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Dimitri Barua, jefe de prensa de la Representación de la Comisión Europea en España: “Insistiremos en que las estrategias que se hagan tengan en cuenta la despoblación” Dimitri Barua, jefe de prensa de la Representación de la Comisión Europea en España: “Insistiremos en que las estrategias que se hagan tengan en cuenta la despoblación”
Dimitri Barua en la redacción de DIARIO DE TERUEL la semana pasada

Dimitri Barua, jefe de prensa de la Representación de la Comisión Europea en España: “Insistiremos en que las estrategias que se hagan tengan en cuenta la despoblación”

“Lo que no podemos hacer es imponer desde Bruselas, sino que la decisión se tiene que tomar al nivel más cercano al ciudadano”
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Dimitri Barua, jefe de prensa de la Representación de la Comisión Europea en España, viajó la semana pasada a Teruel para dar a conocer la propuesto del presupuesto comunitario que se ha hecho para el próximo periodo 2021-2027. Anunció que no se contempla un programa específico para atender la despoblación en la provincia, que tanto se esperaba, pero en cambio dijo que sí había otras vías a las que se podría acoger Teruel por su baja densidad.

- ¿Cómo piensa atender Europa la problemática de la despoblación en el próximo periodo 2021-2027?

- Primero se ha tenido en cuenta en la asignación general de los fondos. Lo que hemos querido es evitar que se asignen los fondos exclusivamente en base al PIB, que era el criterio anterior. Entonces abrimos los criterios, se tienen en cuenta cuestiones de baja densidad de población, luego cuestiones relacionadas a la educación, los problemas que tienen algunos países en materia de logros escolares. También hemos tenido en cuenta la cuestión migratoria puesto que sabemos que el sur de Europa está más afectado por estas cuestiones, y el desempleo por supuesto. Lo que hemos buscado es un reequilibrio de las asignaciones, de forma que todas las regiones se benefician, pero tenemos que asignar fondos donde más hacen falta. Y por esto crece la asignación para España en un 5%.

- El presupuesto no se ha aprobado todavía, ¿cuál va a ser el proceso?

- Estamos en la primera fase y cuando se apruebe el reglamento, esperamos que en 2019, pues entrará en la fase de diseño de programas. Queremos que los programas se hagan de la forma más local posible, más territorial, teniendo en cuenta las realidades del territorio. En esa programación lo que vamos a insistir es en que la estrategia que  se haga tenga en cuenta las especificidades de Aragón y entre otras cosas el tema de las regiones despobladas.

- Luego al final, que llegue o no dinero para la despoblación va a depender del Estado y las regiones, ¿no? Una cosa sería la asignación de fondos, que se incrementa, y otra cómo se reparte ese dinero y dónde se destina.

- Por supuesto, nosotros vamos a acompañar este proceso pero al fin y al cabo los fondos europeos son una gestión compartida. No es Bruselas que decide una cosa u otra, aunque evidentemente tenemos que tener unas reglas generales que fijamos a nivel europeo, pero luego, una vez fijado este marco, no son solo el Estado y las Comunidades Autónomas sino también las ciudades. Hay un 6% dedicado a ellas y ya se han hecho cosas aquí en Teruel y en otros sitios en Aragón. Son ámbitos de desarrollo sostenible, movilidad urbana y problemas sociales que se pueden tratar con el envejecimiento de la población, cuestiones que se atienden mejor desde el punto de vista local.

- ¿No hay posibilidad de que la Comisión Europea obligue de alguna manera a invertir en los territorios con mayores problemas demográficos? 

- Hay que tener en cuenta que Europa son muchas comunidades, regiones y entidades que gestionan fondos. Lo que hay que mantener es una cierta coherencia. Es verdad que nuestros interlocutores principales son los gobiernos y a partir de ahí de forma creciente en los últimos años hemos ido a las comunidades autónomas. Hablamos de estrategias inteligentes, que tienen en cuenta los desequilibrios territoriales que pueda haber en un territorio. El modelo de desarrollo lo tienen que escoger los aragoneses. Es una estrategia que tiene que partir de las necesidades.

