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Así lo ven los que mejor miran Así lo ven los que mejor miran
Dos automovilistas tratan de poner las cadenas en mitad de una nevada en la provincia de Teruel, en una imagen de Antonio García. Bykofoto /?A. G.

Así lo ven los que mejor miran

Los turolenses Antonio García y Javier Escriche, entre los fotoperiodistas que exponen en Zaragoza
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Así lo vemos es el título de una exposición que cuenta historias ciertas mediante la mirada de treinta y siete fotógrafos que retratan en sus imágenes acontecimientos que, además de hacer reflexionar y evocar recuerdos, conforman el relato del pasado más inmediato de Aragón.

La muestra realizada con las fotografías de los miembros de la Asociación Profesional de Fotoperiodistas de Aragón, y que se puede ver en la sala Cuarto Espacio de la Diputación de Zaragoza, se remonta a 1975, con la fotografía de Carlos Moncín en la que aparece un soldado leyendo en el Heraldo de Aragón la muerte de Francisco Franco.

En la exposición participan dos fotoperiodistas radicados en Teruel, Antonio García y Javier Escriche, que también aportan varias imágenes que integran la provincia dentro de ese discurso gráfico y cronológico que conforma exposición. 

Lo extraordinario del trabajo de los fotoperiodistas es que, a pesar de que su labor discurre marcado por los tiempos rapidísimos de la actualidad, con el tiempo y la calma dejan un poso que se convierte en la historia vívida del territorio. 

Así, junto a esa fotografía que alude a la muerte del dictador hace 43 años, también pueden verse las del derribo de las naves de Averly en Zaragoza (2016); el funeral del cantante de jota José Iranzo El pastor de Andorra (2016); el retrato de Cecilia Jiménez junto al Ecce hommo (2013) y otras más alejadas, como la que capta el momento en el que el expresidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, salta de una piedra a otra en un río en Teruel, en la campaña electoral de 2010.

Hay también imágenes de la década de los ochenta y noventa, como la rueda de prensa del sindicato unificado de la Guardia Civil en 1989 (ilegal entonces), donde aparecen dos sujetos encapuchados, y otras tomadas en zonas de conflicto.

El hombre que fuma junto al cadáver de un joven muerto en Sarajevo (Bosnia) en 1992, de Gervasio Sánchez, o el retrato de un niño sirio (2017), de Diego Ibarra, son algunas de ellas.

Al hilo de estas imágenes, y la del funeral del Pastor de Andorra, donde se muestra el ataúd abierto, el fotoperiodista Javier Belver ha reconocido que la fotografía se ha vuelto más pudorosa y que quizá esa imagen no tendría cabida en un medio de comunicación. “Pero las barbaries siguen pasando”, ha señalado.

En total, se muestran 74 fotografías (dos por cada fotógrafo) agrupadas en los géneros o las secciones que habitualmente aparecen en los medios de comunicación (deportes, reportajes, cultura, noticias..), en una exposición que “reivindica” la fotografía y la figura del fotoperiodista, en un mundo en el que se hacen miles de imágenes al día, ha explicado la diputada de cultura de la Diputación Provincial de Zaragoza, Cristina Palacín.

Junto a una frase escrita en la pared donde se podía leer El fotógrafo es el ser contemporáneo por excelencia, el presidente de la Asociación de Fotoperiodistas de Aragón, José Miguel Marco, ha mostrado su convicción de que este trabajo tiene una responsabilidad social que merece ser reconocida y valorada.

Ha reflexionado también sobre la evolución del trabajo del fotógrafo durante este tiempo, para asegurar, a continuación, que el momento de la toma, que suele ser “muy intuitivo”, se mantiene intacto con el paso del tiempo.

“Vamos al lugar del suceso, discernimos lo que es importante, lo fotografiamos y nos vamos”, indicó. Pero es a partir de ese momento, cuando sí ha cambiado todo, porque la transmisión debe de ser “inmediata”, precisa.

Algo que es posible a la tecnología con la que no contaban hace décadas, cuando tomaron algunas de las fotografías que aparecen en la exposición.

Esta evolución tecnológica queda también reflejada en la muestra, en la planta superior del Cuarto Espacio, donde se exhiben algunos de los aparatos utilizados antes.

Entre ellos, un transmisor de negativos o un transmisor de rodillo, empleados hasta comienzos de la década de los noventa.

La exposición, se ha inaugurado esta semana y podrá verse hasta el próximo 19 de agosto. Es la primera muestra de la Asociación de Fotoperiodistas de Aragón desde que se constituyera oficialmente a finales del pasado año. Precisamente la constitución de esta asociación tuvo lugar al “delicado momento que atraviesa la profesión”, donde cada vez hay más información visual en los medios y en las redes, no siempre realizada con los cánones de calidad propias de los profesionales y no siempre bien pagadas. En Aragón aproximadamente tres de cada cuatro fotógrafos de prensa trabajan como autónomos y no como parte de la plantilla de un medio de comunicación.

Pegados a la actualidad

Los dos fotógrafos radicados en Teruel que forman parte de la Asociación de Fotoperiodistas de Aragón, Antonio García y Javier Escriche, han aportado a la exposición cuatro imágenes muy paradigmáticas del territorio por el que campan.

García, fotógrafo colaborador habitual con DIARIO DE TERUEL, Heraldo de Aragón o Agencia EFE, expone una espectacular imagen de la hoguera de San Antón en el barrio turolense de San Julián, en el que conjuga el misticismo de la tradición con la belleza estética, además de una fotografía de dos automovilistas en plena ventisca de nieve que tratan de colocar las cadenas. 

Por su parte, Javier Escriche, cuyas imágenes también son publicadas habitualmente por DIARIO DE TERUEL y Heraldo de Aragón, aporta una de las imágenes más características de Teruel que hoy mismo volverá a repetirse: la puesta del pañuelo el sábado de Vaquillas. La imagen, tomada al pie de la columna, refleja fielmente la explosión de júbilo que representa ese momento. 

La otra fotografía que expone es una peculiar imagen con un encuadre poco habitual, de una cata de jamón realizada en el Claustro de San Pedro. 

También expone Rogelio Allepuz, que aunque está afincado en Zaragoza nació en Almohaja. Su archivo fotográfico es un libro de historia de Aragón, y algunas de sus imágenes han podido verse recientemente en el Museo de Teruel, durante la exposición sobre el atentado de ETA a la casa cuartel de Zaragoza en 1987. Entre las fotos que se exponen de Rogelio Allepuz en la muestra destaca un precioso retrato de José Antonio Labordeta.