Cuando las barbas del vecino veas pelar…Huesca. Feria de San Lorenzo. Sin pliego de condiciones municipal pero 18.000 euros de canon, un festejo menos y un contrato por la puerta de atrás para salir del paso y dar la feria. ¿Pero qué feria? ¿La del saldo, la de la improvisación, la de los mínimos...? Dice el alcalde de la noble Osca, Luis Felipe que no de Orleans, que los plazos se han ido de las manos para sacar a concurso la plaza y que por la vía de urgencia se buscará a alguien que la dé. Ya. Lo de siempre. Lo que ocurre cuando los toros te queman en las manos y no sabes cómo contentar a tus socios de gobierno abolicionistas que te presionan en contra de una inmensa mayoría de tu pueblo que llena la plaza festejo tras festejo todos los años. Este último con un 4 % más de abono y con un 3 % más de entradas vendidas. Así que saciamos las ansias de los correligionarios hurtando una corridita por aquello del merme y luego exprimimos a los tontos del toro con un canon indecoroso que más de alguno irá a pagar. Y tú, a vender la burra ante el pueblo reunido para en modo mártir decir que esta era la única solución. ¡Y un jamón! Pero de esos que se curan en las montañas del Alto Aragón
De entrada porque celebrándose la feria en agosto, desde el último agosto existía la inmensidad del océano para trabajar. Sea por molicie o lo sea por malicia, la cosa es que no se ha hecho. La burra está coja. Y de salida porque la hemeroteca es muy borde y recuerda lo que se dijo, lo que se prometió y lo que se acordó con los socios de gobierno: “Paulatina desaparición de los festejos taurinos en Huesca”. La burra está ciega. Así que lo de salvar la feria se lo pueden ahorrar.
Y a todo esto únase la mayor… ¿Qué feria se puede dar a un año vista y en unos meses de preparación? Claro, porque habrá que pasarse por el forro las bases para el éxito de cualquier negocio. Sí, lo de la estrategia, la planificación, lo de la excelencia, lo de la innovación… Eso al alcalde de Huesca le importa un pimiento morrón, o mucho según se mire. No hay como ponerle la zancadilla al campeón del mundo de velocidad para que pierda la carrera. Porque una feria la organizo yo con la gorra. Que conste. Tengo toreros y ganaderos en mi agenda de teléfonos como para llenar un huerto. Pero organizar una buena feria que despierte y mantenga el interés del público es cosa bien distinta. Eso lo sabe quien organiza ferias. Para eso hace falta estrategia, excelencia e innovación…, y hace falta la ayuda de los poderes públicos para incentivar cualquier aportación a la cultura de la que sin duda forma parte el toreo. Esto por lo visto no lo lleva en la agenda el alcalde de Huesca.
Y come empecé termino. Zaragoza ha despertado el clamor general y la indignación de la industria taurina en contra de un pliego aberrante. Ahora Huesca se suma a este sindiós contra el toreo. Vecinos y hermanos…