- ¿Pero de quién depende que llegue o no dinero a un territorio concreto como Teruel, de Europa, del Estado o de la Comunidad Autónoma?

- La programación la hace el Gobierno dentro del respeto del ordenamiento jurídico interno español con las Comunidades Autónomas y a partir de ahí se tiene que validar en Bruselas. Ha habido casos en los que hemos discrepado y hemos indicado preferencias por un cierto tipo de acción, pero al ser gestión compartida, el primer gestor de las ayudas europeas son los gobiernos.

- ¿Me está diciendo que el Gobierno de España no puede escurrir el bulto y debe asumir sus responsabilidades? 

- Hay cuestiones generales respecto al marco que se aprueba, que pueden decir que eso se ha fijado en Bruselas y no estaban de acuerdo, pero a partir del momento en que el marco está aprobado, los programas se fijan a nivel de Gobierno. Lo que Bruselas puede decir es que no le gusta cómo está enfocado porque no es suficientemente preciso, o no corresponde con los objetivos. La cuestión fundamental de cómo se programan las actividades no es un dictado de Bruselas.

- ¿Cómo puede reclamar un trato justo un territorio como Teruel que en las últimas décadas no ha recibido un tratamiento adecuado? La despoblación en Teruel no es casual, es consecuencia de décadas de haber estado en condiciones de desigualdad inversora con otros territorios que se han podido desarrollar mientras esta provincia no ha tenido las mismas oportunidades. Está claro que algo ha fallado.

- Nosotros hemos escuchado esta queja y hace poco estuvieron en Bruselas hablando con la comisaria directamente. Forma parte evidentemente de nuestras discusiones con los estados cuando aprobamos las estrategias. Lógicamente esperamos que la estrategia que nos vendrá del nivel de la Comunidad Autónoma responda a los desafíos que existen en este territorio. Lo que no podemos hacer es imponer desde Bruselas, sino que la decisión se tiene que tomar al nivel más cercano al ciudadano. Si la estrategia no nos parece coherente también lo vamos a decir.

- Lo que parece evidente es que la estrategia en estos años no ha sido muy coherente, porque el reparto de los fondos llegados a España han sido desiguales porque en Teruel no se cumplen los principios de cohesión que fija el artículo 174 del Tratado de Lisboa.

- Yo ahí no tengo los elementos necesarios para entrar a hacer una valoración. 

- Habrá que darle un tirón de orejas al Gobierno de España.

- Quién soy yo para opinar sobre esto. Evidentemente escuchamos a todos y vemos la situación, esto es lógico.

- Es que no es el único problema que tiene Teruel con los fondos europeos, porque con la PAC pasa otro tanto en lo que se refiere a los estratos y el agravio discriminatorio que sufre desde hace tiempo. ¿Esto se puede entender a nivel de las instituciones europeas?

- El problema no es que lo entendamos nosotros, son los ciudadanos los que entienden menos estas cuestiones. Por tanto lo que hemos dicho es que tenía que haber un reparto más equitativo y es muy importante ir en esta dirección. Si nos remontamos a las referencias históricas nos iríamos al año 2000, con lo cual lógicamente los cultivos han cambiado en muchos sitios, la gente hace otra cosa, la situación de hoy no tiene mucho que ver con la anterior. Con la PAC nosotros fijamos el marco general, pero es realmente el Gobierno español en consulta con los actores y las Comunidades Autónomas quien tiene que definir cómo quiere ver la regionalización. El marco general otorga bastante flexibilidad a los gobiernos. 

