Leyendo hace unos días la noticia publicada por Diario de Teruel acerca de The Silent Route, esa peculiar y solitaria ruta de poco más de 60 kilómetros y hora y media de trayecto, que cruza parte del Bajo Aragón, se me venía a la cabeza una mezcla de sentimientos enfrentados. Por una parte esos que te dicen que a veces nos sentimos muy solos y abandonados en esta provincia, pero por otro lado somos unos afortunados de tener parajes idílicos a tan sólo unos minutos de la puerta de casa.
Nos toca muchas veces en estas tierras reinventarnos, y tener ingeniosas ocurrencias e ideas para atraer turismo, que parece que nos da un oxígeno que necesitamos para vivir, y esta ruta que atraviesa la Comarca de Sierra de Arcos y Maestrazgo es un gran ejemplo de ello, donde gente de fuera paga por venir a conducir y conocer esas carreteras.
Tenemos que ser conscientes de que desde luego que nos faltan muchísimas cosas, y que tenemos servicios propios a veces de un país tercermundista, de lo cual hemos hablado y protestado en multitud de ocasiones. Pero también tenemos que abrir los ojos, y ver la realidad que tenemos, y muchas zonas de nuestra provincia son un auténtico paraíso natural.
Desde el sitio donde el lector lea esta columna, habrá mirado a su alrededor, y habrá llegado a su mente los maravillosos paisajes y enclaves que tenemos, y de los cuales además de disfrutarlos, a veces tenemos que aprovecharlos para sacarle un rédito en forma de explotación económica, que suele ser además atrayendo turismo.
Cuando hablo con mis amigos o familiares que viven en grandes ciudades, y les cuento que cualquier día cojo mi bici de montaña, y en diez minutos estoy disfrutando en mitad del monte me dicen que esto es un paraíso, y es verdad, lo que pasa es que a veces no caemos en la cuenta.
Podríamos nombrar cientos de lugares que harían honor a ese calificativo de paraíso natural que tenemos, pero para no pecar en dejarme ninguno prefiero saber que cada turolense tiene sus preferidos ,todos conocemos y hemos visitado muchos, pero todos debemos pensar que nuestra provincia en ese sentido es un auténtico paraíso y debemos disfrutarlo.