Síguenos
Forges Forges
banner click 244 banner 244
Javier Lizaga

Tienen que imaginarse a dos jubilados, así, con trazo grueso y narizota, uno de ellos señalando a una excavadora y ante un cartel que ponga “Hospital de Alcañiz”. Ése mismo pregunta “¿han empezado las obras?” y el otro le diría: “No, han venido a enrunar la primera piedra para evitar malentendidos”. O podría verse a uno de esos señores encorbatados y con maletín, que siempre eran sinónimo de desaprensivo chupatintas, gritándole al conductor de la excavadora algo así: “Que vengo a cobrar”. A lo que el conductor responde “Que el impuesto nos lo han perdonao” y el trajeado hubiera respondido: “No, es la multa por ridículo público”.

Ya me perdonarán el atrevimiento. Es la realidad la que obliga. Tiene que ser un homenaje a Forges empezar las obras de un hospital cuatro meses después de la primera piedra y con una excavadora, algo así como matar un gorrino a besos, que se decía en mi casa. “Velay” como decían las abuelas de Forges: pinta a guasa empezar, además, las obras de un hospital público sin pagar la licencia de obras y que encima te perdonen la pasta (como harían con cualquiera de nosotros, prueben).

No sé si admiro más sus chistes o que Antonio Fraguas de Pablo se saliera de funcionario y abandonara TVE, eso, en este país, es ser un valiente. Fíjense si será desaprensivo que hasta trabajó en El Jueves. Así, medio de cachondeo, Forges ha sido el español más importante de este siglo, como decía el maestro Enric González, que lo compara con Víctor Hugo, a quien homenajearon dos millones de franceses. Si Víctor Hugo resumió una patria en Los Miserables, los españoles cabíamos todos los días en una viñeta.

Si algo recuerdo de mis años de radio es decir todas las madrugadas eso de “buenos días”, a pesar de que, a veces, mal pagado y mal dormido, no me hiciera ninguna gracia. Por eso, imaginen lo que es hacer un chiste a diario. Cuando se te ha muerto un amigo, estás enfermo o estás harto. Me imagino otra viñeta. Dos viandantes frente al hospital de Teruel con el lema “65 aniversario” (lo cumple este verano) y uno informando al otro: “lo cierran”, que preguntaría: “por viejo”, y respondería el primero: “No, por la ley esa de memoria porque lo inauguró Franco”. Ya saben rían más y digan con más ganas eso de “Buenos días”, la realidad hará el resto.