El Gobierno español creo recordar que cuando se hizo la última reforma dijo que por las especificidades que tiene España, y también por la voluntad de que no haya grandes perdedores de esta distribución de ayudas, quiso hacer una regionalización más específica y ahí puedo entender que haya diferentes niveles de ayudas que son más complicados de entender para los propios agricultores, e incluso para los ciudadanos, los contribuyentes, que al final son los que pagan para todo esto.

- ¿Y la Comisión Europea lo comprende?

- Lo que tenemos que hacer son dos cosas. Primero asegurar la renta agraria, que es uno de los objetivos de la PAC, lo que no podemos hacer de repente es quitar todas las ayudas a alguien y dárselas a otro, tiene que haber una cierta justicia en el sistema. Y luego tenemos que asegurarnos de que a cada territorio le toquen suficientes ayudas para cubrir las necesidades de sus agricultores. Pero insisto, para este reparto nosotros fijamos las reglas de cómo se puede distribuir, pero el reparto actual y el futuro será el resultado de una decisión del Gobierno español.

- Encima va a haber menos dinero para la PAC con los recortes que se han producido por el Brexit.

- El 3,5% para pagos directos, pero bueno, depende de cada Estado porque no es lo mismo en cada sitio. La salida del Reino Unido es inapelable como en mi opinión también es difícil de cambiar la necesidad que tenemos de financiar otras políticas. Europa tiene una cierta dificultad de organizarse de forma solidaria en el reparto de la acogida de inmigrantes o refugiados y para esto también necesitamos fondos. Creo que Europa también tiene que afrontar esto. Así que tenemos por un lado exigencias nuevas de aumentar el presupuesto para la I+D o las migraciones, y por otro un estado que se va, mientras que hay estados que no quieren subir el presupuesto o que no le toquen lo suyo. 

Claro, tenemos que decidir entre todos cuál es el presupuesto que queremos, porque si lo bloquea uno, no hay presupuesto. Evidentemente todo el mundo tiene un interés en llegar a un acuerdo y estamos en esta situación actualmente. Por eso hemos hecho una propuesta, y estamos hablando de 365.000 millones de euros para toda la agricultura europea para siete años, y en mi opinión se mantiene la esencia de la PAC y hay un recorte que consideramos moderado. Ahora la pelota está en el tejado de los gobiernos. Ellos pueden decidir aumentar este presupuesto y si consideran que estos ajustes son inasumibles tendrán que encontrar el dinero para ponerlo. En resumen, esto es el principio de la partida que se juega en Europa pero nos enfrentamos a esta realidad complicada y tenemos que encontrar un equilibrio. Si no es del gusto de los estados pues tendrán que subir estas partidas y aumentar el presupuesto.

- Para el agricultor que vive del campo, que ahora está trabajando su tierra, y para el que seguramente estas cuestiones son muy etéreas para él, ¿cómo le va a repercutir realmente este recorte?

- Bueno, primero hay que decir que no todo el mundo va a tener necesariamente un recorte porque también estamos limitando las ayudas superiores a una cantidad que podría ser entre 60.000 y 100.000 euros, teniendo en cuenta el empleo. Es decir, ninguna explotación recibiría en principio más de 100.000 euros. El resultado de esto puede ser redistribuido a  los más pequeños, a los agricultores medianos o puede ser redistribuido a través de desarrollo rural. Ahí damos también una cierta flexibilidad a los gobiernos para que decidan cuál es el modelo que quieren. Por tanto, no necesariamente todo el mundo va a tener una reducción de la PAC. Cuando hablamos de porcentaje la reducción es real para todo el mundo, pero tiene un mayor impacto para los grandes. Cuando entramos a limitar las ayudas, ahí hay un cierto dinero que se puede recuperar para destinar a otros agricultores de una forma o de otra, con ayudas directas o en forma de desarrollo rural. 

- ¿Sobre qué porcentaje de la PAC decide directamente el Estado?

