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Más manada

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Cruz Aguilar

Las mujeres, y confío en que también muchos hombres, nos sentimos indignadas con todo lo que ha tenido que ver con el caso de la manada. Desde la culpabilización y seguimiento, casi acoso, de la víctima antes y durante el juicio hasta la puesta en libertad provisional de los violadores con el pretexto de que no iban a cometer más actos delictivos. Como si no hubieran cometido ya suficientes. La justicia patriarcal es incomprensible. Se les ha juzgado por lo que ya han cometido y la libertad o no tiene que ser en función de lo que han hecho, no de lo que pueden hacer, que esperemos que no sea nada porque  en las últimas fiestas de San Fermín estaban libres e igual hasta fueron.  Porque, al precio que le salió la última juerga, es posible que quieran pagar otras muchas.  

Por no hablar de que en este país todavía hay quien los trata como héroes y carroñeros –que no periodistas– que los persiguen para entrevistarles (esto me escama bastante, la verdad). Vamos, que violan a una tía entre 5 se pegan 2 años en la cárcel pero cuando salen son famosos y los persiguen los mismos reporteros  que a Paquirrín o Belén Esteban, que no es que hayan hecho mucho por este país, pero por lo menos nada delictivo.
No sé mucho de leyes y posiblemente los jueces que los hayan puesto en libertad lo han hecho porque es lo que les corresponde, pero en ese caso lo que tenemos que hacer es luchar por cambiar el Código Penal.
Desde luego con todo lo que ha pasado con el caso de Sanfermines la víctima seguro que se ha arrepentido al menos en un millón de ocasiones de haber denunciado. Se le ha cuestionado, sus datos se han dado a conocer, y encima sus verdugos están en la calle y pueden violar a otra muchacha durante estos días. 
Por mucho que la sociedad se esfuerce en hacer campañas en contra de la violencia sexual, por más que en Pamplona se prohíban camisetas con lemas  vejatorios, por más que en Teruel se hicieran carteles en contra de las agresiones sexuales e incluso algunas peñas lanzaran mensajes disuasorios por redes sociales, mientras no haya unas leyes que penalicen esas conductas no habrá nada que hacer. Y hoy por hoy, esta justicia a las mujeres no nos representa.