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La reserva estacional obliga a desembalsar tanta agua como entra en el Arquillo por estar la presa al nivel máximo con un 92,2% de capacidad La reserva estacional obliga a desembalsar tanta agua como entra en el Arquillo por estar la presa al nivel máximo con un 92,2% de capacidad
El embalse del Arquillo en la tarde del jueves a un 92,2% de su capacidad, la máxima que puede almacenar en esta época del año, por lo que se está desembalsando la misma cantidad de agua que entra

La reserva estacional obliga a desembalsar tanta agua como entra en el Arquillo por estar la presa al nivel máximo con un 92,2% de capacidad

El desembalse inunda el camino de la vega del Guadalaviar y convierte sus balsas en cascadas
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El embalse del Arquillo de San Blas está al máximo de su capacidad para esta época del año y no puede almacenar más agua, motivo por el cual se está desembalsando tanta como entra. La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) está desaguando caudales superiores a 5 metros cúbicos por segundo, después de que la situación de la presa haya cambiado radicalmente con respecto a hace solo tres meses cuando el embalse se había secado prácticamente.

De una gran sequía a una gran remojada, y de sufrir por la falta de agua a tener que soltarla a un gran ritmo porque el vaso del pantano no da para almacenar más en esta época del año, cuya reserva estacional se sitúa en algo más de 19 hectómetros cúbicos de los 21,03 que tiene de capacidad.

En la tarde del jueves  el Arquillo tenía embalsados 19,39 hectómetros cúbicos, lo que supone un 92,2% de su capacidad. En estas fechas, según informaron fuentes de la CHJ, la reserva estacional se sitúa en esos niveles, por lo que es preciso evacuar tanta agua como entra en previsión de que por las precipitaciones siguiera aumentando hasta desbordarse.

A principios de marzo el Arquillo tenía solo 2,83 Hm3 de agua embalsados, lo que suponía el 13,4% de su capacidad, el nivel más bajo alcanzado en este siglo tras la sequía prolongada de dos años que obligó en 2017 a tomar restricciones para garantizar el abastecimiento a la ciudad.

Si entonces se encontraba en el nivel más bajo de lo que va de siglo, ahora está en su nivel más alto para esta época del año, por lo que si hace tres meses se tenía que echar mano de los pozos, ahora se está soltando agua a grandes cantidades para evitar que siga creciendo.

El desembalse ha provocado la inundación del camino del Guadalaviar que va desde San Blas hasta la presa, y que el jueves era intransitable porque el agua desborda la cuenca del río y ha inundado el sendero que hay a un lado.

Fuentes de la CHJ indicaron que la situación en próximos días dependerá de lo que siga lloviendo, ya que se está desembalsando la misma cantidad de agua que entra.

La recuperación del Arquillo ha sido espectacular, y de ser el embalse de la cuenca del Júcar que peor estaba, ha pasado a ser el que mejor se encuentra gracias a las nevadas y las precipitaciones de esta primavera.

Las lluvias torrenciales tiran un muro que no afecta a la presa

Las lluvias torrenciales de los últimos días han tirado un muro en las instalaciones que la Confederación Hidrográfica del Júcar tiene en el Arquillo, que no afecta para nada a la seguridad de la presa.

El desprendimiento a causa de la lluvia se ha producido en la parte superior, junto a la carretera, donde hay varios edificios de la CHJ. La zona, pegada a la carretera, ha sido acordonada y solo ha causado daños materiales al venirse abajo un muro de piedras, que según precisaron de la Confederación tampoco afecta a un edificio que hay a su lado.

Las mismas fuentes indicaron que se acometerá la reparación de ese muro de contención junto a la carretera, que ha supuesto también la caída de un árbol aunque los vehículos pueden seguir circulando por la calzada con precaucación al estrecharse la misma.