco a poco, esos alumnos fueron engrosando las filas de la banda, todos ellos jóvenes, junto con los veteranos de la antigua banda.

La agrupación estaba en un dulce momento, que se traducía en numerosas actuaciones. Tomás, destaca dos que a ella le hicieron especial ilusión, ambas en Zaragoza. La primera de ellas fue el 15 de mayo de 1984 en el centro regional de TVE en Los aragoneses, un programa de entrevistas y actuaciones. “Para nosotros aquello de ir a la televisión, pasar allí el día y no ir a clase fue toda una experiencia”, dice Tomás.

También el 10 de julio de 1984 la banda participó en el Segundo Concurso Regional de Bandas de Música celebrado en Zaragoza, en el parque Primo de Rivera, hoy denominado José Antonio Labordeta. Tomás también recuerda los encuentros provinciales de Bandas de Música, que reunía a las diferentes bandas de la provincia “te veías con otra gente que tocaba, te conocías, era un día de convivencia muy majo y te permitía también escuchar lo que hacían otros, incluso conocer pueblos de la provincia porque en aquellos años no se salía tanto”, indica.

Ahora la Banda de Música de Andorra continúa en plena forma. Tras la dirección de Juan José Crusellas, tomó el relevo en 1987 Celestino Ortén hasta 1998, cuando Javier Gracia cogió la batuta. Desde 2006 asumió la dirección Javier Gracia, hasta su reciente fallecimiento. La Escuela de Música cuenta con diferentes cursos y talleres para todos los niveles e instrumentos, y ya comenzado los conciertos que quedarán grabados en el segundo centenario de la agrupación.