Síguenos
Presente y futuro Presente y futuro

Presente y futuro

banner click 244 banner 244
Toni Fernández

Tomamos ya con cierta naturalidad todos esos avances tecnológicos, que se nos van echando encima cada día, y que a veces nos parecían muy lejanos en cuanto al tiempo, pero a la que nos damos cuenta están ya en nuestras vidas, y una vez están dentro es difícil apartarlos. 
Tenemos ejemplos muy clarificadores, hace cuatro días teníamos que esperar hasta el final del telediario para ver el tiempo o como mucho intentar mirarlo en el teletexto. Ahora cogemos el móvil, y miramos que temperatura vamos a tener dentro de 15 minutos , o si va a llover, igual en Teruel que en Ulan Bator. 
Y no es sólo cosa de juventud, ya toda esa generación que en principio se negaba a toda esta evolución, redes sociales, wasap o similares ya están totalmente integradas en ella y forman en mayor o menor medida parte de sus vidas. “Yo no tendré nunca una cuenta en facebook” ó “para que vale el guasap pudiendo llamar” eran frases que decían y de las que ahora reniegan. 
Y la otra cara de la moneda son los niños, esos que nacen con un móvil o una tablet en la mano, pese a que a algunos padres les pese, ese avance no se puede detener, y no debe estar enfrentado con que puedan leer libros o cómics, o dibujar en papel o cartulina… pero ¿en qué casa no hay varios móviles, una tablet, ordenador portátil o una TV con conexión a internet?  Y eso para los niños son gominolas tecnológicas. 
Entramos en ese debate entre contacto social y natural, ese que se hace en un parque, una piscina o una pista de baloncesto,   y el contacto virtual por llamarlo de alguna manera, que podemos hacer desde cualquier sitio y llega hasta cualquier otro, y donde estos últimos también lo consideran igual de válido que el anterior, aunque sean totalmente diferentes.
En el mundo del deporte están los E-Sports, competiciones que en ciertos países tienen ya un alto reconocimiento, y donde se llenan pabellones y estadios para verlos jugar en directo. 
El caso es que este mundo avanza a un ritmo frenético, y nuestra sociedad estamos expuestos a todos estos progresos, para lo bueno y lo malo, y ahí es cuando cada puede elegir hasta donde llega… ¿o no?