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Carlos Hué, psicólogo y pedagogo:  “Quien se dedica a insultar por las redes sociales tiene un problema de autoestima” Carlos Hué, psicólogo y pedagogo:  “Quien se dedica a insultar por las redes sociales tiene un problema de autoestima”
Carlos Hué es zaragozano aunque desciende de Teruel

Carlos Hué, psicólogo y pedagogo: “Quien se dedica a insultar por las redes sociales tiene un problema de autoestima”

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Quererse a uno mismo es condición necesaria -aunque no suficiente- para querer a los demás, y querer a los demás es condición necesaria -aunque no suficiente- para ser feliz. Es una de las premisas de las que parte el psicólogo y pedagogo Carlos Hué, que este miércoles ofreció una charla organizada por Ibercaja en el Teatro Marín sobre autoestima, empatía e inteligencia emocional. Su abuelo Fernando unió físicamente a los turolenses con la construcción del Viaducto Viejo, y él tiene algunas claves para que la unión se extienda hasta lo emocional. 

- Autoestima, empatía e inteligencia emocional son trending topics entre profesores, padres y madres, ¿no?

- No solo. A mí me gusta dirigirme a educadores, como profesores, padres, madres y abuelos, pero también a todo el público. Porque la empatía y la autoestima es algo necesario para todo el mundo todos los días. Y difícilmente podremos enseñárselo a nuestros hijos si nosotros no las tenemos. 

- ¿Qué diagnóstico tenemos los aragoneses? ¿Somos felices o tenemos la autoestima por los suelos?

- Sin haber hecho esa investigación de forma científica, creo que un 70% de la población no tenemos la autoestima necesaria para vivir donde estamos viviendo. El otro día leí que España es el país que más barbitúricos de Europa. Arreglamos nuestros problemas emocionales o bien con pastillas o bien comprando. Y ese tipo de problemas solo se arreglan con una persona enfrente tuyo y ayudándonos los unos a los otros. Sabiendo sacar lo mejor de ti mismo y de los que te rodean. 

- ¿Y cuál es nuestro problema?

- Uno de ellos es que trabajamos demasiado. Todo el mundo trabaja por dinero, porque necesitamos comer. Pero una vez que hemos superado ese umbral queremos comprar un coche, un viaje... nos vamos metiendo hasta el cuello, y el trabajo nos va demandando cada vez más, hasta que dejamos de tener tiempo para nosotros, para nuestros hijos y para nuestros amigos, y acabamos el día cabreados como monos. No nos damos cuenta de que reduciendo nuestro nivel de gasto, simplemente, solucionaríamos ese problema. Mira a ver las cosas que tienes en tu armario e identifica las que no has usado para nada en los últimos doce meses... De vez en cuando tenemos que resetear, empezar de nuevo y mirarlo todo desde una óptica más simple. 

- Resetear... tomo nota. ¿Puede decirme alguna otra clave para ser un poco menos infeliz?

- La clave fundamental es conocerse a uno mismo. Ponte en el espejo, mira cómo eres, por qué eres así, mira como fue tu infancia... A partir de ahí hay que desarrollar la autoestima, saber que vales lo que vales, ni más ni menos. Sin molestar a otros, pero haciéndote valer. Y también es fundamental controlar las emociones. ¿Por qué nos enfadamos? Porque nos metemos en demasiados líos, porque queremos llegar adonde no podemos llegar. No pasa nada por no llegar adonde realmente no podemos. Y un cuarto elemento es la motivación, saber encontrar cosas bonitas que hacer y cosas bonitas por las que hacerlas. 

- ¿Dónde está la línea que separa la autoestima de la vanidad, del egocentrismo?

- Lo que diferencia la autoestima y el egoísmo es la empatía, saber dónde está el otro para no molestarle ni pasar por encima suyo.  Tenemos que meternos en la cabeza una cosa: cuanto mejor te va a ti, mejor me va a mí. Pero tenemos que molestarnos en conocer a los demás para saber como hacerles la vida mejor, y así que mejore la nuestra. 

- ¿En qué han modificado los conceptos de autoestima y empatía las redes sociales, que últimamente solo sirven para insultar a los demás desde el anonimato?

- Tienen un doble efecto. Por un lado pueden servir para que alguien tímido se relacione más fácilmente, pero estamos cayendo en la superdependencia. Habría que aprender a usar bien las redes sociales para que no se conviertan en un sustitutivo de las relaciones de verdad. En cuanto a lo de insultar o acosar por las redes, quien lo hace es porque tiene un problema grave de autoestima, y también de empatía, que son dos caras de la misma moneda. Si tú no te quieres no puedes querer al otro, porque crees, equivocadamente, que eres inferior y acabas muriéndote de envidia y rencor, e insultando.

- ¿Nos equivocamos cuando queremos educar a nuestros hijos en un mundo competitivo y no colaborativo?

- Es un error nuestro y de nuestra sociedad. Pero, como padres, abuelos y profesores que somos, podemos cambiarlo en cuanto queramos. 

- Usted ha acuñado el término "particonferencia", con i latina... ¿Qué es eso?

- Yo lo que hago es ponerle las pilas a la gente. Les hago levantarse, moverse y hasta bailar. Creo un clima de ilusión y de motivación que no conoce de diferencias de edad. No hay niños, ni abuelos ni profesores... solo hay ciudadanos excepcionales que quieren vivir mejor y ser más felices. 

- ¿Y consigue que los ciudadanos nos llevemos ese ambiente después a nuestra casa y a nuestros trabajos, donde nos esperan los problemas?

- Yo no soy un mago y no puedo cambiar a una persona en dos horas. Pero sé dar unas claves para que la gente las trabaje y sepa como afrontarlo mejor todo.