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Un día es muy largo Un día es muy largo
Foto: EFE/Emilio Naranjo

Un día es muy largo

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Un periódico nacional titulaba así en su portada el jueves de la semana pasada: “Rajoy ata la legislatura y pasará a la ofensiva contra Ciudadanos”. Hoy, todo aquello ya no vale. Solo pocos días después.

Rajoy está fuera de juego, tenemos otro presidente del Gobierno y, sospecho, que la ofensiva del PP no va a ser desde mañana precisamente contra Ciudadanos. No hace falta ser muy avispado para entender que tiene otros objetivos.

Un día es muy largo y un día en la política española todavía más. Lo que parece claro por la mañana salta por los aires a media tarde y no tiene nada que ver con el panorama que se dibuja por la noche.

Y así las cosas, se abren tiempos convulsos, con un Gobierno que deberá hacer encaje de bolillos para contentar a muchos, cada uno de su padre y de su madre.

El PSOE deberá medir con tiento lo que da y lo que quita a los que le han apoyado, porque el tema de Cataluña sigue siendo muy sensible y, además, se le va a recordar toda la caña que le dio al PP por sus políticas. 

Aquí, por ejemplo, se le recordará que hace solo unos días calificó de “cicateros” los PGE con la provincia y que faltaba mucho dinero para asuntos clave, como la despoblación. Ahora es el momento de demostrar que no iba de boquilla y que su posición no solo era postureo para socavar a Rajoy y a su Gobierno.

El PP, por su parte, necesita regeneración y quitarse de encima toda la basura de la corrupción. Hacer lo que debió hacer hace mucho tiempo, pero no se atrevió. Veremos.

Ciudadanos corre el riesgo de quedarse en un limbo. Todos los titulares que se le han dado pueden desaparecer, porque sospecho que la oposición dura va a ser la del Partido Popular. 

Y luego está Podemos, un partido que ha ido de más a menos, que llegó a soñar con superar al PSOE y que ahora no se muy bien donde queda después de lo que ha pasado.

Esta reflexión vale para el sábado por la mañana. El domingo igual ha quedado obsoleta. Llevamos un ritmo de vida que nos supera por la izquierda y por la derecha.