Los amantes de la Prehistoria compiten por ser los mejores ‘cazadores’ con arco

Más de 30 personas participaron el fin de semana en Azaila en una manga del Campeonato europeo de tiro con armas prehistóricas. Más allá del carácter competitivo del evento, los aficionados a la Prehistoria aprovecharon para intercambiar conocimientos en arqueología experimental, pues tienen que forjarse ellos mismos sus propios arcos y propulsores.

Arcos de distintas maderas, flechas y azagayas con puntas de sílex o hueso, plumas de diferentes aves y otros materiales naturales que los antiguos cazadores podían encontrar en su entorno. Estos son los mimbres con que los tiradores demuestran su pericia en este peculiar campeonato que se viene celebrando desde hace una década en el Parque Cultural del Río Martín.

En esta ocasión, lo organiza Vida Primitiva, la empresa que explota el Centro de Visitantes de Azaila de la Ruta de los Íberos en el Bajo Aragón. Se trata de una pequeña población con gran patrimonio arqueológico, con el impresionante yacimiento del Cabezo de Alcalá como máximo exponente. La localidad está cerca de núcleos muy importantes de arte rupestre levantino, patrimonio mundial de la Unesco. 

El campeonato de tiro con armas prehistóricas se celebra desde hace 28 años en distintos países de Europa. “La organización a nivel europeo exige que sea una zona donde haya un yacimiento que se esté poniendo en valor para darlo a conocer”, explicó David Castillo, organizador del evento. 

“En Teruel tenemos entre 30 y 40 participantes, pero en Andalucía llegan hasta los cien porque son poblaciones mucho más grandes”, explica. En esta ocasión “no han venido desde Francia, pero sí desde Murcia, que casi está más lejos. También de Alicante, Madrid, Toledo, Barcelona, Cantabria, Asturias...”, enumeró. 

El campeonato cuenta con dos modalidades: el tiro con arco y flecha, y con propulsor y azagaya. Todos los utensilios tienen que haber sido elaborados por los propios participantes, por lo que, por ejemplo, “las cuerdas son de lino o cáñamo en lugar de usar poliéster” como se hace con los arcos modernos. 

“Somos gente que nos gusta mucho la prehistoria, practicar deporte y conocer entornos diferentes. Hacemos turismo cultural”, concluyó Castillo.

Entre los participantes se encuentra Juan Carlos Pereletegui, de Alicante, un apasionado de la arqueología que compite este fin de semana por primera vez. “Estaba en Híjar pasando unos días de vacaciones y me he fabricado una azagaya y un propulsor”, dijo, para añadir que el arco “es relativamente moderno, aparece en el Neolítico aproximadamente”, mientras que la azagaya “es más antigua, por lo menos 10.000 o 15.000 años” anterior.

“Si he interpretado bien las reglas, tengo 30 intentos para darle a la diana”, bromeaba antes de la competición este interesado en la arqueología experimental que halaga la Ruta íbera, que en su opinión “no sólo sirve para que la gente se comprometa y proteja” el patrimonio cultural sino también “como actividad económica muy interesante”. 

Todo el material que se usa en cualquiera de las dos pruebas, en la de tiro con arco y en la de tiro con propulsor, debe estar realizado con materiales naturales y deben haber sido construidos mediante técnicas prehistóricas, por lo que el campeonato se convierte en un buen momento para experimentar.