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Ventisquero en Cuarto Pelado Ventisquero en Cuarto Pelado
Foto tomada desde el interior de la ambulancia

Ventisquero en Cuarto Pelado

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Cruz Aguilar

Esta semana se ha hablado mucho del temporal de nieve que sacudió la semana pasada la provincia de Teruel. Sobre todo se ha discutido sobre si los protocolos de actuación son los correctos.
José Antonio y Elena estuvieron siete horas dentro de la ambulancia atrapados en un ventisquero, en el puerto de Cuarto Pelado. Estaban a solo 8 kilómetros de su puesto de trabajo y de sus casas, en Cantavieja, una distancia pequeña pero que para ellos esa noche fue abismal. Tanto que hasta por la mañana nadie acudió a por ellos. No tenían cobertura y su única comunicación era con el 112, que continuamente les preguntaba si tenían mantas y calefacción. Y todo eso sí tenían, porque llevan muchos años trabajando en un equipo de emergencia de una zona de montaña y saben cuáles son las provisiones con las que tienen que viajar. No son unos domingueros que fueran por la sierra a pisar nieve, sino unos profesionales a los que, a la vuelta de un servicio, les pilló el temporal en el peor sitio que les podía pillar. 
No tenían cobertura por lo que solo podían pedir ayuda al 112. A pocos kilómetros de allí los conductores de la quitanieves descansaban tranquilos, no se imaginaban ni por asomo el suplicio que estaban padeciendo sus amigos y compañeros. 
Desde el Gobierno de Aragón dicen que no había riesgo vital para los ocupantes de la ambulancia y que la carretera estaba cerrada. Igual de cerrada, supongo yo, que a las 6 de la mañana, que fue cuando acudieron a buscarlos. Las imágenes son escalofriantes. Muestran cómo varios operarios abren a golpe de pala un pasillo de hielo hasta la ambulancia. Las del interior de la ambulancia, con un montículo de nieve tras horas sepultada, también resultan llamativas. Da frío, y miedo, de pensarlo.
Cada año los responsables de todas las administraciones que tienen algo que ver con vialidad invernal se reúnen para marcar protocolos de actuación para casos de emergencia. Sin embargo, como decía el otro día un gran experto en nevadas de esta provincia, cuando sopla el viento y la temperatura está por debajo de los 5 grados bajo cero la situación es complicada. Algunos por desgracia saben que demasiado.