Karin
Podemos pensar que la persona que arrojó a Karin y Gheisa desde su furgoneta en el polígono La Paz, hace ya más de dos años, cuando apenas tenían tres meses de vida, estaba convencido de que como eran gatos saldrían adelante sin problemas.
Pero la realidad era otra. Karin y Gheisa se quedaron allí, totalmente desorientados y sin entender lo que estaba pasando, ni todos los sonidos, formas y colores que les eran totalmente ajenos y que les provocaban un miedo atroz.