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Lambán anuncia la puesta en marcha de una Estrategia, una marca Aragón y un marco legal para facilitar la comercialización de los productos aragoneses

El Presidente de Aragón augura que el sector de la Agroalimentación duplicará en poco tiempo el número de empleos directos
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El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, ha anunciado la inmediata puesta en marcha de una Estrategia de comercialización de los productos aragoneses, una Marca y un marco, que recogerá las inquietudes y recomendaciones del sector primario y que será fundamental para el impulso de la Agroalimentación, un sector que hoy representa el 10% del PIB de Aragón y un 12% del empleo. Además, lleva camino de ser un referente, ya que con las perspectivas actuales se puede casi duplicar la ocupación actual si se ponen en marcha todas las iniciativas programadas que contemplan la creación de 10.000 nuevos empleos, sumandos a los 15.000 actuales, lo que le llevará a alcanzar los índices del sector de automóvil que actualmente cuenta con un peso del casi 17% del empleo industrial de Aragón.

Dentro de este sector destaca el del porcino, que ya genera 11.000 puestos y es el 3,5 5 del PIB, produce casi 14 millones de cerdos y es el cuarto sector más importante del PIB aragonés. 3.900 explotaciones familiares. Con los nuevos proyectos se invertirá más de 500 millones hasta el año 2020 y se generará en poco tiempo más de 5.000 puestos de trabajo (Pini en Binéfar, San Esteban), Valls Companys (calamocha y Ejea), Jamones Albarracín, Térvalis en Teruel, Arcoiris en Valderrobres, Grupo Jorge en Zuera, Espuña en Utrillas, o el Grupo Costa en Fraga.

El presidente del ejecutivo autonómico también ha puesto el acento en la producción: Aragón produce alimentos para 15 millones de personas, frente a una población en torno a 1.346.293 habitantes, por lo que la comunidad es excedentaria en productos agroalimentarios. No obstante, es necesario afrontar retos como la búsqueda de nuevos mercados o el fomento de la innovación, promoviendo el uso de nuevas tecnologías y procesos, para adaptarlos a la demanda e incrementar las cuotas del mercado. Igualmente es preciso intensificar los controles sanitarios, especialmente en el sector del porcino y cumplir con los retos de la Agenda 2030, aprobando el Decreto de purines.

Con respecto a la internacionalización de los productos aragoneses, Lambán afirma que ha sido clave en el proceso de expansión del sector. Las ventas de la industria agroalimentaria desde la comunidad al resto de España han crecido el 12,4% desde la crisis, pero las destinadas a la Unión Europea (UE) lo han hecho un 62,2% y a otras partes del mundo, el 110,4%. En el 2017, las exportaciones de la industria agroalimentaria aragonesa crecieron un 21% hasta los 1.200 millones.
La explosión de la industria cárnica y el porcino, el crecimiento de las exportaciones a China, la mayor presencia del vino aragonés en mercados internacionales, la elevada producción de cereal y el desarrollo de iniciativas relacionadas con la alimentación hacen presagiar un futuro prometedor. El número de empresas exportadoras ha crecido entre 2008 y 2016 en cerca del 60%.

Ha citado como ejemplo que Aragón es líder en la exportación de alfalfa. Emiratos Árabes ha sido en los últimos años el destino principal de las exportaciones de alfalfa aragonesa, pero la demanda procedente de China va aumentando.

Complejo agroalimentario

En esta etapa, el Gobierno ha puesto a su disposición un total de 346 millones que han beneficiado a 1.900 agricultores –mil de ellos jóvenes incorporados a la actividad agraria- y 320 industrias, lo cual da lugar a una inversión global de 1.224 millones y a la creación de 4.370 empleos directos.

Según ha expuesto Lambán, en esta legislatura se ha destinado 81,51 millones € a la agroindustria, incluyendo el apoyo específico que reciben las bodegas, correspondiente a una inversión de 460 millones de € distribuidos en más de 300 expedientes.

El apoyo a la industria agroalimentaria es uno de los objetivos del Gobierno durante esta legislatura, ya que supone incrementar el valor añadido de nuestras producciones agrícolas y ganaderas, asentar población en el medio rural y equilibrar el territorio.

El Gobierno ha recuperado también dos líneas de cooperación con el sector que han de tener un impacto muy positivo sobre el mismo: el impulso de la transferencia de conocimientos e innovación y, sobre todo, la modernización y creación de nuevos regadíos.