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Un informe termográfico duda de que la lluvia fuera la causa del deslizamiento de Pui Pinos Un informe termográfico duda de que la lluvia fuera la causa del deslizamiento de Pui Pinos
Grieta en la parte alta del cerro varios meses antes de venirse abajo

Un informe termográfico duda de que la lluvia fuera la causa del deslizamiento de Pui Pinos

El mayor grado de humedad en el cerro alcañizano estaba en la parte alta
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Los afectados por el derrumbe del cerro Pui Pinos de Alcañiz el 18 de abril de 2017 disponen de un estudio termográfico de la zona encargado y pagado por ellos mismos al día siguiente del deslizamiento. Dos drones provistos de cámaras infrarrojas realizaron el 19 de abril  dos vuelos sobre la zona. El estudio determinó que la mayor concentración de agua estaba en la parte alta del cabezo. 

El primero de los drones estaba provisto de sensores RGB con programación automática que tenía como objetivo  la toma de imágenes. El otro vuelo se efectuó de manera manual mediante sensores, con la intención de detectar humedades en el área del desprendimiento. El encargo tenía como objetivo estimar las humedades de la ladera a través de las dos aeronaves dotadas con cámaras termográficas.

Este informe realizó una ortofoto con distintas manchas de humedad registradas en el perímetro. El documento se acompañó el informe de los datos de precipitaciones recogidos en la estación meteorológica de Alcañiz en 2015 y 2016 y los que hubo en 2017. 

Aunque no entró en la causa del corrimiento y dejó su determinación en los profesionales competentes, este estudio aéreo confirmó que en la zona había humedades relativas que oscilaban entre 99% y 75%, que iban de arriba a abajo del cerro, y consideró “poco probable” que la causa del deslizamiento de tierras tuviera su origen en  las aguas pluviales, debido a la “escasez de precipitaciones anuales” caídas en los meses anteriores al siniestro.

La zona superior del cabezo era el punto en el que se concentraba el mayor índice de humedad relativa, que iba decreciendo a medida que se descendía ladera abajo. (En la parte de arriba aparecieron en noviembre de 2016 grietas sobre el terreno que se hicieron públicas a través de su publicación en varios medios de comunicación).

Los datos que aporta este informe señalan que el perímetro de estudio presentaba 1.234 metros cuadrados de áreas húmedas. En esta cuantificación, los autores del análisis descartaron la vegetación ubicada a la izquierda y derecha de la zona del desprendimiento por tratarse de un “efecto de la evapotranspiración de las plantas”.