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Albalate del Arzobispo pone en valor la sabrosa cereza local en un año “horrible” Albalate del Arzobispo pone en valor la sabrosa cereza local en un año “horrible”
Se vendieron cientos de kilos de cerezas en el expositor de la mayor empresa de Albalate dedicada al sector. M. N.

Albalate del Arzobispo pone en valor la sabrosa cereza local en un año “horrible”

La copiosidad de las últimas lluvias ha restado calidad al fruto y ahuyentado al consumidor
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La sabrosa cereza del Bajo Martín se puso ayer en valor por séptimo año consecutivo en la feria de Albalate del Arzobispo, en la que se vendieron centenares de kilos de este fruto que en el Bajo Martín tiene un sabor especial debido al contraste térmico. Sin embargo, las últimas lluvias no le han sentado bien y la calidad se ha visto mermada esta temporada. 

El grupo Leader Adibama y el Ayuntamiento de Albalate organizaron una nueva edición de la Feria de la Cereza, que en una jornada calurosa aglutinó a una veintena de expositores en la plaza del Convento.

“El tema central es la cereza, pero tratamos de que haya también una representación no solo de los productos de proximidad de la localidad y la comarca, sino también de comarcas próximas”, explicó el gerente de Adibama, José Vicente Querol. 

La muestra “se ha convertido en una pequeña feria local y comarcal” que goza ya de “cierta tradición”, por lo que “la gente la espera, le gusta y pregunta por ella”, añadió. 

Un producto saludable

Para aprovechar este tirón, en esta ocasión tuvo lugar una clase magistral sobre la alimentación saludable y sus falsos mitos a cargo de Nuria Abia, la conocida nutricionista colaboradora del programa de AragónTV La Báscula.

“Hemos estado explicando a los vecinos de Albalate la importancia de comer verduras, hortalizas y frutas, y qué mejor que en la Feria de la Cereza, que siempre se ha asociado a una fruta de la que había que comer poco porque tiene mucho azúcar”, disertó la dietista. Sin embargo, “para nada” esto es así, por lo que animó a comer en cantidad, aunque tampoco “un kilo de una sentada porque no sería coherente tomar tantísima ración de nada”.

La cereza “no tiene muchas calorías”, pues básicamente se compone de agua. Sí contiene el azúcar propio de la fructosa, pero también “sustancias antioxidantes que son buenas para el corazón y para el cerebro”, explicó la invitada de excepción a la séptima edición del certamen. 

Por tanto, animó a comer más cerezas, “la mejor chuchería que existe”, y “menos productos ultraprocesados, que son los que realmente están haciendo daño a nuestra salud”. 

Los sabios consejos de Abia calaron entre la población local. Pilar Torcal y Paquita Rondón volvían a casa con una caja de dos kilos de cerezas. “Siempre las piezas más gordas porque son las más buenas”, explicó Torcal. 

“Son buenísimas y de muy buena calidad las cerezas de Albalate”, apuntaba Rondón. “Estamos esperando ansiosos a que venga el mes este para hartarnos a cerezas”.  

El consumidor se escapa

No obstante, este año las cerezas buenas se han hecho de rogar y las primeras han sido tan insípidas que el cliente les ha puesto la cruz para esta  temporada y se ha decantado por otros productos. 

Lo sufre en sus carnes Juan Clavería, uno de los seis hermanos que están al frente de Frutas Espronceda, la empresa exportadora de cerezas de Albalate del Arzobispo.

“Ha sido un año horrible porque las últimas lluvias han durado demasiados días y han ahogado, de alguna manera, a la cereza”, explicó. Muchas están rajadas y han perdido sabor y brillo. 

“Como la calidad ha sido tan mala, el mercado se ha hundido. El consumidor se ha ido hacia el melón, el paraguayo o el albaricoque, y ahora que hay muy buena cereza no la puedes vender porque has perdido al cliente que ha tenido una mala experiencia”, lamentó el productor. 

No obstante, ayer las cerezas se vendían a buen ritmo en Albalate. En cuestión de horas se despacharon centenares de kilos para el consumidor local y comarcal que valora el producto, que puede llegar hasta los 5 euros el kilo en los calibres y variedades más seleccionadas. 

Espronceda exporta más del 80% de lo que produce, con la máxima de vender al que mejor paga la cereza, en este caso el mercado europeo. 

La cereza de Albalate suele ser excepcional debido al agua de los baños de Ariño con que se riegan los árboles y a que hay “un contraste térmico muy bueno” motivado por una producción a 500 metros de altitud. 

Los amantes de la cereza pudieron degustarla ayer en forma de los sabrosos postres que prepararon principalmente las amas de casa de Albalate. La organización también sirvió durante todo el día miles de raciones bañadas en chocolate.

Conservas, salazones, mermeladas, quesos, embutidos o artículos de alabastro –otra materia prima de primer orden que ofrece la localidad– contribuyeron a dar colorido a la feria. 

También se entregaron los premios del Concurso de Relatos sobre la cereza de la vega del Martín.