Palomar de Arroyos restaura una peana y un pilón destruido en la Guerra Civil

El municipio de Palomar de Arroyos celebra este mes de agosto la restauración de algunos de sus motivos religiosos más emblemáticos. Concretamente las piezas restauradas han sido dos, una antigua peana y un pilón de San Juan, a las que además se suma la creación de una nueva capilla en la iglesia del pueblo.

Este proyecto ha nacido fruto de la iniciativa del Ayuntamiento, que se ha encargado de la restauración y construcción de todos estos elementos. El resultado final del mismo sido disfrutado por los vecinos este mismo verano, concretamente el seis de agosto, día de San Salvador, patrón del pueblo, y que se aprovechó para inaugurar las tres piezas con la presencia del obispo.

De esta manera, la reforma de la peana del pueblo ha sido la intervención de mayor relieve, con un coste que ha ascendido hasta los 6.500 euros y que todavía está pendiente de pagarse por completo con las contribuciones de los vecinos que quieran apoyar la financiación de la misma. La restauración no solo ha consistido en repintar y poner un nuevo faldón a la tarima, sino también el ensamblaje de ruedas para facilitar su desplazamiento, que ya no tendrá que ser cargándolo a pulso. Desde el Ayuntamiento, el alcalde, Antonio Ruiz, justifica este tipo de restauración a que “cada vez hay más gente mayor en el pueblo y no quieren llevar el santo a cuestas”, ya que la peana “pesaba mucho” y la “la ermita está a un kilómetro del pueblo”. 

Ruiz además señala que la intención inicial de la institución era “hacer una nueva más ligera pero nos dijeron que reformada quedaría mejor y así ha sido”, valorando así positivamente el resultado final.

Además de la peana, el pilón de San Juan también ha sido reformado. Se trata de una pequeña construcción de la que únicamente quedaba original la base tras ser derribada durante la Guerra Civil. Ahora, se ha levantado de nuevo con ladrillo y ya luce al santo en su interior.

Finalmente, la última de las obras consistió en crear una nueva capilla en la iglesia de la localidad. El motivo para hacerlo fue el clima, ya que, según Pérez, “la iglesia es muy grande y en invierno va muy poca gente, así que en una capilla más recogida no hará tanto frío”.