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El parque cultural del chopo cabecero elige a su patronato y aprueba su primer plan de actuaciones El parque cultural del chopo cabecero elige a su patronato y aprueba su primer plan de actuaciones
Nacho Escuín (sexto por la izquierda) posa con los participantes en la reunión del parque cultural del chopo cabecero

El parque cultural del chopo cabecero elige a su patronato y aprueba su primer plan de actuaciones

El presidente de esta estructura será el alcalde de Aguilar de Alfambra, Enrique Galindo, y el patronato ha elevado la propuesta de gerencia a Xavier de Jaime
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El parque cultural del chopo cabecero, que engloba a diez municipios de tres comarcas turolenses en torno al paisaje singular que protagoniza este árbol, ha vivido este viernes una jornada trascendental en la que ha elegido a su patronato, que ha aprobado su primer plan de actuaciones. De esta manera, el nuevo parque cultural de Aragón podrá acceder ya a las ayudas que estas estructuras reciben de forma directa del Departamento de Educación, Cultura y Deporte. El alcalde de Aguilar de Alfambra, Enrique Galindo, ha sido designado presidente del patronato, cuyo consejo rector formarán a su vez el alcalde de Allepuz, un representante de la asociación Aguilar Natural (de la que partió la idea de solicitar la declaración de BIC inmaterial para la cultura generada al calor de esta especie, que el Gobierno de Aragón concedió en 2016),  dos miembros de la Dirección General de Cultura y Patrimonio y otro de la Dirección General de Desarrollo Rural. Además, el patronato ha elevado la propuesta de gerencia a Xavier de Jaime.

El director general de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón, Nacho Escuín, ha estado presente en la reunión y ha calificado la jornada de hoy como de “un día histórico”, ya que además de estos cargos el patronato ha dado el visto bueno a su primer plan de actuaciones para este año que, en palabras de Escuín, “marcará las intervenciones que se vayan a realizar en los próximos años”. Dentro de estas actuaciones destacan el impulso a su difusión (a través de publicaciones, señalética o cartelería), la creación del plan del parque, la generación de senderos entre los territorios que lo componen, la celebración de jornadas técnicas y algunas acciones vinculadas a las mejoras culturales en los ayuntamientos.

El director general de Cultura y Patrimonio ha destacado asimismo la importancia de los parques culturales de la Comunidad, recalcando la próxima puesta en marcha del de Benasque y la recuperación del de San Juan de la Peña, y ha incidido en su buen rendimiento en la provincia de Teruel, donde ya existen cuatro que se dedican a impulsar el patrimonio y el turismo en la Comunidad.    

La apuesta clara del Gobierno por estos organismos se refleja en el incremento de su financiación, que se ha multiplicado por siete durante la presente legislatura (en el último Consejo de Gobierno, por ejemplo, se aprobaron las subvenciones para los del Río Martín y Maestrazgo, con una inversión de 76.000 y 77.000 euros respectivamente) y con la potenciación de nuevas estructuras que sirvan para proteger y promocionar sus municipios a través de medidas especiales de salvaguarda para sus elementos singulares. Aragón fue la primera comunidad autónoma que reguló por ley la figura de los parques culturales, que después ha sido reproducida en todo el país.

El parque del chopo cabecero

El nuevo parque cultural integra a diez municipios de las comarcas de Gúdar-Javalambre, Maestrazgo y la Comunidad de Teruel (Ababuj, Allepuz, Aguilar de Alfambra, Camarillas, Cedrillas, Galve, Gúdar, Jorcas, El Pobo y Monteagudo del Castillo). La idea de crear un parque cultural en torno al chopo cabecero nace de una iniciativa del territorio, a través de asociaciones, ayuntamientos, investigadores y de los propios habitantes de la zona. En definitiva, gente activa que pretende mantener vivos sus pueblos y que apuestan por un futuro mejor en torno al chopo cabecero como un símbolo del territorio. Aunque se trata de una especie trabajada en muchas comarcas turolenses, en esta zona es especialmente significativa su presencia.

Este árbol de trabajo que ha caracterizado el paisaje de las serranías turolenses durante siglos, y toda la cultura generada por el chopo cabecero fueron reconocidos como Bien de Interes Cultural Inmaterial por el Gobierno de Aragón en 2016. Se refiere, en su sentido amplio, a la actividad de la escamonda, desmoche o trasmoche del álamo negro (populus nigra), así como los conocimientos, técnicas y usos asociados a dicha actividad que se han desarrollado en amplias zonas del sur de Aragón durante siglos.

Forman parte de esta cultura no sólo los conocimientos botánicos y usos tradicionales necesarios para el manejo de la especie Populus nigra, sino también los oficios artesanales asociados que se benefician de esta práctica (elaboración de cal, arquitectura tradicional, cestería, etc.), las herramientas y aperos empleados o el aprovechamiento específico del entorno natural, con la consiguiente generación de paisajes antrópicos. No menos importantes son los usos sociales vinculados al chopo cabecero, como todo lo relativo a la propiedad consuetudinaria de los ejemplares, su uso en rituales festivos o la colaboración familiar y vecinal ligada a la escamonda. Por último, desde el punto de vista de la tradición y expresión oral, es muy amplia la terminología relativa a las operaciones, especies, o herramientas, que varían de una comarca a otra; un léxico que ha servido como vehículo de transmisión informal de esta cultura.