- La mitad de las ayudas actualmente de la PAC, de alguna forma u otra las deciden los estados porque hay ayudas acopladas, medidas agroambientales, las diferentes formas de regionalización. Todo esto, al fin y al cabo, son decisiones que toman los gobiernos. Es decir, Bruselas no decide de todo, fija el marco pero luego hay mucha flexibilidad para cada estado de coger el modelo que le interesa.

- En el periodo que finaliza ahora se introdujo la figura de las Inversiones Territoriales Integradas (ITIs). Teruel tiene una muy sui géneris porque no supuso disponer de más fondos y avanza muy lentamente en términos administrativos. ¿Está satisfecha la Comisión Europea o piensan revisar este tipo de figuras para que sean más ágiles?

- Ahí no podría hacer una valoración, pero sí sé que la Comisión Europea lo valora hasta el punto de que quiere ampliar el modelo. En la propuesta de reglamento que hemos hecho se mencionan expresamente las ITIs como vía posiblemente para tomar en cuenta esta especificidad de las regiones.

 - Son instrumentos nuevos que cuesta entender e incluso desde las propias administraciones da la impresión de que les cuesta activar para sacarle rentabilidad.

- Creemos en la herramienta pero también hay que enmarcarla para que sirva, pero debería informarme más.

- El Reino Unido se va y el euroescepticismo aumenta cada vez más en otros países. ¿Cuál es la salud de la Unión Europea hoy en día? 

- Bueno, venimos de una crisis económica y luego política de la que está costando salir, pero yo creo que Europa está mucho mejor ahora que en el momento que ocurrió el Brexit. De hecho, si el Brexit ha servido para una cosa ha sido para vacunar a la gente contra la forma más extrema del euroescepticismo, que es salirse de la Unión Europea. La gente se da cuenta que cuando estás en un municipio y estás en desacuerdo con el alcalde no vas allí a quemarle la alcaldía, sino que cambias de alcalde, y hay mucha gente que no está de acuerdo con la manera como se está haciendo la política en Europa, pero nadie está diciendo hay que salir de esto o hay que destrozarlo todo. Es muy poca gente, y sobre todo en España es marginal. Yo creo que el Brexit ha servido para vacunar un poco a la gente contra esto porque se ven claramente las consecuencias de salir de la UE. 

Europa ha traído muchísimos beneficios a España y a otros países. El hecho de tener un mercado interior permite a todo el mundo exportar, y las exportaciones agroalimentarias de España están en un nivel sin precedentes. Es una fuente de bienestar, por tanto. Que luego haya pasado una crisis, pues por supuesto; que se hubiera podido gestionar mejor esta crisis, pues tal vez, pero nadie pone en duda el interés de este proyecto para todo el mundo, ni siquiera el Gobierno italiano. 

Claro que hay nubarrones, siempre los hay, pero ahora son bastante menos que hace dos años cuando ocurrió el Brexit. Estamos en una situación complicada, pero se están haciendo muchas cosas y tal vez la gente no lo percibe. Se está avanzando mucho hacia el mercado único digital, también para consolidar la unión económica y monetaria, se está creando una Europa de la defensa, tenemos una Europa también de la seguridad. Mal que bien también se está avanzando en materia política migratoria y creo que también va a haber una reforma de calado del sistema europeo de asilo para que sea más equitativo.  

- Hay futuro por tanto en Europa en contra de lo que piensan quienes muestran dudas y temores.

- Sí, a ver, hay que ser optimista y realista. Es decir, tenemos que conocer los límites del proyecto europeo, no siempre va a la velocidad que todo el mundo quisiera, pero se están haciendo cosas y yo creo que ahora la próxima etapa es el año que viene. Vamos a ver un poco si tomamos el pulso en las elecciones europeas, que yo diría que son muy importantes porque vamos a definir cuáles son los grandes bloques que van a gobernar Europa para el futuro y según que haya una mayoría u otra ya veremos cómo se avanza. Puede facilitar los avances o dificultarlos y por eso son muy importantes. En cualquier caso va a ser un momento muy interesante de la construcción europea.