Síguenos
Malestar general (IV) Malestar general (IV)

Malestar general (IV)

banner click 244 banner 244
Fernando Arnau

Una publicación reciente del ensayista Rob Riemen, presidente del Nexus Instituut, Per combatre aquesta època, Arcadia, intenta evidenciar el fascismo latente en la sociedad europea. Europa fue el desiderátum de Ortega y Gasset para la resolución del “problema de España”, una Europa todavía sin bandera azul y círculo de estrellas. Ahora somos una de esas estrellitas y seguimos siendo un problema sin resolver, con el agravante de que Europa actual también es un problema a resolver.
El auge de la “sociedad de masas” vive en estos momentos su plenitud, y las elites orteguianas están hibernando por su alta especialización, o lo que es lo mismo, el personal está tecnoadocenado y los líderes políticos se dedican exclusivamente a cuadrar las cuentas. No tiene tiempo para filosofar.
En una Europa estrictamente mercantil interesan poco o nada los problemas políticos de un país miembro, son problemas internos. Los europeos, si son problemas.
Es difícil sintetizar el pensamiento de Rob Riemen, sobre la anestesia producida en la sociedad actual, pero un fragmento de aquel DIALOGO QUE MANTUVIERON EN SALAMANCA, EL 10 DE FEBRERO DE 1933, José Antonio y don Miguel de Unamuno, puede ser de ayuda: “…don Miguel, hemos llegado al patriotismo por el camino de la crítica. Eso lo he dicho yo antes de ahora. Y hoy, en esta Salamanca unamunesca, voy a decir a quien nos escuche [vía mitin] que el ser español es una de las pocas cosas serias que se pueden ser en el mundo…”
--“Muy bien pero sin xenofobia. ¡El hombre, el hombre! Y también el español y España. Y los valores del espíritu y de la inteligencia”.
Justo los valores que Riemen reclama para ir más allá del deseo desenfrenado de obtener satisfacciones inmediatas y el tiempo hurtado por distracciones asumidas como la opiácea televisión. Mientras, Miquel Roca Junyent, ponente constitucional y abogado de perillas, sentencia: “Europa mira agradecida a Alemania, preocupada a Italia, revanchista a Gran Bretaña. Y, no nos engañemos, ¡hacia aquí ni miran!”. Pobre Europa. Pobres de nosotros, si no dejamos de mirarnos los pies.