Síguenos
Ana Virginia Jarauta, voluntaria de la Obra Social La Caixa: “Los voluntarios ayudamos a mejorar presentes que pueden construir futuros” Ana Virginia Jarauta, voluntaria de la Obra Social La Caixa: “Los voluntarios ayudamos a mejorar presentes que pueden construir futuros”
Ana Virginia Jarauta, con un panel de informaciones sobre la labor del voluntariado de la Obra Social la Caixa

Ana Virginia Jarauta, voluntaria de la Obra Social La Caixa: “Los voluntarios ayudamos a mejorar presentes que pueden construir futuros”

Acaba de impartir un taller a internos del Centro Penitenciario de Teruel sobre Educación Financiera
banner click 244 banner 244

Ana Virginia Jarauta es voluntaria de la Obra Social La Caixa desde hace veinte años. En este tiempo ha llevado a cabo diferentes proyectos pero por primera vez acaba de realizar un taller de educación financiera para internos del Centro Penitenciario de Teruel. La actividad se desarrolló durante una semana y fue un éxito. Se llenaron las 30 plazas disponibles e incluso se quedaron personas sin poder participar.

-¿Cuál es el objetivo de estos talleres?

-El objetivo de estos talleres es exponer, de manera cercana, los conceptos básicos sobre educación financiera, dar herramientas y pautas para una correcta administración de la economía, alertar sobre los riesgos de determinados productos financieros, además de ayudar a optimizar los recursos disponibles y el presupuesto individual. Pero, en el caso del Centro Penitenciario de Teruel, el fin último es trabajar con las personas privadas de libertad con el objetivo de lograr su reinserción a través de la formación.

-Por primera vez imparte el taller de educación financiera a la población reclusa pero ¿lo trasladan a otros ámbitos?

-Este año hicimos uno dedicado a los jóvenes, en el instituto de Mora de Rubielos. La otra línea es la educación financiera para adultos, que sería el caso del Centro Penitenciario de Teruel. Al final, como voluntarios tratamos de ver qué necesidad podemos cubrir y ayudar a solventarla, ponernos a disposición de lo que nos pidan y hacerlo con ilusión. Lo fácil es quejarnos de todo pero hay que valorar la suerte que tenemos y ayudar a los demás.

-¿Cómo empezó su trayectoria como voluntaria?

-Empecé el voluntariado con 18 años, fuera del programa de la Obra Social La Caixa pero enseguida entré a formar parte de su programa, que tiene líneas muy diversas y que buscan las necesidades del territorio hablando con diferentes entidades. En este caso entramos en contacto con el Centro Penitenciario de Teruel.

-¿Cómo fue acogido el proyecto en este Centro?

-Les pareció muy novedoso. No lo habían hecho nunca y tampoco pensábamos que iba a tener tanta acogida. Ellos nos dieron la dosis de realidad y nosotros aportamos la de la ilusión y la insistencia porque creemos en este proyecto. Lo más importante es creer en lo que uno hace en todos los aspectos de la vida. Es verdad que es fundamental sentirse afortunado, enfrentarnos a las adversidades pero también crecernos ante ellas y ayudar a los demás.  Los voluntarios tenemos miedo a no hacerlo bien pero es un miedo que hay que vencer. La solidaridad llena mucho al voluntario, pero esto también tiene una parte egoísta porque dar te hace sentirte bien, pero implica un esfuerzo para vencer los propios miedos. 

-Trabajar en este caso con los presos de una prisión ¿era un reto?

-Siempre he estado vinculada al mundo de la docencia. En el caso de la educación financiera creo que hay que recibirla desde pequeño, nosotros no la recibimos en la escuela y dependía del seno familiar en el que crecías. En el caso de los alumnos que han participado en el taller se mostraron muy abiertos a las explicaciones que les daba y les resultó muy novedoso. Además, como voluntario nos tenemos que adaptar a las situaciones que nos encontramos y ayudar a intentar mejorarlas, sin juzgar ni prejuzgar y dándoles confianza.

-¿Cómo fue acogido el taller entre los participantes?

-Nosotros queríamos normalizar la vida que van a tener una vez que salgan fuera del centro, aunque había de todo. Algunos tienen próxima su salida y otros no. La intención y el interés que mostraron todos es para destacar. Se planteaban cosas que nunca habían pensado y estar pendiente de nuestras financias es algo que nos afecta a todos. El taller pretendía también hacer que fueran capaces de tomar sus propias decisiones. Este -como otros talleres que realizamos- se basa en la normalidad y en la igualdad de oportunidades. El taller fue muy práctico y colaborativo. Para mí también fue muy importante el respeto dentro del aula. En mi caso era irrelevante estar en un centro penitenciario, todos eran compañeros y estamos para dar diferentes puntos de vista, aunque no estemos de acuerdo. Todos tienen que ser respetados y tenemos que aprender a defender el nuestro si es diferente al del otro pero argumentándolo. 

-Entonces, ¿la experiencia ha sido positiva?

-Muy positiva, y animaría a otras personas a ayudar como voluntarios, porque es parte de nuestra responsabilidad, porque quejarse no sirve para nada, hay que actuar y cada uno dentro de lo que podemos hacer, incluso a veces un poco más, para ayudar a mejorar esos presentes que pueden construir futuros.